Cómo es el acné por ansiedad
Se dice que “la belleza está en lo más profundo de nosotros”; ciertamente, la personalidad y el carácter son importantes, pero nos sentimos bien y seguros de nosotros mismos cuando tenemos un buen aspecto. Cualquier cambio hormonal puede estropear nuestros sistemas, como la urticaria o el crecimiento indeseado de vello en la piel, lo que disminuye nuestra autoestima y confianza, entre otras cosas. Comprender la asociación entre nuestra salud psicológica y la piel puede ayudarnos a encontrar la mejor manera de curar el acné.
La piel es la parte más visible del cuerpo que nos protege de las bacterias, los productos químicos y la temperatura. La piel nos permite sentir cuando tocamos un objeto caliente, y las terminaciones nerviosas de la piel responden enseguida dando una señal al cerebro para que retire la mano inmediatamente. Del mismo modo, cuando recibimos un masaje, se libera una sensación de relajación.
La exposición prolongada a acontecimientos estresantes, al miedo, a los pensamientos y emociones negativas puede empeorar la salud física. Puede dar lugar a afecciones como los brotes (la falta de sueño puede causar estrés, lo que puede afectar a la calidad del colágeno y provocar brotes) y el acné (una afección cutánea común en la que los poros de la piel se obstruyen con pelo, bacterias y células cutáneas muertas, lo que puede dar lugar a otros tipos de acné, como puntos negros, puntos blancos y espinillas).
Acné hormonal
Pocas cosas pueden destruir la confianza de una persona como un gran grano. Sería cruelmente irónico que las situaciones de estrés -una boda, por ejemplo, o un compromiso para hablar en público- pudieran desencadenar un brote. Por desgracia, los expertos afirman que la relación entre el estrés y el acné está ya bien establecida. “Cuando iniciamos nuestro estudio, no estábamos seguros de los resultados; pensamos que podríamos desmentir algunos mitos”, dice la Dra. Alexa Kimball, profesora de dermatología del Centro Médico Beth Israel Deaconess. Se refiere a un estudio que ella y sus colegas llevaron a cabo en 2003, cuando los vínculos entre el estrés y el acné eran todavía en gran medida anecdóticos. Pero la investigación de Kimball sobre estudiantes universitarios descubrió que el estrés podía desencadenar un episodio de acné. Y cuanto mayor era el estrés, más pronunciado era el brote.
¿Qué puede hacer una persona para prevenir los brotes de acné relacionados con el estrés? Practicar técnicas de reducción del estrés de eficacia probada es un buen comienzo. La meditación de atención plena y el ejercicio físico son dos técnicas de reducción del estrés respaldadas por la investigación. También lo son el tai chi y el yoga. Cuando estés en el trabajo, organizar tus espacios -tanto reales como virtuales- y eliminar el hábito de revisar incesantemente el correo electrónico también puede ayudar a reducir el estrés. Kimball también recomienda seguir los regímenes habituales de alimentación, sueño y cuidado de la piel. Por último, si ves un acontecimiento estresante en el horizonte, pide ayuda a tu médico. “Es posible que le prescriban algunos tratamientos tópicos más agresivos o antibióticos orales, u otras cosas que puedan ayudar”, dice Kimball. “Todos nuestros tratamientos son mejores para prevenir el acné que para tratarlo, así que si sabes que tienes una boda o algo estresante próximamente, házselo saber a tu dermatólogo”.
Cómo curar el acné hormonal
A nadie le gusta vivir con acné. Aparece sin motivo aparente y provoca una gran conciencia de sí mismo y angustia. Hay muchos factores diferentes que conducen al desarrollo del acné, pero muchos creen que la ansiedad y el acné están relacionados.
La pregunta es: ¿una persona tiene ansiedad porque tiene acné, o una persona tiene acné porque tiene ansiedad? Y, si es esto último, ¿curar la ansiedad proporciona un valioso tratamiento para el acné? En este artículo exploramos estas cuestiones.
La ansiedad y el acné son dos condiciones distintas. El acné por sí solo no puede causar el desarrollo de un trastorno de ansiedad, y la ansiedad por sí sola no puede provocar acné. Además, ambos comparten un número considerable de causas, especialmente la pubertad y los cambios sexuales. Pero veamos los vínculos entre la ansiedad y el acné, y luego analicemos lo que esto significa para el tratamiento.
Por desgracia, el acné puede provocar ansiedad, ya que el acné puede hacer que te sientas demasiado cohibido por tu aspecto. Sin embargo, rara vez es la causa de un trastorno de ansiedad, pero puede ser un factor que contribuya a ello, especialmente si se trata de una afección que se prolonga en el tiempo. En estos casos, aunque el acné sea la causa de la ansiedad y no al revés, una intervención contra la ansiedad puede ayudar.
Dónde se localiza el acné por estrés
El estrés crónico y continuo es uno de los principales desencadenantes de los factores que contribuyen al desarrollo del acné. Las investigaciones han demostrado que el acné está significativamente asociado a los niveles de estrés interno, y que el estrés crónico puede empeorar los brotes existentes. ¿Cómo?
El estrés crónico aumenta los niveles de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, y hace que las glándulas sebáceas de la piel se pongan en marcha, lo que se mezcla con las células muertas de la piel y las bacterias que provocan los brotes. La piel adulta es más propensa a la acumulación de células cutáneas muertas porque la renovación celular natural se ralentiza con el tiempo.
Cuando la piel está estresada, también pierde parte de su capacidad de protegerse porque su barrera se ve comprometida. En el caso de los adultos, esto puede dar lugar a otras complicaciones, como la inflamación y los signos prematuros de envejecimiento de la piel. El estrés daña el colágeno, causando arrugas. El cortisol reduce la producción natural de ácido hialurónico, lo que deshidrata la piel y aumenta la aparición de líneas de expresión. La deshidratación también desencadena una mayor producción de sebo, lo que crea el caldo de cultivo perfecto para las bacterias que provocan los brotes.