Fractura de cadera por estrés
Tanto si tu dolor de espinillas se debe a un dolor de espinillas como a una fractura por estrés, es importante que no sigas entrenando de la misma manera con ninguna de las dos lesiones. Puedes tomar medidas para curarte y evitar que la lesión empeore o se repita más adelante.
Si bien son condiciones médicas diferentes, los dolores de espinilla y las fracturas por estrés comparten las mismas causas: un problema de sobrecarga, dice la doctora Laura Goldberg, especialista en medicina deportiva pediátrica de UH Sports Medicine.
“Una de las causas más comunes es un aumento repentino del ejercicio de carga”, dice la Dra. Goldberg. “Un corredor puede estar progresando con la carrera, pero ha añadido otras actividades de soporte de peso como la pliometría y no está permitiendo suficiente tiempo de recuperación”.
Si un paciente menciona el dolor de espinillas, una de las primeras cosas que pide a sus pacientes es que revisen su registro de entrenamiento. La Dra. Goldberg recomienda a los atletas que lleven un registro de entrenamiento, que puede ayudar a identificar errores de entrenamiento o a localizar problemas.
En el caso de los dolores de espinilla, el dolor suele producirse en una zona amplia, aunque puede estar localizado y afectar a una zona pequeña. El dolor suele disminuir después de calentar, dice el Dr. Goldberg. Además, el dolor de las espinillas puede ser más tolerable que el de una fractura por estrés.
Fractura por estrés deutsch
Caso: Una atleta multideportiva afroamericana de 16 años se presenta con dolor bilateral en la pierna relacionado con la actividad durante 5 meses. Se identificaron múltiples fracturas diafisarias bilaterales de la tibia anterior por estrés y una importante deficiencia de vitamina D. Fue tratada con una combinación de suplementos de vitamina D y clavado intramedular estático de las tibias bilaterales, lo que dio como resultado la curación clínica y radiográfica y el regreso a la práctica deportiva.
Discusión: La deficiencia de vitamina D y el alto nivel de actividad en un atleta joven pueden ser la etiología de las fracturas múltiples atípicas por estrés. En los atletas que desean volver a hacer deporte rápidamente, la intervención quirúrgica temprana y la corrección de la deficiencia de vitamina D pueden ser opciones de tratamiento.
Las fracturas diafisarias de la tibia anterior por estrés se observan con frecuencia en corredores y bailarines y se consideran fracturas por estrés de “alto riesgo” debido a su prolongada curación (1). Estas lesiones pueden aparecer como la “temida línea negra” sobre la corteza tibial anterior; sin embargo, se ha demostrado que las radiografías simples tienen una baja sensibilidad (10-50%) para detectar las fracturas por estrés, especialmente si se presentan en una fase temprana del curso clínico (2). Aunque inicialmente se recomienda un ensayo de tratamiento conservador, puede considerarse la posibilidad de una intervención quirúrgica temprana en pacientes con factores de riesgo asociados a un retraso en la curación (es decir, problemas metabólicos o nutricionales). En las presentaciones atípicas es necesario considerar la investigación de la etiología de la fractura por estrés más allá de la actividad.
Radiopedia de la fractura por estrés
La tibia (hueso de la espinilla) es el más interno y el más grande de los dos huesos situados entre la rodilla y el tobillo. Es el hueso largo del cuerpo que se fractura con más frecuencia. La fractura de tibia por estrés es una fractura delgada del hueso de la tibia en la parte inferior de la pierna causada por el uso excesivo o el estrés repetitivo. Los síntomas son muy similares a los del “síndrome de la espinilla”, con un dolor de aparición gradual en la parte interior de la espinilla.
Las personas que sufren una fractura de tibia por estrés suelen sentir un dolor o ardor (localizado) en alguna parte del hueso. Puede haber hinchazón en el lugar de la fractura. El dolor empeora progresivamente a medida que se ejerce más peso sobre él, y acaba doliendo al caminar o incluso cuando no se ejerce ningún peso sobre él. También puede haber inestabilidad de la pierna y pérdida ocasional de sensibilidad en el pie.
Las fracturas por estrés suelen estar causadas por el sobreentrenamiento o el uso excesivo. Otros factores que contribuyen a ello son la tensión repetida sobre el hueso por los golpes o el impacto sobre una superficie dura, como correr sobre hormigón. Los deportes de alto impacto, como la carrera, la gimnasia y el voleibol, pueden aumentar el riesgo de fracturas por estrés. También es frecuente en los reclutas militares.
Fractura por estrés en el pie
Una fractura por estrés de la tibia o espinilla es una fractura fina, también llamada fractura capilar, que se produce en la tibia debido a un exceso de tensión o a un uso excesivo. La tibia es un hueso que soporta peso y en el que se pueden acumular tensiones por actividades como correr y saltar.
La causa más común de las fracturas de tibia por estrés es el estrés repetitivo o el sobreentrenamiento deportivo. También puede estar asociada a la debilidad del hueso debido a una enfermedad llamada osteoporosis. Las mujeres son más propensas a desarrollar fracturas por estrés.
Su médico revisará su historial médico y sus síntomas y, a partir de ahí, le hará un examen físico. Se observará cualquier hinchazón o hematoma. Las pruebas de diagnóstico pueden incluir lo siguiente:
En raras ocasiones, los tratamientos conservadores son ineficaces y la integridad estructural del hueso tibial se ve comprometida. Entonces se recomienda la cirugía para estabilizar la tibia. Para ello se suele utilizar una varilla intramedular.