Lista de hábitos saludables
Es difícil cambiarlo todo de golpe; es más fácil fijarse pequeños objetivos y alcanzarlos. Esto ayuda a crear buenos hábitos. Por ejemplo, es más fácil hacer una pequeña cantidad de ejercicio cada día que decidirse a correr una maratón.
Muchos hábitos son desencadenados por acontecimientos. Por ejemplo, lavarse las manos se desencadena al ir al baño. Es útil que establezca factores desencadenantes de su nuevo hábito como parte de su rutina actual. Puede ser una hora concreta del día o un acontecimiento como levantarse o comer.
Establecer recordatorios puede ayudarle a mantener los buenos hábitos. Si utiliza una agenda en línea, programe recordatorios automáticos en su ordenador y en su teléfono. También existen aplicaciones que ayudan a establecer objetivos y nuevos hábitos.
Evite el desencadenante si puede. Si compra patatas fritas en una máquina expendedora en el trabajo, intente evitarla. Si fumas en las escaleras de la oficina, busca otra entrada.
Rutina diaria para un cuerpo y una mente sanos
¿Merece la pena cultivar hábitos saludables? Un estudio reciente sugiere que los hábitos saludables pueden ayudar a las personas a ganar años de vida y evitar enfermedades graves, como la diabetes y el cáncer. Al fin y al cabo, si vas a ganar una década más de vida en esta tierra, ¡quieres disfrutarla!
En un estudio anterior en el que se utilizaron los mismos datos, estos investigadores habían descubierto que cinco hábitos de vida de bajo riesgo son fundamentales para alargar la esperanza de vida. Cuantos más de estos hábitos tenían las personas, más tiempo vivían. Los hábitos eran:
Incluso si sólo tenían uno de estos hábitos, los participantes vivían dos años más que si no tenían ninguno. Y si a los 50 años practicaban con regularidad los cinco, las mujeres vivían 14 años más y los hombres 12 años más. Es decir, ¡más de una década de vida extra!
En este nuevo estudio, los investigadores querían saber si esos años extra eran también años saludables. En los cuestionarios de seguimiento se preguntó a los participantes si habían desarrollado problemas médicos como diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares (cardiopatías y accidentes cerebrovasculares) o cáncer. Las respuestas se verificaron mediante una revisión de los historiales médicos.
Hábitos poco saludables
Adoptar nuevos hábitos más saludables puede protegerle de problemas de salud graves como la obesidad y la diabetes. Los nuevos hábitos, como la alimentación sana y la actividad física regular, también pueden ayudarle a controlar su peso y a tener más energía. Después de un tiempo, si mantiene estos cambios, pueden convertirse en parte de su rutina diaria.
La información que figura a continuación describe las cuatro etapas por las que puede pasar al cambiar sus hábitos o comportamientos de salud. También encontrará consejos que le ayudarán a mejorar su alimentación, sus hábitos de actividad física y su salud en general. Las cuatro etapas del cambio de un comportamiento saludable son
Dar el salto de pensar en el cambio a pasar a la acción puede ser difícil y llevar tiempo. Preguntarse por las ventajas (beneficios) y los inconvenientes (cosas que se interponen) de cambiar de hábitos puede ser útil. ¿Cómo mejoraría tu vida si hicieras algunos cambios?
Piense en cómo los beneficios de una alimentación sana o de la actividad física regular pueden relacionarse con su salud general. Por ejemplo, supongamos que su nivel de glucosa en sangre, también llamado azúcar en sangre, es un poco alto y usted tiene un padre, hermano o hermana que padece diabetes de tipo 2. Esto significa que usted también puede desarrollar diabetes de tipo 2. Esto significa que usted también puede desarrollar diabetes de tipo 2. Puede que le resulte más fácil mantenerse físicamente activo y comer sano sabiendo que eso puede ayudarle a controlar la glucemia y protegerle de una enfermedad grave.
Hábitos saludables diarios
Todos queremos llevar una vida sana y feliz. Algunos tenemos la suerte de llevar ya un estilo de vida saludable, pero otros pueden no ser conscientes de sus hábitos nocivos o encontrar opciones más sanas difíciles o poco prácticas. Aquellos de nosotros que sabemos que nuestro estilo de vida podría beneficiarse de algunos cambios podemos proponernos poner en práctica hábitos saludables en algún momento posterior, como el primer día del nuevo año o después de terminar un proyecto exigente en el trabajo.
Hay más de una forma de mantenerse sano, y si preguntáramos a las personas de nuestro entorno qué es un estilo de vida sano, lo más probable es que recibiéramos una respuesta diferente cada vez. Esta diferencia se deriva del hecho de que cada cual toma sus decisiones en función de sus prioridades culturales y personales y sólo puede acceder a las opciones disponibles en su entorno socioeconómico y geográfico (Cockerham, 2021). Por lo tanto, un estilo de vida saludable puede definirse como un patrón de comportamiento promotor de la salud basado en las opciones personales disponibles. Entonces, ¿qué queremos decir con patrones de comportamiento que promueven la salud? En pocas palabras, podrían ser cualquier hábito asociado con resultados positivos para la salud, así como la ausencia de prácticas perjudiciales para la salud. Con tantas combinaciones de opciones, es esencial comprender los beneficios de las opciones saludables y distinguirlas de las que no lo son.