Fastidiaciones musculares en todo el cuerpo en reposo
La ansiedad afecta tanto al cuerpo como a la mente. Uno de los síntomas más comunes son las contracciones musculares inducidas por la ansiedad. Un músculo o un grupo de músculos parecen tener una mente propia y comienzan a tener esas molestas sacudidas.
Aunque las contracciones por ansiedad no son una afección grave, las personas con ansiedad suelen creer que son un signo de algo mucho más serio. En la mente de muchas personas, las contracciones musculares se asocian a trastornos médicos muy graves.
Cuando uno está ansioso, su cuerpo está bajo estrés. El estrés puede hacer que los nervios se sobreestimulen. Este tipo de estimulación puede hacer que tu sistema nervioso funcione de forma errática, haciendo que los impulsos que dan energía a los nervios estén fuera de control. Esto lleva a que estos nervios estimulen los músculos o grupos musculares para que se retuerzan de forma incontrolada.
Otras causas de las contracciones por ansiedad son la adrenalina que circula por el sistema cuando se tiene ansiedad y se está bajo estrés. Los niveles bajos de magnesio y potasio que se observan en la ansiedad también pueden provocar contracciones musculares.
Fasciculaciones musculares involuntarias
Para que los músculos se mantengan sanos se necesita una cierta cantidad de impulso nervioso en un nivel básico. Ciertas situaciones de la vida cotidiana, así como las enfermedades, pueden crear un desequilibrio en la transmisión de la señal (cerebro, columna vertebral y nervios) o en la recepción de la señal (músculos), lo que provoca contracciones musculares.
Estrés – La ansiedad y el estrés pueden provocar contracciones al liberar neurotransmisores de los nervios que alimentan los músculos. Además, la ansiedad puede hacer que se hiperventile, o que se respire más rápido, lo que cambia la concentración de iones y el pH del cuerpo, y predispone a las contracciones musculares.
Falta de sueño – El sueño nos ayuda a recargar el cuerpo. Unas cantidades inadecuadas de sueño pueden cambiar el equilibrio hormonal y alterar la excitabilidad subyacente de los músculos, haciendo que éstos sean más propensos a sufrir tirones. Los ciclos de sueño incompletos también pueden alterar la proporción de almacenamiento de neurotransmisores en el cerebro, lo que también puede cambiar la excitabilidad de los músculos.
Demasiada cafeína – La cafeína interactúa con una molécula llamada ADP, que es esencialmente la moneda para toda la transferencia de energía en nuestro cuerpo a nivel celular. Al cambiar las concentraciones de ADP y ATP, el exceso de cafeína puede cambiar la cantidad de energía en el músculo y causar contracciones musculares. Piensa en esto como un “exceso de carga en una batería o bujía” que provoca un disparo anormal de los nervios y los músculos.
Ansiedad muscular
Los músculos se crearon para moverse, por lo que el sedentarismo durante largos periodos de tiempo puede provocar calambres. “Las personas que tienen largos desplazamientos o trabajos sedentarios suelen pasar largos periodos con los músculos bloqueados en posiciones antinaturales”, dice el Dr. Dickens-Celestin, que es médico de medicina interna. “En ese caso, parte del plan de tratamiento consiste en encontrar formas de crear descansos en el día y optimizar la ergonomía para aliviar la tensión”.
Si das un largo paseo en bicicleta o haces un entrenamiento intenso, puedes experimentar calambres. Cuando los nervios que van desde el cerebro y la médula espinal hasta el músculo se sobreexcitan, el músculo puede responder con calambres. Si aumentas la intensidad de tu rutina de ejercicios con demasiada rapidez, tus músculos no están acostumbrados al nuevo movimiento y eso también puede provocar calambres.
Ansiedad por la tensión muscular
“El estrés afecta al cuerpo de diversas maneras, desde los cambios de humor y los dolores de cabeza hasta las fluctuaciones de peso. Sin embargo, un efecto secundario del estrés que a menudo se pasa por alto es el dolor de cuello y espalda. Con el tiempo, los episodios repetitivos de estrés pueden causar problemas musculoesqueléticos en estas regiones del cuerpo.”
Los datos publicados en Statista.com sugieren que los adultos saben que el estrés afecta a su columna vertebral. Los participantes en la encuesta en línea clasificaron la causa número 1 percibida de su dolor de cuello y espalda de la siguiente manera: Sin embargo, un cierto nivel de estrés es