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Efectos del estres en el estomago

mayo 28, 2022
Efectos del estres en el estomago

Cómo afecta el estrés a su salud apa

Los trastornos gastrointestinales funcionales afectan a entre el 35% y el 70% de las personas en algún momento de su vida, siendo las mujeres más frecuentes que los hombres. Estos trastornos no tienen una causa física aparente -como una infección o un cáncer-, pero provocan dolor, hinchazón y otras molestias.

Múltiples factores – biológicos, psicológicos y sociales – contribuyen al desarrollo de un trastorno gastrointestinal funcional. Sin embargo, numerosos estudios han sugerido que el estrés puede ser especialmente importante. La relación entre el estrés ambiental o psicológico y el malestar gastrointestinal es compleja y bidireccional: el estrés puede desencadenar y empeorar el dolor gastrointestinal y otros síntomas, y viceversa. Por ello, las terapias psicológicas se utilizan a menudo en combinación con otros tratamientos -o incluso solas- para tratar los trastornos gastrointestinales funcionales.

Las funciones vitales, como la respiración, los latidos del corazón, la presión arterial y la temperatura corporal, se regulan a través del sistema nervioso autónomo. Esta compleja red de nervios se extiende desde el cerebro hasta todos los órganos principales del cuerpo y tiene dos divisiones principales. El sistema nervioso simpático desencadena la respuesta de “lucha o huida”. El sistema nervioso parasimpático calma el cuerpo una vez que ha pasado el peligro. Tanto el sistema nervioso simpático como el parasimpático interactúan con otro componente menos conocido del sistema nervioso autónomo: el sistema nervioso entérico, que ayuda a regular la digestión.

Estómago nervioso

No hace falta un doctorado en fisiología para saber que el estrés puede ser duro para el estómago. Todos hemos hecho nuestros propios experimentos sobre el tema, intencionadamente o no. ¿Recuerda cómo se sintió la última vez que habló en público? Esas mariposas no estaban en tu cabeza.

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Sin embargo, el impacto del estrés en el estómago va mucho más allá de la indigestión. En los últimos años, los médicos han descubierto una conexión extraordinariamente compleja entre el cerebro y el sistema digestivo. Todo el sistema es extremadamente sensible a nuestros estados de ánimo. De hecho, los expertos consideran ahora que el estrés es uno de los principales responsables de una amplia gama de problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable, la indigestión y la acidez de estómago.

Las personas con problemas digestivos suelen burlarse de la idea de que el estrés pueda ser la causa de sus problemas. Para ellos, suena a “culpar a la víctima”. Robert Sapolsky, experto en estrés de la Universidad de Stanford y autor del exitoso libro Why Zebras Don’t Get Ulcers (Henry Holt and Co., 2004), dice que su discusión sobre el estrés y el síndrome del intestino irritable provocó cartas de “semirreacción” de los lectores.

Estómago estresado

“El estrés y la ansiedad pueden desencadenar contracciones más frecuentes o más fuertes en el tracto gastrointestinal que algunos pueden percibir como incómodas o incluso dolorosas”, dice el gastroenterólogo William Chey, M.D., profesor de gastroenterología y ciencias de la nutrición en Michigan Medicine.

Además del dolor de barriga, el estrés puede desencadenar una amplia gama de otros síntomas intestinales, como ardor de estómago, náuseas, hinchazón, un cambio en el patrón intestinal o, en casos raros, incluso dolor rectal, dice Chey. Los pacientes que ya padecen el síndrome del intestino irritable, un trastorno crónico caracterizado por el dolor de estómago, los calambres y la modificación de los hábitos intestinales, pueden experimentar un aumento de sus síntomas.

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El estrés influye en el intestino porque cada persona tiene una “conexión directa” entre el cerebro en la cabeza y el sistema nervioso alojado en el tracto gastrointestinal, llamado sistema nervioso entérico, dice Chey. El sistema nervioso entérico vive dentro de la pared del tracto gastrointestinal y se comunica con el cerebro a través de la médula espinal. Aunque el sistema nervioso entérico suele dirigir el tracto gastrointestinal de forma independiente, el cerebro puede influir en su comportamiento. En momentos de estrés, puede enviar una señal de socorro que hace que el sistema gastrointestinal funcione de forma diferente. Además, el estrés hace que los nervios del intestino sean demasiado sensibles, por lo que cosas que normalmente ni siquiera se perciben a nivel consciente se perciben como síntomas intestinales desagradables.

Cómo lidiar con el estrés

¿Se ha preguntado alguna vez por qué siente mariposas, nudos o náuseas en el estómago durante un acontecimiento estresante? En nuestra sociedad, cada vez más acelerada, el estrés es cada vez más frecuente, y a menudo sufrimos molestias en el estómago como consecuencia de ello.

Los expertos han descubierto que el estómago y la mente están más estrechamente relacionados de lo que se pensaba. La preocupación, el estrés, la ansiedad y los nervios pueden tener un efecto físico en el cuerpo, incluido el sistema digestivo.

Por ejemplo, las personas que padecen el síndrome del intestino irritable (SII) han descubierto que, aunque las causas principales de los síntomas suelen estar relacionadas con la alimentación, el estrés tiene un efecto enorme en su gestión diaria de los síntomas del SII.

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El intestino contiene un gran número de nervios. Cuando nos sentimos estresados, entramos en un estado de “lucha o huida”, en el que se liberan hormonas del estrés y sustancias químicas que indican al tracto digestivo que disminuya su velocidad. Estas hormonas pueden tener un efecto negativo en nuestra flora intestinal y en los anticuerpos intestinales. Si hay un desequilibrio químico en el intestino, es más probable que aparezcan síntomas físicos.

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