El trastorno por déficit de atención e hiperactividad
El síndrome de las piernas inquietas puede ser molesto ya que puede impedirte descansar y relajarte, y especialmente cuando te sientes agotado. A veces, esta situación se siente como una extraña dicotomía en la que estás tan cansado que sólo quieres descansar o dormir, pero tus piernas sienten que quieren seguir avanzando, por lo que tienes que moverlas constantemente porque se sienten muy inquietas.
El síndrome de las piernas inquietas puede aparecer y desaparecer raramente, ocurrir con frecuencia o persistir indefinidamente. Por ejemplo, puedes tener este síntoma de vez en cuando y no tan a menudo, tenerlo de forma intermitente o tenerlo todo el tiempo.
Cuando el síntoma de “piernas inquietas” está causado por el estrés, como parte del mecanismo de supervivencia del cuerpo, en el momento en que creemos que podríamos estar en peligro el cuerpo produce una respuesta de estrés. La respuesta al estrés segrega hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que aumentan la capacidad del cuerpo para hacer frente a una amenaza, ya sea luchando o huyendo de ella. Esta reacción de supervivencia es la razón por la que a menudo se denomina respuesta de lucha o huida, respuesta de emergencia o respuesta de lucha, huida o congelación (algunas personas se congelan cuando tienen miedo como un “ciervo atrapado en los faros”)[1][2].
Temblores en los músculos de las piernas
Todos hemos sentido ansiedad -el nerviosismo antes de una cita, un examen, una competición, una presentación-, pero ¿qué es exactamente? La ansiedad es la forma que tiene nuestro cuerpo de prepararse para afrontar un reto. Nuestro corazón bombea más sangre y oxígeno para que estemos preparados para la acción. Estamos alerta y realizamos las tareas físicas y emocionales con mayor eficacia. (Véase también Ansiedad ante los exámenes para obtener consejos sobre cómo afrontarlos).
Es normal sentirse ansioso cuando nuestra seguridad, salud o felicidad se ven amenazadas; sin embargo, a veces la ansiedad puede llegar a ser abrumadora y perturbadora e incluso puede ocurrir sin ninguna razón identificable. Los ataques excesivos y duraderos de preocupación pueden reflejar un trastorno de ansiedad.
Cualquier persona puede experimentar estos síntomas en momentos de estrés. Sin embargo, los individuos con trastornos de ansiedad pueden experimentarlos en ausencia de estrés, con síntomas más graves y/o con varios síntomas que aparecen juntos.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación y tensión crónicas y exageradas, mucho más que la ansiedad típica que la mayoría de la gente experimenta en su vida diaria. Las personas pueden presentar temblores, espasmos, tensión muscular, náuseas, irritabilidad, falta de concentración, depresión, fatiga, dolores de cabeza, mareos, falta de aire o sofocos.
Sacudir las piernas mientras se está sentado
El síndrome de las piernas inquietas (SPI), también llamado enfermedad de Willis-Ekbom, provoca sensaciones desagradables o incómodas en las piernas y una necesidad irresistible de moverlas. Los síntomas suelen aparecer a última hora de la tarde o al anochecer, y suelen ser más intensos por la noche, cuando la persona está descansando, por ejemplo, sentada o tumbada en la cama. También pueden producirse cuando alguien está inactivo y sentado durante periodos prolongados (por ejemplo, al hacer un viaje en avión o ver una película). Dado que los síntomas pueden aumentar su gravedad durante la noche, puede resultar difícil conciliar el sueño o volver a dormir después de despertarse. Mover las piernas o caminar suele aliviar las molestias, pero las sensaciones suelen reaparecer una vez que se detiene el movimiento. El SPI se clasifica como un trastorno del sueño, ya que los síntomas se desencadenan al descansar e intentar dormir, y como un trastorno del movimiento, ya que las personas se ven obligadas a mover las piernas para aliviar los síntomas. Sin embargo, se caracteriza mejor como un trastorno neurológico sensorial con síntomas que se producen desde el propio cerebro.
Temblor de piernas en determinada posición
Antecedentes Cuando los pacientes se vuelven repentinamente inquietos y no pueden sentarse o permanecer quietos, especialmente en entornos médicos generales, la ansiedad suele ser el principal factor diferencial en la mente de todo clínico. Sin embargo, siempre hay que considerar la posibilidad de que se trate de una afección muy subjetiva y angustiosa llamada “acatisia”.
Discusión Se ha descubierto que la acatisia, una sensación subjetiva y muy angustiosa de inquietud, está causada por una amplia gama de medicamentos utilizados en entornos médicos generales, como la azitromicina, los antieméticos y los antipsicóticos. A pesar de su elevada incidencia y su asociación con un aumento de las ideas suicidas, a menudo pasa desapercibida. Este artículo destaca la necesidad de su reconocimiento precoz, proporciona una guía de diagnóstico y un enfoque para su tratamiento.
La acatisia es una “sensación subjetiva de inquietud motora manifestada por una necesidad imperiosa de estar en constante movimiento”.1 El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, 5ª edición (DSM-5), describe la acatisia aguda inducida por la medicación como: