Ataque de ansiedad vs. ataque de pánico
ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.
¿Qué se siente en un ataque de ansiedad?
Puede tener una sensación de fatalidad inminente, falta de aliento, dolor en el pecho o un corazón rápido, agitado o palpitante (palpitaciones). Estos ataques de pánico pueden llevar a preocuparse de que vuelvan a ocurrir o a evitar situaciones en las que se han producido.
¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer un ataque de ansiedad?
Aunque varía de una persona a otra, los ataques de pánico suelen durar entre 20 y 30 minutos, y los síntomas alcanzan su punto máximo a los 10 minutos. Por lo general, después de 20 a 30 minutos, la mayoría de los síntomas disminuyen.
Cómo ayudar a alguien con un ataque de pánico a través de un mensaje de texto
¿Tienes a veces ataques repentinos de ansiedad y miedo abrumador que duran varios minutos? Tal vez te late el corazón, sudas y sientes que no puedes respirar ni pensar con claridad. ¿Estos ataques se producen en momentos imprevisibles y sin un desencadenante aparente, lo que hace que se preocupe por la posibilidad de tener otro en cualquier momento?
Un trastorno de pánico no tratado puede afectar a su calidad de vida y provocar dificultades en el trabajo o los estudios. La buena noticia es que el trastorno de pánico es tratable. Aprenda más sobre los síntomas del trastorno de pánico y cómo encontrar ayuda.
Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes e inesperados. Estos ataques se caracterizan por una oleada repentina de miedo o malestar o una sensación de pérdida de control, incluso cuando no hay un peligro o un desencadenante claro. No todas las personas que experimentan un ataque de pánico desarrollan un trastorno de pánico.
Los ataques de pánico suelen incluir síntomas físicos que pueden parecerse a los de un ataque al corazón, como temblores, hormigueos o aceleración del ritmo cardíaco. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento. Muchas personas con trastorno de pánico se preocupan por la posibilidad de tener otro ataque y pueden cambiar significativamente su vida para evitar tener otro ataque. Los ataques de pánico pueden ocurrir tan frecuentemente como varias veces al día o tan raramente como unas pocas veces al año.
Panic attack auf deutsch
Este artículo ha sido redactado por Tracy Carver, PhD. La Dra. Tracy Carver es una galardonada psicóloga licenciada con sede en Austin, Texas. La Dra. Carver se especializa en el asesoramiento de cuestiones relacionadas con la autoestima, la ansiedad, la depresión y la integración psicodélica. Es licenciada en psicología por la Virginia Commonwealth University, tiene un máster en psicología educativa y un doctorado en psicología del asesoramiento por la Universidad de Texas en Austin. La Dra. Carver también completó una pasantía en Psicología Clínica a través de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Ella fue votado como uno de los mejores profesionales de la salud mental en Austin durante cuatro años consecutivos por Austin Fit Magazine. La Dra. Carver ha aparecido en Austin Monthly, Austin Woman Magazine, Life in Travis Heights, y KVUE (la filial de Austin para ABC News).
Su corazón late con fuerza. Imagina que las paredes se cierran a su alrededor. Si estás en medio de un ataque de ansiedad (o de pánico), puedes usar una selección de herramientas para ayudarte a sobrellevar la situación. Según un artículo publicado en Dialogues in Clinical Neuroscience, hay una serie de técnicas y estrategias conductuales que puedes utilizar para ayudar a resolver el ataque y minimizar los síntomas[1].
Medicación para los ataques de pánico
Sin tratamiento, los ataques de pánico frecuentes y prolongados pueden ser gravemente incapacitantes. La persona puede optar por evitar una amplia gama de situaciones (como salir de casa o estar solo) por miedo a experimentar un ataque. Algunas personas pueden desarrollar trastornos de pánico Para muchas personas, las sensaciones de pánico se producen sólo ocasionalmente durante períodos de estrés o enfermedad. Se dice que una persona que experimenta ataques de pánico recurrentes padece un trastorno de pánico, que es un tipo de trastorno de ansiedad. Por lo general, tienen ataques de pánico recurrentes e inesperados y temores persistentes de que se repitan los ataques. Síntomas Los síntomas de un ataque de pánico pueden incluir: La respuesta de “huida o lucha” Cuando el cuerpo se enfrenta a un peligro inmediato, el cerebro ordena al sistema nervioso autónomo que active la respuesta de “huida o lucha”. El cuerpo se inunda de una serie de sustancias químicas, incluida la adrenalina, que desencadenan cambios fisiológicos. Por ejemplo, el ritmo cardíaco y la respiración se aceleran y la sangre se desplaza a los músculos para prepararse para el combate físico o la huida.