Adolescente con ansiedad escolar
La ansiedad es una parte normal de la vida y puede afectar a cualquiera. A veces, si la ansiedad se vuelve abrumadora y no desaparece, puede ser un signo de un trastorno de ansiedad más grave. Sin embargo, con tratamiento y apoyo de la familia y los amigos, la ansiedad puede controlarse.
La ansiedad es la sensación que tienes cuando te sientes tenso, cuando puedes respirar un poco rápido, cuando tu corazón empieza a acelerarse y cuando te preocupa la situación en la que te encuentras o lo que puede venir después.
Un poco de ansiedad de vez en cuando es normal, sobre todo para los adolescentes. Puede ayudarles a motivarse en la escuela, el deporte o el trabajo, y puede ayudarles a mantenerse fuera de peligro. Pero si estos sentimientos de ansiedad no desaparecen, pueden interferir con la concentración en la escuela, la socialización con los amigos o el disfrute de la vida.
Los trastornos de ansiedad pueden ser especialmente graves para los jóvenes, porque todavía se están desarrollando. Si no se tratan, los trastornos de ansiedad en los adolescentes pueden tener efectos a largo plazo que pueden continuar en la edad adulta. Los signos de un trastorno de ansiedad incluyen:
¿Qué desencadena la ansiedad de los adolescentes?
Hay muchas causas potenciales de depresión y ansiedad en los adolescentes. Entre ellas están la genética, los traumas, el entorno, las diferencias cerebrales, el abuso de sustancias, el estrés de la pubertad y los patrones de pensamiento negativos.
¿Qué vitaminas ayudan a combatir la ansiedad?
El complejo B, la vitamina E, la vitamina C, el GABA y el 5-HTP son 5 vitaminas comúnmente utilizadas para ayudar con la ansiedad y el estrés.
¿Qué aspecto tiene la ansiedad en un adolescente?
Los síntomas generalmente incluyen temores y preocupaciones excesivas, sentimientos de inquietud interior y una tendencia a ser excesivamente cauteloso y vigilante. Incluso en ausencia de una amenaza real, algunos adolescentes describen sentimientos de nerviosismo continuo, inquietud o estrés extremo.
Cómo ayudar a un adolescente con ansiedad y depresión
Todo el mundo experimenta ansiedad. Es una emoción natural e importante, que indica, a través de la preocupación, el miedo y la alarma, que el peligro o un cambio repentino y amenazante está cerca. Sin embargo, a veces la ansiedad se convierte en una respuesta exagerada y poco saludable.
Dada la serie de cambios e incertidumbres a las que se enfrenta un adolescente normal, la ansiedad suele ser un ruido de fondo. Para algunos adolescentes, la ansiedad se convierte en un estado crónico y agudo, que interfiere en su capacidad para asistir a la escuela y rendir al máximo de su potencial académico. Participar en actividades extraescolares, hacer y mantener amigos, y mantener una relación de apoyo y flexible dentro de la familia se vuelve difícil. A veces, la ansiedad se limita a sentimientos de malestar generalizados y flotantes. Otras veces, se convierte en ataques de pánico y fobias.
Los trastornos de ansiedad varían de un adolescente a otro. Los síntomas suelen incluir temores y preocupaciones excesivas, sentimientos de inquietud interior y una tendencia a ser excesivamente cauteloso y vigilante. Incluso en ausencia de una amenaza real, algunos adolescentes describen sentimientos de nerviosismo continuo, inquietud o estrés extremo.
Cómo afrontar la ansiedad en la escuela
La ansiedad activa la respuesta al estrés de tu cuerpo (también llamada lucha o huida). Esta oleada instantánea de hormonas del estrés es una respuesta de supervivencia. Te prepara para reaccionar rápidamente y protegerte si lo necesitas. Si tienes miedo o no estás seguro de estar a salvo, la ansiedad te impulsa a ser precavido.
Aprender a afrontar la ansiedad requiere tiempo, paciencia y práctica. Sobre todo, hay que estar dispuesto a enfrentarse a las situaciones que provocan ansiedad. Empieza con un pequeño paso. Cuanto más practiques, mejor será tu capacidad para reducir la ansiedad.
Y si tu ansiedad es extrema o difícil de sobrellevar, o si te sientes ansioso por un problema con el que necesitas ayuda, díselo a uno de tus padres o a otro adulto en el que confíes. Con la atención y el apoyo adecuados, puedes sentirte menos ansioso y más seguro de ti mismo.
Cómo hablar con un adolescente con ansiedad
Los adolescentes, al igual que los adultos, pueden experimentar estrés a diario y pueden beneficiarse del aprendizaje de habilidades de gestión del estrés. La mayoría de los adolescentes experimentan más estrés cuando perciben una situación como peligrosa, difícil o dolorosa y no tienen recursos para afrontarla. Algunas fuentes de estrés para los adolescentes son
Cuando percibimos una situación como difícil o dolorosa, se producen cambios en nuestra mente y nuestro cuerpo para prepararnos a responder al peligro. Esta respuesta de “lucha, huida o congelación” incluye una aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio, un aumento de la sangre en los músculos de brazos y piernas, manos y pies fríos o húmedos, malestar estomacal y/o una sensación de temor.
El mismo mecanismo que activa la respuesta al estrés puede desactivarla. En cuanto decidimos que una situación ya no es peligrosa, se producen cambios en nuestra mente y nuestro cuerpo que nos ayudan a relajarnos y calmarnos. Esta “respuesta de relajación” incluye la disminución del ritmo cardíaco y respiratorio y una sensación de bienestar. Los adolescentes que desarrollan una “respuesta de relajación” y otras habilidades de gestión del estrés se sienten menos indefensos y tienen más opciones a la hora de responder al estrés.