Lucha contra la ansiedad
¿Se encuentra a menudo preocupado por cuestiones cotidianas sin ninguna razón evidente? ¿Siempre está esperando que ocurra una catástrofe o está excesivamente preocupado por cosas como la salud, el dinero, la familia, el trabajo o los estudios?
Si es así, es posible que padezca un tipo de trastorno de ansiedad llamado trastorno de ansiedad generalizada (TAG). El TAG puede hacer que la vida cotidiana se convierta en un estado constante de preocupación, miedo y temor. La buena noticia es que el TAG es tratable. Conozca más sobre los síntomas del TAG y cómo encontrar ayuda.
La ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Muchas personas pueden preocuparse por cosas como la salud, el dinero o los problemas familiares. Pero las personas con TAG se sienten extremadamente preocupadas o nerviosas con más frecuencia por estas y otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse por ellas. El TAG suele implicar una sensación persistente de ansiedad o temor que interfiere en la forma de vivir la vida. No es lo mismo que preocuparse ocasionalmente por cosas o experimentar ansiedad debido a acontecimientos vitales estresantes. Las personas que padecen TAG experimentan una ansiedad frecuente durante meses, si no años.
Ansiedad futura
Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Es normal preocuparse de vez en cuando. Dada la gran cantidad de incógnitas y desafíos de la vida, la preocupación es una respuesta natural a muchas situaciones. Sin embargo, la preocupación crónica y que lo consume todo puede ser molesta e interferir en nuestra capacidad de funcionar libremente y con calma en nuestra vida diaria. He aquí algunos consejos útiles para reducir los pensamientos preocupantes y negativos.
El estrés es una respuesta natural a la incertidumbre. Cuando nos encontramos en una situación nueva o nos enfrentamos a circunstancias confusas, es normal sentirse preocupado por lo que pueda deparar el futuro. Estos sentimientos nos ayudan a anticipar lo que puede venir y pueden incluso motivarnos. En pequeñas cantidades, el estrés puede ser beneficioso.
Sin embargo, cuando ese estrés se vuelve crónico, podemos empezar a ver efectos negativos en nuestro bienestar mental y físico. Preocuparse demasiado también puede hacer que evitemos las cosas que nos resultan estresantes, lo que puede empeorar la ansiedad.
Superar la ansiedad
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Mientras el mundo se esfuerza por salir de una pandemia global, es comprensible que su miedo al futuro haya alcanzado un máximo histórico. Dicho esto, si empiezas a notar que está afectando a tu capacidad para tomar decisiones o que te afecta a diario, puede ser el momento de buscar ayuda.
“El miedo al futuro, o más comúnmente conocido como miedo anticipatorio, es bastante común y puede ser bastante debilitante en casos extremos”, dice Anderson. “Las personas luchan con el miedo anticipatorio cuando se preocupan por el resultado de un evento futuro que nunca han experimentado antes”.
El miedo anticipatorio también puede estar relacionado con la intolerancia a la incertidumbre, que puede llevar a la indecisión cuando se trata de decisiones grandes y pequeñas, así como a una mayor probabilidad de comparación constante. La intolerancia a la incertidumbre puede conducir al miedo anticipatorio, ya que hace que las personas piensen demasiado en los posibles resultados de sus decisiones.
Estresarse por el futuro
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Es normal preocuparse de vez en cuando. Dada la gran cantidad de incógnitas y desafíos de la vida, la preocupación es una respuesta natural a muchas situaciones. Sin embargo, la preocupación crónica y que lo consume todo puede ser molesta e interferir en nuestra capacidad de funcionar libremente y con calma en nuestra vida diaria. He aquí algunos consejos útiles para reducir los pensamientos preocupantes y negativos.
El estrés es una respuesta natural a la incertidumbre. Cuando nos encontramos en una situación nueva o nos enfrentamos a circunstancias confusas, es normal sentirse preocupado por lo que pueda deparar el futuro. Estos sentimientos nos ayudan a anticipar lo que puede venir y pueden incluso motivarnos. En pequeñas cantidades, el estrés puede ser beneficioso.
Sin embargo, cuando ese estrés se vuelve crónico, podemos empezar a ver efectos negativos en nuestro bienestar mental y físico. Preocuparse demasiado también puede hacer que evitemos las cosas que nos resultan estresantes, lo que puede empeorar la ansiedad.