Ansiedad social
Pero en el caso de algunos niños, la ansiedad afecta a su comportamiento y sus pensamientos a diario, interfiriendo en su vida escolar, doméstica y social. Es entonces cuando puede necesitar ayuda profesional para atajarla antes de que se convierta en un problema más grave.
El motivo de la ansiedad (si la hay) variará en función de la edad del niño. La ansiedad por separación es común en los niños más pequeños, mientras que los niños mayores y los adolescentes tienden a preocuparse más por el rendimiento escolar, las relaciones o la salud.
Los niños suelen tener miedo a cosas como los monstruos, los perros o el agua. Esto es una parte perfectamente normal del crecimiento, pero tiene el potencial de convertirse en una fobia (un tipo de trastorno de ansiedad) cuando el miedo se vuelve abrumador y afecta a la vida diaria de su hijo.
Aunque es normal que los niños tengan miedos y preocupaciones con frecuencia, algunos niños ansiosos pueden llegar a desarrollar una enfermedad a largo plazo llamada trastorno de ansiedad generalizada cuando se convierten en adolescentes o adultos jóvenes.
La “timidez” social es perfectamente normal para algunos niños y adolescentes, pero se convierte en un problema – “trastorno de ansiedad social”- cuando actividades cotidianas como ir de compras o hablar por teléfono les provocan un miedo intenso y abrumador. Los niños afectados tienden a temer hacer o decir algo que creen que será humillante.
¿Es normal que un niño de 9 años tenga ansiedad?
Es normal que los niños se sientan preocupados o ansiosos de vez en cuando, por ejemplo, cuando empiezan el colegio o la guardería, o cuando se mudan a una nueva zona. Pero en el caso de algunos niños, la ansiedad afecta a su comportamiento y sus pensamientos todos los días, interfiriendo en su vida escolar, doméstica y social.
¿Cómo puedo saber si mi hijo de 9 años tiene ansiedad?
Preocupaciones o temores que interfieren con las actividades diarias normales. Angustia persistente a pesar de las palabras tranquilizadoras de un adulto. Problemas para dormir por la noche o insistencia en dormir con los padres. Síntomas físicos, como dolores de cabeza o de estómago, que no se derivan de otras condiciones médicas.
¿Tengo ansiedad social?
Muchos niños tienen miedos y preocupaciones, y pueden sentirse tristes y desesperados de vez en cuando. Los miedos fuertes pueden aparecer en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños suelen sentirse muy angustiados por estar lejos de sus padres, aunque estén seguros y cuidados. Aunque los miedos y las preocupaciones son típicos en los niños, las formas persistentes o extremas de miedo y tristeza podrían deberse a la ansiedad o a la depresión. Dado que los síntomas afectan principalmente a los pensamientos y sentimientos, a veces se denominan trastornos de interiorización.
Cuando un niño no supera los miedos y preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando hay tantos miedos y preocupaciones que interfieren con las actividades escolares, domésticas o lúdicas, el niño puede ser diagnosticado de un trastorno de ansiedad. Algunos ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad son
La ansiedad puede presentarse como miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, así como síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o de estómago. Algunos niños ansiosos se guardan sus preocupaciones para sí mismos y, por tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.
Un niño de 5 años se preocupa por todo
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG). El TAG hace que los niños se preocupen casi todos los días, y por muchas cosas. Los niños con TAG se preocupan por cosas que a la mayoría de los niños les preocupan, como los deberes, los exámenes o cometer errores.
Pero con el TAG, los niños se preocupan más, y más a menudo, por estas cosas. Los niños con TAG también se preocupan por cosas que los padres no esperan que les preocupen. Por ejemplo, pueden preocuparse por el recreo, la hora de la comida, las fiestas de cumpleaños, el tiempo de juego con los amigos o el viaje en el autobús escolar. Los niños con TAG también pueden preocuparse por la guerra, el tiempo o el futuro. O por los seres queridos, la seguridad, la enfermedad o las lesiones.
El TAG puede dificultar la concentración de los niños en la escuela. Porque con el TAG, casi siempre hay una preocupación en la mente del niño. El TAG dificulta que los niños se relajen y se diviertan, que coman bien o que se duerman por la noche. Pueden faltar muchos días a la escuela porque la preocupación los hace sentir enfermos, temerosos o cansados.
Algunos niños con TAG se guardan sus preocupaciones para sí mismos. Otros hablan de sus preocupaciones con sus padres o profesores. Pueden preguntar una y otra vez si algo que les preocupa va a ocurrir. Pero es difícil que se sientan bien, independientemente de lo que digan sus padres.
Ansiedad social ataque de pánico
Todos los niños y adolescentes sienten algo de ansiedad. Es una parte normal del crecimiento. La ansiedad por separación es normal en niños muy pequeños. Casi todos los niños de entre 18 meses y 3 años tienen ansiedad por separación y son pegajosos en cierto grado. Pero los síntomas del TAE son más graves. Un niño debe tener síntomas de TAE durante al menos 4 semanas para que el problema se diagnostique como TAE. Un niño con TAE tiene preocupaciones y temores por estar alejado de casa o de la familia que no son propios de su edad.
Los expertos creen que el TAE está causado por factores tanto biológicos como ambientales. Un niño puede heredar la tendencia a la ansiedad. Lo más probable es que intervenga un desequilibrio de dos sustancias químicas en el cerebro (norepinefrina y serotonina).
Los primeros síntomas del TAE suelen aparecer alrededor del tercer o cuarto grado. Pueden empezar después de una pausa escolar, como las vacaciones o el verano, o después de una enfermedad prolongada. Cada niño puede tener síntomas diferentes. Pero los signos más comunes del TAE son:
Los expertos no saben cómo prevenir el TAE en niños y adolescentes. Pero si nota signos de TAE en su hijo, puede ayudarle buscando una evaluación lo antes posible. El tratamiento temprano puede reducir los síntomas y mejorar el desarrollo normal de su hijo. También puede mejorar la calidad de vida de su hijo.