Conferencia del BCH: Envejecer bien: claves para mantenerse mentalmente sano
Los trastornos de ansiedad son las condiciones de salud mental más comunes. Alrededor del 10 al 20 por ciento de los adultos mayores sufren de ansiedad, y el trastorno puede tener un gran impacto en su calidad de vida. Afortunadamente, hay muchas formas de controlarla.
Sin embargo, los adultos mayores son más propensos a mencionar sus síntomas físicos que los mentales o emocionales. Los dolores de cabeza, la tensión muscular, las náuseas, los problemas digestivos y los latidos acelerados del corazón pueden ser signos de ansiedad si no hay una causa física de estos problemas.
La respiración profunda es una buena manera de controlar los síntomas fisiológicos de la ansiedad. Cuando se respira profundamente, se obtiene más dióxido de carbono en la sangre, lo que puede calmar las partes del cerebro responsables de la ansiedad. La respiración profunda también activa el sistema nervioso parasimpático, que le ayuda a descansar y relajarse.
Los ejercicios de respiración requieren práctica para dominarlos, pero pueden ser más eficaces con el tiempo si los conviertes en un hábito. Intenta respirar de forma que el estómago se expanda al inhalar y se desinfle al exhalar. Una técnica de respiración muy popular consiste en inspirar durante cuatro cuentas, mantener la respiración durante cuatro cuentas y exhalar durante cuatro cuentas. Otra opción es inspirar durante siete cuentas y exhalar durante once.
Atención nutricional para personas mayores
Sentirse ansioso o nervioso es una emoción común para personas de todas las edades y una reacción normal al estrés. Sentirse ansioso puede ayudarnos a manejar problemas y situaciones extrañas, e incluso a evitar el peligro. Es normal sentirse ansioso ante las enfermedades, las nuevas interacciones sociales y los acontecimientos aterradores. Pero cuando uno se siente ansioso con frecuencia y la ansiedad es abrumadora y afecta a las tareas diarias, la vida social y las relaciones, puede tratarse de una enfermedad.
La ansiedad es una enfermedad común entre los adultos mayores, que afecta al 10-20 por ciento de la población mayor, aunque a menudo no se diagnostica. La fobia -cuando un individuo tiene miedo de ciertas cosas, lugares o acontecimientos- es el tipo más típico de ansiedad. Entre los adultos, la ansiedad es el problema de salud mental más común entre las mujeres, y el segundo más común entre los hombres, después del abuso de sustancias.
Los adultos mayores con trastornos de ansiedad a menudo no reciben tratamiento por una serie de razones. A menudo, los adultos mayores no reconocen ni admiten sus síntomas. Cuando lo hacen, pueden ser reacios a hablar de sus sentimientos con sus médicos. Algunos adultos mayores pueden no buscar tratamiento porque han sufrido síntomas de ansiedad durante la mayor parte de su vida y creen que los sentimientos son normales. Tanto los pacientes como los médicos pueden pasar por alto un diagnóstico de ansiedad debido a otras afecciones médicas y al uso de medicamentos recetados, o a situaciones particulares que el paciente está afrontando. Por ejemplo, la ansiedad que sufre un paciente que ha enviudado recientemente puede ser más que un duelo normal. El duelo complicado o crónico suele ir acompañado de ansiedad persistente y los cónyuges en duelo pueden evitar los recuerdos del fallecido.
Entender la ansiedad a través de los ojos de un niño con la Dra. Dawn
Los trastornos de ansiedad son comunes entre los adultos mayores y se asocian con una mala calidad de vida, una mayor discapacidad y un deterioro cognitivo. Los estudios indican que el tratamiento precoz dirigido al cese total de los síntomas de ansiedad tiene un beneficio considerable para los adultos mayores. A pesar de ello, los trastornos de ansiedad en la tercera edad no se estudian ni se notifican, y los pacientes suelen estar infratratados. Se utilizan diversos enfoques conductuales y farmacológicos para tratar los trastornos de ansiedad. Esta edición de Elder Care se centrará en la farmacoterapia basada en la evidencia para tratar la ansiedad en los adultos mayores.
El objetivo del tratamiento debe ser mejorar la función dirigiéndose a los síntomas más incapacitantes/estresantes para el paciente. Esto debe hacerse en equilibrio con las consideraciones de seguridad relacionadas con el envejecimiento.
Por ejemplo, los síntomas de ansiedad se asocian a menudo con quejas cognitivas y físicas en los adultos mayores. Aunque el tratamiento exitoso de la ansiedad puede mejorar potencialmente la cognición, algunos medicamentos pueden empeorar la función cognitiva. Otros medicamentos pueden proporcionar un beneficio mínimo para la ansiedad mientras empeoran los síntomas somáticos (por ejemplo, náuseas, mareos, dolor de cabeza) que pueden ser más un problema para el paciente que los síntomas emocionales de la ansiedad.
Fibra en una dieta GF. Parte 1: Manejo de la enfermedad celíaca en personas mayores
La evidencia sobre la eficacia de las intervenciones psicosociales para reducir la incidencia de la depresión y la ansiedad y promover el bienestar subjetivo en las personas mayores es limitada, especialmente en los países latinoamericanos. Por ello, este estudio pretende evaluar un programa específicamente diseñado para abordar esta cuestión en personas de entre 65 y 80 años que acuden a centros de atención primaria.MétodoLas personas mayores que acuden a centros de atención primaria serán asignadas aleatoriamente al programa o a un grupo de control. Sólo se incluirán usuarios independientes; se excluirán aquellos que hayan tenido un trastorno depresivo mayor o un trastorno de ansiedad en los últimos 6 meses. El programa está basado en el grupo; incluye estimulación cognitiva, ampliación de las redes de apoyo social y estrategias de comportamiento cognitivo. Los síntomas y trastornos depresivos y de ansiedad, así como el bienestar psicológico, se evaluarán mediante instrumentos estandarizados, una vez antes de aplicar el programa y posteriormente, después de 18 y 36 semanas.DiscusiónLa atención primaria es un entorno en el que las intervenciones para mejorar la salud mental pueden ser beneficiosas. Proporcionar programas basados en la evidencia que funcionen con personas mayores es una prioridad para la salud mental pública.Registro del ensayoEl protocolo de este estudio se ha registrado prospectivamente en el registro ISRCTN el 25 de julio de 2018. Identificador: ISRCTN32235611.