Estrés crónico
La fatiga puede estar relacionada con muchos problemas diferentes, desde los niveles bajos de hierro hasta una mala noche de sueño, pero ¿podría estar también relacionada con el estrés? Es muy posible. Por eso, hoy voy a analizar por qué el estrés puede causar a veces fatiga y, lo que es más importante, qué puedes hacer cuando tus niveles de energía empiezan a bajar.
Cuando se trata de la fatiga, la mayoría de las personas son más propensas a examinar sus patrones de sueño que sus niveles de estrés, lo que podría explicar por qué el lado psicológico de la fatiga se pasa por alto. Es más fácil culpar de nuestros sentimientos de agotamiento a algo más concreto: una mala noche de sueño, niveles bajos de hierro, la menopausia, etc. – Pero, aunque estos son factores desencadenantes evidentes, la forma en que te sientes puede explicar a menudo por qué tus niveles de energía están cayendo.
Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Leipzig que examina los factores determinantes de la fatiga y el estrés. En él, un análisis de 2.483 participantes reveló que la fatiga estaba fuertemente vinculada a niveles de estrés más altos1, pero la pregunta que quiero analizar es ¿por qué? Pues bien, para responder a esto, primero tenemos que examinar los otros síntomas preexistentes de estrés que podrían estar contribuyendo a su repentino desfase energético.
Tratamiento del estrés crónico
Los trastornos de ansiedad y pánico pueden producir una amplia gama de síntomas físicos angustiosos. Muchas personas no son conscientes de que sus síntomas son causados por la ansiedad, lo que puede empeorar el problema, ya que muchas personas se preocupan de que sus síntomas sean causados por una enfermedad subyacente, lo que conduce a una mayor ansiedad. Este círculo vicioso puede romperse aprendiendo sobre la ansiedad y siendo capaz de reconocer los síntomas físicos. Estos son los 10 síntomas físicos más comunes de la ansiedad.
La fatiga es uno de los síntomas más comunes asociados a la ansiedad, el trastorno de pánico, el estrés crónico, la depresión y otros trastornos mentales. La ansiedad crónica deja al cuerpo y a la mente en un estado constante de tensión y alto estado de alerta. La mente está constantemente escudriñando el entorno externo e interno en busca de amenazas, lo que provoca malestar emocional y tensión física. Este estado de alerta constante conduce al agotamiento mental y físico, que a menudo persiste incluso después de un largo sueño.
La ansiedad es una respuesta natural al peligro y es necesaria para que el ser humano sobreviva. Los niveles elevados de ansiedad desencadenan cambios en el cuerpo que ayudan a prepararse para hacer frente a las amenazas y al peligro, lo que también se conoce como la respuesta de lucha o huida. Sin embargo, si usted vive con ansiedad crónica, su cuerpo y su mente a menudo son incapaces de diferenciar entre los peligros reales y los imaginarios, lo que significa que la respuesta de lucha o huida puede estar continuamente activa. Uno de los primeros cambios que se producen durante la respuesta de lucha o huida es un aumento del ritmo cardíaco.
Estrés emocional
Si levantarse de la cama después de una buena noche de sueño parece imposible a veces, puede que esté sufriendo de agotamiento mental. El cansancio constante que conlleva este agotamiento mental puede hacer que se sienta imposible de superar. No eres el único: casi el 75% de los trabajadores han informado de sentimientos similares desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.
El agotamiento mental es una sensación de cansancio extremo, caracterizada por otros sentimientos como la apatía, el cinismo y la irritabilidad. Puede estar mentalmente agotado si ha sufrido recientemente un estrés prolongado, le cuesta concentrarse en las tareas o le faltan intereses en las actividades que suele disfrutar.
El agotamiento mental suele producirse como resultado del uso excesivo, al igual que las lesiones físicas por uso excesivo. Aunque no se pueda señalar, tiene más en común con las lesiones por esfuerzo repetitivo, como el túnel carpiano o el codo de tenista. En lugar de sobrecargar un grupo de músculos, el agotamiento mental y emocional proviene de sobrecargar la mente.
El agotamiento mental es completamente posible y es probablemente más común de lo que debería. Después de un largo período de estrés o de un tiempo de emociones intensas, el agotamiento mental es inevitable. Al igual que nuestros cuerpos muestran síntomas después de esforzarse demasiado, nuestras mentes están destinadas a mostrar signos de agotamiento mental si no tenemos el cuidado adecuado.
Síntomas físicos del estrés
ResumenEl Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) es un complicado trastorno caracterizado por una fatiga extrema que dura al menos seis meses y que no puede explicarse completamente por una condición médica subyacente. La fatiga empeora con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.
Se desconoce la causa del síndrome de fatiga crónica, aunque hay muchas teorías, que van desde las infecciones víricas hasta el estrés psicológico. Algunos expertos creen que el síndrome de fatiga crónica puede estar provocado por una combinación de factores.
No existe una prueba única para confirmar el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica. Es posible que se necesiten varias pruebas médicas para descartar otros problemas de salud que presenten síntomas similares. El tratamiento del síndrome de fatiga crónica se centra en mejorar los síntomas.
CausasLa causa del síndrome de fatiga crónica sigue siendo desconocida. Algunas personas pueden nacer con una predisposición al trastorno, que luego se desencadena por una combinación de factores. Los posibles desencadenantes son: