Parkinsonismo atípico
Las contracciones musculares, incluidos los espasmos musculares, las sacudidas, los calambres, las pulsaciones, los temblores y los movimientos musculares involuntarios, son síntomas comunes del trastorno de ansiedad, incluido el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, los ataques de pánico y ansiedad, y otros.
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Los síntomas de ansiedad por fasciculaciones musculares pueden afectar de forma persistente a un solo músculo, grupo de músculos o grupos de músculos; pueden desplazarse y afectar a otro músculo, grupo de músculos o grupos de músculos; y pueden migrar por todo el cuerpo y afectar a muchos músculos o grupos de músculos.
Las contracciones musculares por ansiedad pueden aparecer y desaparecer raramente, ocurrir con frecuencia o persistir indefinidamente. Por ejemplo, tener fasciculaciones musculares de vez en cuando y no tan a menudo, tenerlas de forma intermitente o tenerlas todo el tiempo.
Cómo dejar de temblar las manos cuando se está nervioso
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Los movimientos involuntarios se refieren a los movimientos corporales que están fuera de su control. Estos movimientos pueden ser leves, como un leve tic del ojo, o bastante pronunciados y afectar a los movimientos de los brazos, el tronco o el cuello. Los movimientos involuntarios pueden estar causados por afecciones crónicas, daños nerviosos, reacciones a fármacos o lesiones cerebrales.
Los movimientos involuntarios pueden ser reversibles, como los causados por un efecto secundario de la medicación, o permanentes. Trabajar con un neurólogo, un médico especializado en trastornos cerebrales, le ayudará a determinar cuál es la causa de sus movimientos involuntarios, así como el modo de tratarlos.
La mioclonía se refiere a sacudidas rápidas o espasmos en un músculo o grupo de músculos. La mioclonía se considera un signo clínico y no una enfermedad. El mioclono suele ser el resultado de una disfunción en la parte de la corteza cerebral o en el tronco del encéfalo.
Causas del temblor
Los trastornos psicógenos del movimiento se caracterizan por movimientos no deseados, como espasmos, temblores o sacudidas que afectan a cualquier parte de la cara, el cuello, el tronco o las extremidades. Además, algunos pacientes pueden tener una marcha extraña o dificultades con su equilibrio que son causadas por el estrés subyacente o alguna condición psicológica. Los trastornos del habla y de la voz también son relativamente comunes en los pacientes con trastornos psicógenos del movimiento, en los que los pacientes pueden experimentar tartamudeo, detención del habla, menor volumen del habla (hipofonía) o incluso un acento extranjero.
Diversas pruebas de sangre, de imagen y de otro tipo suelen ser normales y no revelan ninguna causa física (orgánica) que pueda explicar estas anomalías motoras. La mayoría de los movimientos psicógenos se consideran involuntarios, es decir, realizados sin conciencia ni esfuerzo. Pueden imitar los trastornos orgánicos del movimiento, como el temblor, la distonía, el mioclonismo, el parkinsonismo, los tics y las discinesias paroxísticas. Aunque un trastorno psicógeno del movimiento puede parecerse o acompañar a un trastorno orgánico, un neurólogo experto y con experiencia debería ser capaz de diferenciar los dos tipos de trastornos del movimiento.
No puedo dejar de temblar
La enfermedad de Huntington, la causa más común de corea, es un trastorno autosómico dominante causado por la expansión de una repetición inestable de trinucleótidos cerca del telómero del cromosoma 4.1,2 Cada descendiente de un miembro de la familia afectado tiene un 50% de posibilidades de haber heredado la mutación totalmente penetrante. Según la primera descripción de la enfermedad realizada por George Huntington en 1872, hay tres peculiaridades marcadas en esta enfermedad: (1) su naturaleza hereditaria; (2) una tendencia a la locura y al suicidio; (3) la manifestación como enfermedad grave sólo en la vida adulta.3 Sin embargo, Huntington no mencionó el deterioro cognitivo, que ahora se reconoce como una característica cardinal de la enfermedad.4
La enfermedad de Huntington tiene una prevalencia mundial de entre 4 y 8 por cada 100.000 personas, sin preponderancia de género.5 La enfermedad de Huntington tiene la tasa de prevalencia más alta en la región del lago Maracaibo en Venezuela, con aproximadamente el 2% de la población afectada, y en la región de Moray Firth en Escocia.5 La enfermedad de Huntington es notablemente rara en Finlandia, Noruega y Japón, pero los datos para Asia oriental y África son inadecuados. Se cree que la mutación de la enfermedad de Huntington surgió de forma independiente en múltiples lugares y no representa un efecto fundador. Las nuevas mutaciones son extraordinariamente raras y representan una población muy pequeña de casos.