Cómo dejar de estar nervioso
Esta sección ofrece información sobre los trastornos de ansiedad. Explica los síntomas, los tratamientos y la forma de controlar un trastorno de ansiedad. Esta sección está dirigida a las personas con trastornos de ansiedad. Y a sus cuidadores, familiares y amigos.
Todos tenemos a veces sentimientos de ansiedad, preocupación y miedo. Pueden ser respuestas normales a determinadas situaciones. Por ejemplo, puede preocuparse por una entrevista de trabajo o por pagar una factura a tiempo. Estos sentimientos pueden hacerte consciente de los riesgos y de lo que debes hacer en una situación difícil o peligrosa. Esta reacción se conoce como “lucha o huida”.
El cerebro responde a una amenaza o peligro liberando hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Aunque el peligro no sea real, estas hormonas provocan los síntomas físicos de la ansiedad. Una vez que la situación amenazante ha cesado, el cuerpo suele volver a la normalidad.
Pero si padeces un trastorno de ansiedad, estas sensaciones de miedo y peligro pueden ser continuas e interrumpir tu rutina diaria mucho después de que la amenaza haya desaparecido. Pueden hacerle sentir que las cosas son peores de lo que realmente son.
Sentirse ansioso sin razón
Todo el mundo experimenta algún tipo de ansiedad de vez en cuando. Algunos incluso se sienten ansiosos todo el tiempo. Pero, ¿cuándo se convierte en un problema de salud y cómo podemos saber si sólo estamos demasiado preocupados o si sufrimos un trastorno de ansiedad? Si se pregunta: “¿Tengo un trastorno de ansiedad?” o “¿Por qué tengo ansiedad?”, esta guía debería responder a algunas de sus preguntas.
¿Qué es la ansiedad? La ansiedad es la sensación de preocupación, nerviosismo o intranquilidad, como la que tienes antes de tu examen final o de una gran presentación en el trabajo. Sientes algo de estrés, pero esa “ansiedad buena” te motiva a prepararte con antelación. Y cuando lo que te ha estado preocupando (por ejemplo, el examen final o la presentación) ha terminado, dejas de preocuparte y no llevas la ansiedad contigo.
“Estar ansioso es una reacción normal al estrés. Te protege y te pone en alerta ante posibles peligros”, explica la Dra. Susan Zachariah, consultora del Departamento de Psiquiatría General del Instituto de Salud Mental (IMH). Pero si una persona empieza a experimentar molestias físicas, como latidos del corazón muy rápidos, vértigo o dificultad para respirar, y se ve tan afectada que llama a la puerta para decir que está enferma o no se presenta al evento que le causa la preocupación, entonces puede ser el inicio de un trastorno de ansiedad.
Cómo deshacerse de la ansiedad rápidamente
Un poco de ansiedad puede ser útil; por ejemplo, sentirse ansioso antes de un examen puede hacer que esté más alerta y mejore su rendimiento. Pero un exceso de ansiedad puede hacer que te sientas cansado e incapaz de concentrarte.
Cuando te sientes ansioso o estresado, tu cuerpo libera hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Éstas provocan los síntomas físicos de la ansiedad, como el aumento de la frecuencia cardíaca y de la sudoración.
Un poco de ansiedad está bien, pero la ansiedad a largo plazo puede causar problemas de salud más graves, como la presión arterial alta (hipertensión). También puede ser más probable que desarrolle infecciones. Si te sientes ansioso todo el tiempo o esto afecta a tu vida cotidiana, es posible que padezcas un trastorno de ansiedad o de pánico.
Cómo calmar un ataque de ansiedad
La ansiedad no es una enfermedad infrecuente. De hecho, es la enfermedad mental más común en los adultos de Estados Unidos. Aun así, muchos de nosotros andamos preguntándonos “¿por qué estoy ansioso sin razón?”. La ansiedad es más frustrante cuando parece surgir de la nada, sin razón alguna. Si te preguntas “¿cómo puedo saber si mi ansiedad necesita tratamiento?”, probablemente estés en el punto en el que hablar con un terapeuta podría ayudar mucho. No tienes que luchar contra la ansiedad; es totalmente tratable. Así que busca ayuda hoy mismo.
Laura estaba preocupada todo el tiempo y no sabía por qué. Su trabajo iba muy bien, tenía una buena relación con su novio y tenía un círculo de amigos cercano. Aun así, siempre estaba inquieta y vigilante, y una sensación de temor la seguía a todas partes. Conducir por la autopista era lo peor de todo. Una noche volvía a casa cuando se vio sorprendida por un coche de policía que encendía las luces y las sirenas detrás de ella. Se le aceleró el corazón, le sudaron las palmas de las manos y le costó sujetar el volante. Estaba segura de que iba a morir. Pero encendió las luces de emergencia y consiguió salir al arcén mientras el coche de policía pasaba a su lado. Allí mismo sufrió un ataque de pánico y se prometió no volver a conducir por la autopista.