Cansado pero sin poder conciliar el sueño
Si eres un ser humano que necesita dormir, es posible que el último año te haya hecho perder el sueño. Cuanto más caótico es el ciclo de noticias políticas, más a menudo me encuentro con problemas para conciliar el sueño, y a veces, con la preocupación de despertarme en medio de la noche. Pero incluso si no eres un sabueso de las noticias como yo, el estrés relacionado con el trabajo, la escuela, el dinero y las relaciones puede ser suficiente para despertar a cualquiera.
Según la Fundación Nacional del Sueño, este tipo de despertares nocturnos y la incapacidad de volver a dormirse, a menudo unidos al miedo o la preocupación, se denomina “insomnio de mantenimiento”, y si tienes un trastorno de ansiedad subyacente, puede causar estragos en tu ciclo de sueño además de los factores de estrés cotidianos. La falta de sueño o la mala calidad del mismo exacerba la ansiedad, por lo que se trata de un ciclo destructivo.
“Cuando las personas empiezan a sentirse ansiosas o preocupadas por algo durante el día, pueden poner en marcha estrategias de afrontamiento que les ayuden a distraer su atención de estas preocupaciones, como llamar a un amigo para hablar por teléfono o poner su programa de televisión favorito. Sin embargo, una vez que se dejan de lado las distracciones del día, la rumiación y las preocupaciones suelen salir a la superficie. Por la noche, poner en práctica algunas de estas estrategias de afrontamiento para distraerse de la preocupación puede provocar, en realidad, más dificultades para conciliar el sueño, ya que pueden ser demasiado estimulantes. La dificultad para conciliar el sueño puede desencadenar su propia serie de preocupaciones y alimentar el ciclo de ansiedad e insomnio.
Problemas para dormir
La ansiedad para dormir es un tipo de ansiedad de ejecución que implica un ciclo de pensamientos ansiosos antes de acostarse, muchos de los cuales implican malestar, nerviosismo y preocupación. Mientras que hay docenas de tareas para ocupar sus funciones cognitivas durante el día, su cerebro puede a menudo luchar para mantenerse ocupado por la noche, recurriendo así a cualquier emoción y pensamiento ansioso. La ansiedad puede conducir a un ciclo interminable de estrés y mal sueño. Si a menudo experimentas ansiedad nocturna, puede ser difícil saber si tienes problemas para dormir porque estás ansioso o si te sientes ansioso porque no puedes dormir. Según las investigaciones, el sueño y la ansiedad van de la mano. Tener ansiedad puede causar problemas de sueño y dificultar la conciliación del mismo, pero la falta de sueño también puede desencadenar la ansiedad. Si no puedes dormir, puede que te dé miedo irte a la cama y despertarte sintiéndote aún más privado de sueño. Los investigadores de la Universidad de Berkeley sugieren que la falta de sueño puede activar regiones del cerebro que desencadenan una preocupación excesiva, lo que provoca más ansiedad y hace que el sueño sea aún más esquivo
Ataques de pánico nocturnos
Cuando la ansiedad lleva a la mente a un ritmo excesivo, puede ser difícil dejar de rumiar y relajarse al final del día. Tu mente da vueltas a la misma pista, sigue dándole vueltas a la misma conversación o se preocupa por las mismas preguntas sin respuesta. A menudo, el sueño se vuelve inalcanzable.
Por ejemplo, en el cuerpo, el estrés constante puede manifestarse como músculos tensos, problemas gastrointestinales, respiración acelerada, aumento de la frecuencia cardíaca, fatiga, rechinar o apretar los dientes, así como una plétora de otros síntomas que se ven y no se ven.
Digamos que tu cerebro está estresado y obsesionado con algo. O que las exigencias de su vida o su carrera le dejan constantemente preocupado. Hay una mayor probabilidad de que no esté durmiendo tan bien como podría. El resultado es la privación del sueño.
Cuando dormimos, nuestro cuerpo es capaz de sanar y procesar los eventos que suceden durante el día. Cuando estamos ansiosos, a nuestro cerebro le cuesta más desconectarse y permitir que el sueño se haga cargo, disminuyendo así la capacidad de nuestro cuerpo para curarse.
Prepararse para un buen descanso nocturno protegido del estrés y la ansiedad comienza mucho antes de llegar a la almohada. Veamos los consejos que puedes seguir durante el día que te ayudarán a descansar más fácilmente y a dormir mejor por la noche.
Estoy tan estresado que no puedo dormir
Si es así, no está solo. Según los expertos médicos, 1 de cada 6 habitantes del Reino Unido sufre regularmente de ansiedad. Ésta puede ser una de las razones por las que un porcentaje aún mayor de adultos -el 30%, según los Institutos Nacionales de la Salud- padece insomnio ocasional.
Todas estas vueltas en la cama están haciendo mella en nuestra salud y felicidad. Según el Dr. Matthew Walker, especialista en sueño, dos tercios de los adultos no consiguen dormir las 8 horas recomendadas por noche. Más de la mitad de los estadounidenses intentan sobrevivir con menos de seis horas de sueño por noche, lo que hace que cumplan la definición médica de privación de sueño.
Sí, vivimos en tiempos estresantes. Hay que hacer frente a tensiones inesperadas, por no hablar de la ansiedad normal y corriente causada por preocupaciones como el pago de la hipoteca y el cuidado de los niños. Esos “desencadenantes” de la ansiedad no van a desaparecer.
Pero HAY cosas que podemos hacer para reducir la ansiedad y conseguir el sueño que necesitamos. En este artículo trataremos algunas de ellas, que van desde simples cambios en el estilo de vida hasta suplementos nutricionales que pueden ayudarte a combatir el estrés y evitar que se convierta en insomnio.