Prueba de ansiedad
La vida puede ser estresante: puedes sentirte estresado por el rendimiento escolar, por acontecimientos traumáticos (como una pandemia, una catástrofe natural o un acto de violencia) o por un cambio de vida. Todo el mundo siente estrés de vez en cuando.
¿Qué es el estrés? El estrés es la respuesta física o mental a una causa externa, como tener muchos deberes o padecer una enfermedad. Un factor estresante puede ser algo puntual o de corta duración, o puede ocurrir repetidamente durante mucho tiempo.
Si esa ansiedad no desaparece y empieza a interferir en tu vida, podría afectar a tu salud. Podrías tener problemas para dormir, o con tus sistemas inmunológico, digestivo, cardiovascular y reproductivo. También puede correr un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad mental, como un trastorno de ansiedad o una depresión. Lea más sobre los trastornos de ansiedad.
Todo el mundo experimenta estrés, y a veces ese estrés puede resultar abrumador. Puede correr el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad si siente que no puede controlar el estrés y si los síntomas del mismo:
¿Cuál es la principal causa de la ansiedad?
Las experiencias difíciles en la infancia, la adolescencia o la edad adulta son un desencadenante común de los problemas de ansiedad. Pasar por estrés y traumas cuando se es muy joven puede tener un impacto especialmente grande. Las experiencias que pueden desencadenar problemas de ansiedad incluyen cosas como: abuso físico o emocional.
¿Puede el estrés repentino provocar ansiedad?
“Un inicio repentino de ansiedad puede ocurrir cuando algo extremadamente estresante está sucediendo inesperadamente, o cuando hay dolor físico en el cuerpo, estrés físico u otros tipos de estrés mental severo”, dice Saxena.
Síntomas de ansiedad
Tanto la ansiedad como el estrés pueden causar importantes problemas de salud mental y física. Ambas son respuestas y emociones normales, y cualquiera de ellas puede volverse inmanejable y requerir apoyo profesional. Comprenda las diferencias entre ambos, lo que distingue el estrés y la preocupación problemáticos de los normales, y lo que puede hacer para encontrar alivio.
El estrés y la ansiedad no son sentimientos o reacciones anormales. Todos los experimentamos a veces y en distintos grados. Cualquiera de ellos puede llegar a ser abrumador y perturbar tu vida, pero hay diferencias importantes. La más notable es que la ansiedad puede ser una enfermedad mental específica, un tipo de trastorno de ansiedad. Independientemente de si sus problemas están relacionados con el estrés, la ansiedad o ambos, es importante saber cuándo buscar ayuda profesional. El tratamiento puede ayudarte a controlar tus emociones y reacciones, reduciendo el estrés y la ansiedad en tu vida.
El estrés es una respuesta perfectamente normal del cuerpo a algún tipo de cambio, demanda o amenaza. La respuesta puede tener un componente físico, emocional o mental. Todo el mundo experimenta algún grado de estrés en su vida. Cada persona puede responder de forma diferente a los factores estresantes, y algunos reaccionan con mayor intensidad o frecuencia que otros. Los posibles factores de estrés, que pueden ser puntuales o continuos, incluyen:
Síntomas de un ataque de ansiedad
Una encuesta de 2020 publicada por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) revela que “el 62% de los estadounidenses se sienten más ansiosos que en 2019”, dice Tonya Crombie, Ph.D., autora de Deja de preocuparte por tu hijo ansioso. “Eso marca un aumento considerable con respecto a las encuestas de la APA de los [tres años anteriores], en las que el número ha oscilado entre el 32% y el 39%”.
“Si tenemos en cuenta los importantes factores de estrés provocados por una pandemia mundial, la incertidumbre económica, el malestar social y las amargas divisiones políticas, es completamente comprensible que haya tantas personas que se sientan más ansiosas que nunca”, afirma Crombie.
La aparición repentina de la ansiedad puede ser provocada por una gran cantidad de cosas -desde un acontecimiento importante, como una muerte en la familia, hasta factores de estrés cotidianos, como el trabajo o las preocupaciones presupuestarias-, pero a veces puede ser causada por nada en absoluto, o incluso por cuestiones de las que no se es consciente.
“Nuestros cerebros están diseñados para vigilar el peligro y avisarnos cuando aparecen estas señales”, dice Karin Kassab, MA, psicóloga y directora general de Clarity Counseling Center. “Aunque a veces lo parezca, la ansiedad no es tu enemigo. Es tu cerebro tratando de mantenerte a salvo. Piensa en tu ansiedad como un sistema de seguridad demasiado sensible”.
Cómo afecta la ansiedad al cuerpo
Un estado de ansiedad no se desarrolla ni es causado por un solo factor, sino por una combinación de cosas. Hay otros factores que influyen, como la personalidad, las experiencias vitales difíciles y la salud física.
Algunas personas que padecen trastornos de ansiedad pueden tener una predisposición genética a la ansiedad y, en ocasiones, estos trastornos pueden ser hereditarios. Sin embargo, el hecho de que uno de los padres o un pariente cercano padezca ansiedad u otro trastorno de salud mental no significa que se vaya a desarrollar automáticamente la ansiedad.
Las investigaciones sugieren que las personas con determinados rasgos de personalidad son más propensas a padecer ansiedad. Por ejemplo, los niños que son perfeccionistas, se ponen nerviosos con facilidad, son tímidos, se inhiben, carecen de autoestima o quieren controlarlo todo, a veces desarrollan ansiedad durante la infancia, la adolescencia o cuando son adultos.
Las enfermedades físicas crónicas también pueden contribuir a los estados de ansiedad o influir en el tratamiento de la ansiedad o de la propia enfermedad física. Las enfermedades crónicas más comunes asociadas a los estados de ansiedad son