¿Se puede curar la ansiedad?
Muy pocas personas pueden decir que pasan por la vida sin sentirse al límite en algún momento. La sensación de miedo o preocupación por algo o alguien es universal. Pero a veces, las personas sienten ansiedad de forma constante durante periodos de tiempo extremadamente largos, lo que puede llevar a la pregunta: ¿La ansiedad desaparece?
La sensación de ansiedad de cada persona es única según sus circunstancias. Sin embargo, la mayoría de las formas de ansiedad se basan en una causa específica. Ya sea un acontecimiento próximo que le preocupe, el miedo a algo que pueda suceder o la obsesión por algo que ya ha sucedido, la ansiedad es una emoción amplia que abarca una variedad de situaciones estresantes.
La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) explica que la ansiedad es una respuesta al estrés que desempeña un papel en la protección de las personas y en alertarlas de cosas que necesitan atención. Sin embargo, una ansiedad desproporcionada con respecto a la situación o que obstaculice la capacidad de funcionamiento de una persona podría indicar un trastorno de ansiedad.
Los sentimientos de ansiedad en escenarios estresantes no son exactamente lo mismo que tener un trastorno de ansiedad. La ansiedad normal suele desaparecer una vez que se ha tratado la causa. Pero las personas cuyos miedos o preocupaciones se intensifican hasta el punto de ser intrusivos en su vida diaria pueden tener un trastorno de ansiedad, sobre todo si tienen dificultades para seguir adelante a causa de ella.
Cómo recuperarse de la ansiedad
Con demasiada frecuencia convertimos la ansiedad en un problema mayor de lo necesario. La ansiedad está causada por un comportamiento aprensivo, como la preocupación. Todo el mundo se preocupa de vez en cuando. Por lo tanto, no es que el comportamiento aprensivo y la ansiedad sean anormales.
Sin embargo, la ansiedad se convierte en un problema cuando somos aprensivos con más frecuencia y en mayor grado de lo que se considera normal. Y ese es el problema: las personas ansiosas se preocupan más que otras y sus cuerpos experimentan más estrés que otros. El estrés genera síntomas.
En consecuencia, la ansiedad no es una enfermedad de la que tengamos que recuperarnos ni una condición médica con la que tengamos que aprender a vivir. Para eliminar los síntomas, todo lo que tenemos que hacer es reducir nuestro estrés y dejar tiempo suficiente para que el cuerpo se recupere.
Una vez que el cuerpo se ha recuperado, deja de enviar síntomas y se recupera la salud normal. Luego, para mantener el cuerpo sin síntomas, tenemos que reducir las veces que nos comportamos con aprensión para que el cuerpo no se estrese crónicamente y vuelva a presentar síntomas.
Gestionar bien el estrés y vivir con menos ansiedad nos permite llevar una vida normal. No hay que preocuparse por no conseguir una recuperación completa, ya que ésta se produce de forma natural cuando hacemos lo correcto: gestionar bien el estrés y vivir con menos aprensión.
Ansiedad cómo superar
La ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Muchas personas se preocupan por cosas como la salud, el dinero o los problemas familiares. Pero los trastornos de ansiedad implican algo más que una preocupación o un miedo temporal. Para las personas que padecen un trastorno de ansiedad, la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir en las actividades diarias, como el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) suele implicar una sensación persistente de ansiedad o temor, que puede interferir en la vida diaria. No es lo mismo que preocuparse ocasionalmente por cosas o experimentar ansiedad debido a acontecimientos vitales estresantes. Las personas que padecen un trastorno de ansiedad generalizada experimentan una ansiedad frecuente durante meses, si no años.
Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes e inesperados. Los ataques de pánico son periodos repentinos de miedo intenso, malestar o sensación de pérdida de control, incluso cuando no hay un peligro o desencadenante claro. No todas las personas que experimentan un ataque de pánico desarrollan un trastorno de pánico.
Las personas con trastorno de pánico a menudo se preocupan por el momento en que se producirá el próximo ataque e intentan activamente prevenir futuros ataques evitando lugares, situaciones o comportamientos que asocian con los ataques de pánico. Los ataques de pánico pueden ocurrir tan frecuentemente como varias veces al día o tan raramente como unas pocas veces al año.
Cómo afrontar los ataques de ansiedad
La ansiedad es una sensación de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sudes, te sientas inquieto y tenso, y que tu corazón se acelere. Puede ser una reacción normal al estrés. Por ejemplo, puedes sentirte ansioso cuando te enfrentas a un problema difícil en el trabajo, antes de hacer un examen o antes de tomar una decisión importante. Puede ayudarte a sobrellevar la situación. La ansiedad puede darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse. Pero para las personas con trastornos de ansiedad, el miedo no es temporal y puede ser abrumador.
Los trastornos de ansiedad son condiciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir en las actividades diarias, como el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones.
Los factores de riesgo de los distintos tipos de trastornos de ansiedad pueden variar. Por ejemplo, el TAG y las fobias son más comunes en las mujeres, pero la ansiedad social afecta a hombres y mujeres por igual. Existen algunos factores de riesgo generales para todos los tipos de trastornos de ansiedad, entre ellos:
Para diagnosticar los trastornos de ansiedad, el médico le preguntará sobre sus síntomas y su historial médico. También es posible que le haga un examen físico y pruebas de laboratorio para asegurarse de que un problema de salud diferente no es la causa de sus síntomas.