Ansiedad en el aula en adultos
Sentirse ansioso es una reacción bastante normal cuando se experimentan situaciones emocionantes, estresantes o nuevas. Sin embargo, los estudiantes que experimentan ansiedad en la escuela podrían tener un trastorno de ansiedad más grave que requiere tratamiento.
La ansiedad se convierte en un problema cuando empieza a frenar las oportunidades del estudiante, como la participación en actividades extraescolares o compromisos sociales. El Instituto Nacional de Salud Mental informa de que aproximadamente el 25% de los adolescentes de entre 13 y 18 años padecen un trastorno de ansiedad y algo menos del 6% padecen un trastorno de ansiedad grave.
Por lo general, la ansiedad estudiantil observada en niños y adolescentes desde el jardín de infancia hasta el 12º curso se manifiesta de tres formas diferentes: rechazo escolar, ansiedad ante los exámenes y ansiedad social. Estas tres ramas de la ansiedad estudiantil pueden ser causadas por cualquier número de factores y suelen ser un signo de un trastorno de ansiedad más profundo.
Existen seis tipos principales de trastornos de ansiedad. Estos incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo, la fobia, el trastorno de estrés postraumático y el trastorno de ansiedad social. Dado que la ansiedad de los alumnos suele derivar de uno de los principales trastornos, es importante que los profesores y los centros educativos conozcan bien la ansiedad y su funcionamiento para poder ofrecer un apoyo y unos recursos eficaces a los alumnos con dificultades.
Ansiedad adolescente
Muchos niños tienen miedos y preocupaciones, y pueden sentirse tristes y desesperados de vez en cuando. Los miedos fuertes pueden aparecer en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños suelen sentirse muy angustiados por estar lejos de sus padres, aunque estén seguros y cuidados. Aunque los miedos y las preocupaciones son típicos en los niños, las formas persistentes o extremas de miedo y tristeza podrían deberse a la ansiedad o a la depresión. Dado que los síntomas afectan principalmente a los pensamientos y sentimientos, a veces se denominan trastornos de interiorización.
Cuando un niño no supera los miedos y preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando hay tantos miedos y preocupaciones que interfieren con las actividades escolares, domésticas o lúdicas, el niño puede ser diagnosticado de un trastorno de ansiedad. Algunos ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad son
La ansiedad puede presentarse como miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, así como síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o de estómago. Algunos niños ansiosos se guardan sus preocupaciones para sí mismos y, por tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.
Ansiedad en el aula pdf
Sabemos que la ansiedad es algo más que “preocupaciones”. Puede influir en el rendimiento en el aula tanto como cualquier otro problema de aprendizaje. Los niños que están preocupados y ansiosos no lo hacen a propósito. El sistema nervioso actúa de forma automática, especialmente cuando se trata de la preocupación (que a menudo se deriva de los reflejos de lucha o huida). Por eso no sirven frases como “relájate” o “cálmate”.
Cuando las personas ralentizan su respiración, ralentizan su cerebro. Cuando observo que uno de mis hijos tiene problemas de ansiedad, suelo guiar a toda la clase en un ejercicio de respiración. Esto ayuda al niño que está agobiado y, normalmente, también a otros niños. A veces, lo hago simplemente porque toda la clase está nerviosa y necesitamos concentrarnos. La clave está en respirar lenta y profundamente. Este artículo sobre la respiración abdominal describe el proceso que me gusta utilizar con mis hijos. Siempre funciona.
Salir a la naturaleza también puede calmar los cerebros ansiosos. A veces, un simple cambio de escenario es lo que marca la diferencia. Respirar el aire fresco o dedicar tiempo a observar el canto de los pájaros también puede calmar a un preocupado hiperactivo. Pedir a los alumnos que observen detenidamente su entorno puede ayudarles a desviar la atención de sus preocupaciones y dirigirla hacia algo más tangible: ¿Cuántos tipos de árboles diferentes ves? ¿Cuántos cantos de pájaros diferentes oyes? ¿Cuántos tonos diferentes de verde hay en la hierba?
Padres con ansiedad
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Es común que los niños de todas las edades experimenten estrés relacionado con la escuela. Suele ser más evidente al final del verano, cuando el colegio está a punto de empezar de nuevo, pero puede ocurrir durante todo el año. ¿De dónde provienen el estrés y la ansiedad? Los factores sociales, académicos y de programación desempeñan un papel importante, al igual que los factores de estrés ambiental ocultos.
Muchos niños experimentan algún nivel de estrés o ansiedad en las situaciones sociales que encuentran en la escuela. Aunque algunas de estas cuestiones ofrecen importantes oportunidades de crecimiento, deben manejarse con cuidado y pueden provocar una ansiedad que hay que tratar.
Una buena experiencia con un profesor atento puede causar una impresión duradera en la vida de un niño, al igual que una mala experiencia. Aunque la mayoría de los profesores se esfuerzan por ofrecer a los alumnos una experiencia educativa positiva, algunos estudiantes se adaptan mejor a ciertos estilos de enseñanza y tipos de aula que otros. Si hay un desajuste entre el alumno y el profesor, el niño puede formarse sentimientos negativos duraderos sobre la escuela o sus propias capacidades.