Trastorno de pánico: ataques de pánico, causas, síntomas, diagnóstico
La ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Muchas personas se preocupan por cosas como la salud, el dinero o los problemas familiares. Pero los trastornos de ansiedad implican algo más que una preocupación o un miedo temporal. En el caso de las personas con un trastorno de ansiedad, la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir en las actividades diarias, como el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) suele implicar una sensación persistente de ansiedad o temor, que puede interferir en la vida diaria. No es lo mismo que preocuparse ocasionalmente por cosas o experimentar ansiedad debido a acontecimientos vitales estresantes. Las personas que padecen un trastorno de ansiedad generalizada experimentan una ansiedad frecuente durante meses, si no años.
Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes e inesperados. Los ataques de pánico son periodos repentinos de miedo intenso, malestar o sensación de pérdida de control, incluso cuando no hay un peligro o desencadenante claro. No todas las personas que experimentan un ataque de pánico desarrollan un trastorno de pánico.
Las personas con trastorno de pánico a menudo se preocupan por el momento en que se producirá el próximo ataque e intentan activamente prevenir futuros ataques evitando lugares, situaciones o comportamientos que asocian con los ataques de pánico. Los ataques de pánico pueden ocurrir tan frecuentemente como varias veces al día o tan raramente como unas pocas veces al año.
13 síntomas de los ataques de pánico [¡el número 10 le sorprenderá!]
Esta sección ofrece información sobre los trastornos de ansiedad. Explica los síntomas, los tratamientos y la forma de controlar un trastorno de ansiedad. Esta sección está dirigida a las personas con trastornos de ansiedad. Y a sus cuidadores, familiares y amigos.
Todos tenemos a veces sentimientos de ansiedad, preocupación y miedo. Pueden ser respuestas normales a determinadas situaciones. Por ejemplo, puede preocuparse por una entrevista de trabajo o por pagar una factura a tiempo. Estos sentimientos pueden hacerte consciente de los riesgos y de lo que debes hacer en una situación difícil o peligrosa. Esta reacción se conoce como “lucha o huida”.
El cerebro responde a una amenaza o peligro liberando hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Aunque el peligro no sea real, estas hormonas provocan los síntomas físicos de la ansiedad. Una vez que la situación amenazante ha cesado, el cuerpo suele volver a la normalidad.
Pero si padeces un trastorno de ansiedad, estas sensaciones de miedo y peligro pueden ser continuas e interrumpir tu rutina diaria mucho después de que la amenaza haya desaparecido. Pueden hacerle sentir que las cosas son peores de lo que realmente son.
¿Cuál es la diferencia entre los ataques de pánico
Un ataque de pánico, definido por la Asociación Americana de Psicología como “una oleada repentina de miedo abrumador que aparece sin previo aviso y sin ninguna razón obvia”, puede afectar a cualquiera en cualquier momento, incluso en el trabajo. Las sensaciones y los síntomas físicos (como la falta de aire y la opresión en el pecho) son muy reales y pueden dar mucho miedo. Los ataques de pánico no le matarán, pero dependiendo de su gravedad y frecuencia, pueden tener un impacto significativo en su calidad de vida en todos los ámbitos, incluido el laboral. Los síntomas de los ataques de pánico, a menudo desencadenados por situaciones estresantes, suelen remitir cuando se acaba el estrés. Los desencadenantes más comunes en el trabajo son hablar en público, un conflicto, una reunión importante, una transición importante como un ascenso o un gran proyecto, o un acontecimiento social relacionado con el trabajo, como una reunión con un cliente clave o unas copas después del trabajo. La autora ofrece consejos para gestionar los síntomas y evitar que se apoderen de la jornada laboral, así como para apoyar a un compañero que pueda estar experimentando uno.
Cuando la ansiedad ataca
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Un ataque de ansiedad es un episodio de preocupación, malestar o miedo extremo y excesivo acompañado de una serie de síntomas físicos. Los síntomas de un ataque de ansiedad incluyen dificultad para respirar, palpitaciones, pensamientos incontrolables, sensación de pánico, etc.
Si alguna vez ha sufrido un ataque de ansiedad, sabe lo aterrador que puede ser. Es aterrador sentirse incapaz de controlar su propio cuerpo y su mente. Por eso es importante buscar tratamiento para los ataques de ansiedad, especialmente si interfieren en su vida diaria.
Una crisis de ansiedad puede durar desde unos segundos hasta 15 minutos o más. Algunas personas pueden reconocer los desencadenantes de sus ataques de ansiedad, mientras que para otras un ataque de ansiedad puede surgir aparentemente de la nada.