Tratamientos para los párpados caídos
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Golpe repentino de párpados caídos
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Ptosis
Hay varias cosas que pueden hacer que los párpados se caigan, lo que se conoce como ptosis. La mayoría no son motivo de preocupación, mientras que otras son tratables. Incluso los bebés que nacen con esta afección pueden someterse a una sencilla intervención quirúrgica y esperar una vida con una visión normal.
Sin embargo, los problemas de los párpados no son nada que deba ignorarse. Tanto los párpados superiores como los inferiores son fundamentales para proteger los ojos de las lesiones. También ayudan a controlar la cantidad de luz que llega a los ojos y aseguran que la película lagrimal se extienda por los ojos, evitando que se sequen.
“Un niño no va a desarrollar una visión [normal] si el párpado le estorba”, dice el doctor Philip Rizzuto, cirujano oculoplástico y portavoz de la Academia Americana de Oftalmología. “Cuando el niño ve el color y la luz, se estimulan todos los nervios. La retina y el cerebro desarrollan vías que establecerán la visión para toda la vida”.
El síndrome de Horner es una de esas afecciones. Es un síndrome poco frecuente que se produce cuando algo (un ictus o un tumor, por ejemplo) daña el nervio que controla uno de los músculos relacionados con el movimiento de los párpados. Por lo general, el síndrome de Horner también provoca que las pupilas se vuelvan muy pequeñas y que la parte de la cara afectada deje de sudar. La ptosis asociada al síndrome de Horner suele desaparecer cuando se trata el problema subyacente.
Ptosis unilateral
Introducción: La diabetes de larga duración puede provocar una parálisis del nervio oculomotor y un trastorno de ansiedad. La parálisis del nervio oculomotor diabético suele ir acompañada de diplopía, ptosis y trastornos del movimiento ocular. El nervio oculomotor suele estar separado en divisiones superior e inferior; la parálisis diabética del tercer par craneal puede afectar a cualquiera de las dos divisiones de forma aislada. Sin embargo, el trastorno de ansiedad y la ptosis bilateral alternante como primeros síntomas de la diabetes son extremadamente raros.
Presentación del caso: Este informe de caso describe a una paciente de 63 años que ingresó en el hospital por un trastorno de ansiedad con ptosis bilateral alternante. La paciente no tenía diplopía ni otros síntomas neurológicos focales nuevos. La exploración neurológica reveló una ptosis del párpado superior izquierdo; los demás hallazgos fueron negativos. Salvo la hiperglucemia (13,96 mmol/L) y la hemoglobina glicosilada (7,9%), las pruebas de laboratorio no mostraron otras anomalías. La paciente se recuperó finalmente en poco tiempo tras un tratamiento integral, que incluía un control eficaz de la glucemia, la mejora de la microcirculación y el control de la ansiedad.