Cómo superar la anhedonia y la falta de deseo
La ansiedad y la depresión suelen ser afecciones comórbidas, pero no se sabe cómo se desarrolla esta comorbilidad. Por ello, en tres estudios se intentó discernir si la anhedonia puede ser un factor clave de vinculación entre la ansiedad y la depresión.
En tres estudios se preguntó a los participantes sobre sus síntomas de ansiedad y depresión: en el Estudio 1, 109 participantes completaron medidas de ansiedad, depresión, evitación de actividades y percepción de disfrute e importancia de las actividades evitadas; en el Estudio 2, 747 participantes completaron medidas de anhedonia, ansiedad, depresión y actitud defensiva; en el Estudio 3, 216 participantes completaron medidas que evaluaban los mismos constructos que en el Estudio 2 en cuatro puntos temporales (con un intervalo de 11 meses).
En el Estudio 1, los síntomas de ansiedad y depresión se relacionaron positivamente sólo en los individuos que renunciaron a un posible disfrute debido a su evitación relacionada con la ansiedad; en el Estudio 2, el efecto indirecto de la anhedonia ayudó a explicar cómo los síntomas de ansiedad impartieron riesgo a los síntomas depresivos; y en el Estudio 3, la ansiedad condujo a la anhedonia y luego a la depresión con el tiempo y la anhedonia condujo a la ansiedad y luego a la depresión tanto a los 5 como a los 11 meses.
¿La ansiedad provoca anhedonia?
Conclusiones: La ansiedad puede evolucionar hacia la depresión a través de la anhedonia, de manera que los individuos ansiosos comienzan a perder el placer por las actividades que les provocan ansiedad, lo que da lugar al desarrollo de otros síntomas depresivos.
¿Qué enfermedad mental tiene la anhedonia?
La anhedonia es un síntoma común del trastorno depresivo mayor y de otros trastornos depresivos, como el trastorno de desregulación del estado de ánimo, la distimia, el trastorno disfórico premenstrual y el trastorno depresivo inducido por sustancias.
Cómo afrontar la anhedonia, segunda parte
La anhedonia es un conjunto diverso de déficits en la función hedónica, incluida la reducción de la motivación o la capacidad de experimentar placer[1]. Mientras que las definiciones anteriores hacían hincapié en la incapacidad de experimentar placer, los investigadores utilizan actualmente la anhedonia para referirse a la reducción de la motivación, la reducción del placer anticipatorio (deseo), la reducción del placer consumatorio (gusto) y los déficits en el aprendizaje por refuerzo. [En el DSM-5, la anhedonia es un componente de los trastornos depresivos, de los trastornos relacionados con sustancias, de los trastornos psicóticos y de los trastornos de la personalidad, donde se define por una capacidad reducida de experimentar placer o por una disminución del interés en participar en actividades placenteras[5][6] Aunque la CIE-10 no menciona explícitamente la anhedonia, el síntoma depresivo análogo a la anhedonia descrito en el DSM-5 es la pérdida de interés o placer[3].
Aunque la anhedonia fue definida originalmente en 1896 por Théodule-Armand Ribot como la capacidad reducida de experimentar placer, se ha utilizado para referirse a déficits en múltiples facetas de la recompensa. Las reconceptualizaciones de la anhedonia destacan la independencia del “querer” y el “gustar”. El “querer” es un componente del afecto positivo anticipatorio, que media tanto la motivación (es decir, la saliencia del incentivo) para comprometerse con la recompensa, como las emociones positivas asociadas con la anticipación de una recompensa. “La conciencia de los procesos relacionados con la recompensa también se ha utilizado para categorizar la recompensa en el contexto de la anhedonia, ya que los estudios que comparan el comportamiento implícito con los autoinformes explícitos demuestran una disociación entre ambos[7].
¿Qué es la anhedonia?
La ansiedad y la depresión suelen ser condiciones comórbidas, pero no se sabe cómo se desarrolla esta comorbilidad. Por ello, en tres estudios se intentó discernir si la anhedonia puede ser un factor clave de vinculación entre la ansiedad y la depresión.
En tres estudios se preguntó a los participantes sobre sus síntomas de ansiedad y depresión: en el Estudio 1, 109 participantes completaron medidas de ansiedad, depresión, evitación de actividades y percepción de disfrute e importancia de las actividades evitadas; en el Estudio 2, 747 participantes completaron medidas de anhedonia, ansiedad, depresión y actitud defensiva; en el Estudio 3, 216 participantes completaron medidas que evaluaban los mismos constructos que en el Estudio 2 en cuatro puntos temporales (con un intervalo de 11 meses).
En el Estudio 1, los síntomas de ansiedad y depresión se relacionaron positivamente sólo en los individuos que renunciaron a un posible disfrute debido a su evitación relacionada con la ansiedad; en el Estudio 2, el efecto indirecto de la anhedonia ayudó a explicar cómo los síntomas de ansiedad impartieron riesgo a los síntomas depresivos; y en el Estudio 3, la ansiedad condujo a la anhedonia y luego a la depresión con el tiempo y la anhedonia condujo a la ansiedad y luego a la depresión tanto a los 5 como a los 11 meses.
Cómo afrontar la anhedonia, primera parte
IntroducciónLa conducta eficaz de búsqueda de recompensas y la toma de decisiones suelen requerir un equilibrio entre las acciones que ya se sabe que tienen resultados positivos y la exploración de nuevos caminos menos transitados para obtener resultados potencialmente aún mejores. En la vida real, es en estos entornos complejos e inciertos donde los individuos con estado de ánimo deprimido toman decisiones que no son óptimas. Además, aunque se sabe que el estado de ánimo deprimido altera la toma de decisiones basada en la recompensa, las pruebas son algo contradictorias y sugieren una complejidad subyacente [1]. Una posible fuente de complejidad es la naturaleza multidimensional de este estado psicológico, con déficits tanto en la emocionalidad negativa (por ejemplo, culpa elevada, ansiedad) como en el afecto positivo (disminución de la felicidad, anticipación del placer). Es probable que esta complejidad explique una amplia gama de perfiles depresivos y diferencias individuales sustanciales en sus alteraciones cognitivas subyacentes (por ejemplo, el tipo de déficit de procesamiento). Una cuantificación precisa de cómo estos distintos atributos emocionales pueden impactar diferencialmente en el procesamiento de la recompensa es, por tanto, importante tanto para la ciencia cognitiva básica como para la investigación clínica, ya que puede mejorar la comprensión, la detección, la clasificación y el tratamiento de muchas condiciones psiquiátricas con déficits conocidos en la toma de decisiones basadas en la recompensa.