Tratamiento de la ansiedad infantil en casa
Todos los niños experimentan ansiedad. De hecho, un poco de ansiedad puede ayudar a los niños a tomar decisiones seguras (no cruzar la calle sin mirar a ambos lados) y a rendir bien (estudiar antes de un examen importante). La ansiedad es preocupante cuando deja de proteger al niño y, en cambio, se interpone en su capacidad para funcionar de forma saludable. Por ejemplo, los niños que experimentan una ansiedad problemática pueden evitar participar en ciertas actividades, quejarse de dolores frecuentes, tener dificultades para dormir y tener problemas para concentrarse en la escuela.
El tratamiento de los trastornos de ansiedad suele incluir terapia, medicación o una combinación de ambas. La forma más común y exitosa de terapia utilizada para tratar los trastornos de ansiedad se llama terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC consiste en ayudar a los niños a entender cómo sus pensamientos y comportamientos pueden afectar a cómo se sienten y a aprender formas de cambiar los pensamientos y comportamientos poco útiles. Los terapeutas también pueden ayudar a los padres a entender cómo su comportamiento puede aumentar la ansiedad de su hijo (por ejemplo, permitir que su hijo duerma con ellos por la noche). Es muy importante buscar consejo médico si le preocupa que su hijo tenga un trastorno de ansiedad, porque si no se trata, la ansiedad se agranda y puede causar más problemas.
Medicación para el tratamiento de la ansiedad infantil
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más del 7% de los niños estadounidenses de entre 3 y 17 años han sido diagnosticados de ansiedad. Los niños con trastornos mentales experimentan luchas únicas que afectan a su forma de aprender, socializar y desarrollarse como adultos. Afortunadamente, existen opciones de tratamiento eficaces y recursos para que los padres puedan ayudar a sus hijos.
Los índices de ansiedad han alcanzado cotas alarmantes en los últimos años, especialmente en los niños. Entre los niños de 3 a 17 años, el 73,8% de los que padecen depresión también tienen ansiedad. El 37,9% de los niños de 3 a 17 años con ansiedad también tienen problemas de comportamiento. Lamentablemente, sólo el 59,3% de los niños de esa edad con ansiedad han recibido tratamiento.
Un mayor porcentaje de adolescentes de 12 a 17 años tiene ansiedad en comparación con los niños de 3 a 5 y de 6 a 11 años. Mientras que los niños caucásicos presentan mayores síntomas de ansiedad en la escuela secundaria, los niños afroamericanos tienen un mayor índice en la escuela primaria y secundaria.
Hay varios signos notables asociados a la ansiedad que los padres deben seguir. Entre ellos se encuentran la preocupación excesiva, la inquietud, la dificultad para concentrarse, la irritabilidad excesiva, los ataques de pánico recurrentes, la evitación de situaciones sociales y los miedos irracionales.
Test de ansiedad infantil
Todos los niños sienten miedo de vez en cuando. Los tipos de miedo que experimentan pueden cambiar a medida que envejecen. Pero si no superan sus miedos o si sus preocupaciones se prolongan demasiado, pueden padecer un trastorno de ansiedad. Los niños con trastornos de ansiedad pueden mostrarse irritables o enfadados, tener problemas para dormir o experimentar problemas físicos como dolores de cabeza o de estómago. Pueden tener problemas importantes en las interacciones sociales, la escuela y la vida en el hogar.
El tratamiento más eficaz para los trastornos de ansiedad es la terapia cognitivo-conductual, que enseña a las personas formas saludables de afrontar sus preocupaciones y emociones. Pero algunos niños no prueban la terapia o no siguen el tratamiento correctamente. De los niños que sí completan la terapia, sólo la mitad responde.
Los estudios han demostrado que la participación de los padres en el tratamiento de sus hijos también puede ayudar a reducir la ansiedad. Los padres están en una posición única para ayudar, ya que sus hijos confían naturalmente en ellos para que los tranquilicen y los protejan. Sin embargo, aunque algunas formas de acomodar los miedos de un niño pueden disminuir su ansiedad en ese momento, también pueden impedir que el niño aprenda a manejar sus preocupaciones por sí mismo cuando crezca. Por ejemplo, un padre puede dormir con un niño que tiene ansiedad por separación o evitar invitar a sus familiares cuando el niño tiene fobia social.
Terapia de ansiedad para niños cerca de mí
La ansiedad es una experiencia común y natural. Muchas personas la sienten, independientemente de su edad. La ansiedad es una respuesta normal cuando nos enfrentamos a algo amenazante o peligroso, vergonzoso o estresante porque nos prepara para manejar la situación.
Sin embargo, algunos niños pueden sentir la ansiedad de forma más intensa y les resulta más difícil controlar sus sentimientos de ansiedad. Alguien que experimenta ansiedad puede sentirse “al límite”, abrumado, preocupado o asustado. Puede temer que algo malo vaya a suceder o sentir pánico. Algunas personas experimentan una serie de síntomas físicos, como dolores de estómago y de cabeza.
En el caso de los tamariki y los rangatahi, hay temores comunes que suelen estar asociados a la edad. Por ejemplo, los bebés pueden temer separarse de sus padres. Los niños pequeños suelen tener miedo a los insectos y a los animales. Algunos niños también pueden tener miedo a la oscuridad o imaginar que hay monstruos debajo de la cama.
Los adolescentes también tienen muchas ansiedades, como la preocupación por encajar y ser juzgados por otras personas. La ansiedad por el rendimiento es común entre los niños y jóvenes que compiten por altos niveles de excelencia deportiva o académica.