Debilidad muscular por estrés
Dolor en el pecho. Dificultad para respirar. Mareos repentinos. Vómitos. ¿Significan estos síntomas un ataque al corazón o un ataque de pánico? Pues depende. Esta infografía le ayuda a decidir cómo descartar un ataque al corazón en casa, qué buscar en un ataque de pánico – y cuándo buscar atención médica inmediata.
En un ataque al corazón, el dolor en el pecho suele pasar de leve a intenso. Se describe como una sensación de presión u opresión constante, o una sensación de opresión, ardor o dolor. Puede comenzar en el centro del pecho y luego irradiarse al brazo, el cuello o los omóplatos, generalmente en el lado izquierdo del cuerpo.
Los síntomas del infarto tienden a empeorar a medida que pasa el tiempo y duran más. Las molestias en el pecho pueden ser leves al principio, pero convertirse en extremas al cabo de unos minutos, o pueden desaparecer y volver a aparecer. Si el dolor es muy breve (o en un punto que duele más al tocarlo o empujarlo), probablemente no sea el corazón.
Durante un ataque de pánico, el dolor en el pecho suele ser agudo o punzante y se limita a la parte central del pecho. En algunas personas, el dolor puede reproducirse o empeorar al presionar la zona, y aliviarse o agravarse al cambiar de posición.
Neuritis braquial
Cualquier parte de su cuerpo es susceptible de sufrir dolor. Aunque puede esperar experimentar dolor después de una lesión, a veces el malestar se desarrolla por una causa desconocida. El dolor de brazos y manos, por ejemplo, puede producirse sin que exista una lesión por muchas causas diferentes. Dado que dependes de tus brazos y manos para hacer muchas cosas, desde escribir hasta teclear o llevar la compra a tu casa, el dolor puede ser un poco angustioso e impedirte hacer las cosas que necesitas.
Hacer el mismo movimiento una y otra vez, con pocos descansos entre ellos, puede poner a prueba los músculos, ligamentos y tendones del brazo o la mano. Existen algunas afecciones comunes que afectan al brazo o a la mano y que se desarrollan a causa de los movimientos repetitivos:
La tendinitis se refiere a la inflamación de los tendones, que son los tejidos fibrosos gruesos que sujetan los músculos al hueso. La repetición del mismo movimiento una y otra vez puede provocar la inflamación de cualquiera de los tendones del brazo o las manos.
El codo de tenista, por ejemplo, se desarrolla por el constante movimiento de ida y vuelta del antebrazo al jugar. Sin embargo, los tenistas no son los únicos propensos a padecer esta enfermedad; los pintores, los carniceros y los fontaneros también pueden desarrollar el codo de tenista. También puedes ser propenso a la inflamación si te pasas el día moviendo el ratón del ordenador hacia arriba y hacia abajo.
Dolor nervioso en el brazo
El dolor en el brazo puede tener muchas causas, pero el dolor en el brazo izquierdo puede ser a veces un signo de un problema grave en el corazón, especialmente si va acompañado de dolor u opresión en el pecho. Esto se debe a que el corazón y el brazo izquierdo comparten vías nerviosas hacia el cerebro, por lo que un problema en el corazón puede generar un dolor referido en el brazo izquierdo. Aquí hay siete causas de dolor en el brazo izquierdo y cuando es una emergencia médica.
4. Una fractura de brazo, también conocida como fractura, puede producirse en cualquiera de los tres huesos del brazo, el radio y el cúbito, que forman el antebrazo, o el húmero, el hueso de la parte superior del brazo. Las fracturas son comunes en todas las edades, y ocurren con mayor frecuencia debido a accidentes, como en un accidente de coche o al caer sobre un brazo extendido al hacer deporte. A medida que se envejece, las fracturas son más frecuentes porque la densidad ósea disminuye, lo que hace que los huesos sean más frágiles y quebradizos. Las fracturas de brazo suelen causar un dolor importante y agudo, además de: Cómo tratarla: Si cree que tiene un brazo roto, debe acudir al médico lo antes posible. Las roturas sencillas pueden arreglarse y tratarse con reposo, hielo y un cabestrillo, pero las más graves pueden requerir una escayola y/o una intervención quirúrgica.
Síntomas de la angina de pecho
La Asociación Americana de Psicología informa de que el 50% de los estadounidenses padecen estrés crónico. También informan de que una de cada 10 personas sufre dolor de cuello u hombros. Entonces, ¿cuál es la conexión aquí?
Los estudios demuestran que los niveles elevados de estrés emocional o psicológico pueden contribuir al dolor físico crónico, sobre todo en el cuello y los hombros. Este tipo de dolor crónico se ha relacionado posteriormente con la irritabilidad, la fatiga e incluso la depresión.
El estrés se encuentra a diario en la vida, ya sea de carácter personal o profesional. El cuerpo está preparado para manejar el estrés en pequeñas rachas. Es cuando hay problemas continuos que nos gravan mentalmente cuando nuestro cuerpo físico empieza a actuar. Los músculos se tensan y empiezan a doler las articulaciones.