Síntomas de lesiones cerebrales traumáticas años después
El traumatismo craneoencefálico (TCE) se produce por un golpe repentino o una sacudida en la cabeza. La lesión cerebral suele ser consecuencia de un traumatismo, como un accidente, una explosión o una caída. Conozca el solapamiento de los síntomas del TEPT y de la LCT y cómo afrontarlos.
El traumatismo craneoencefálico se produce por un golpe o una sacudida repentina en la cabeza. La lesión cerebral suele producirse durante algún tipo de traumatismo, como un accidente, una explosión o una caída. A menudo, cuando la gente se refiere a la LCT, se equivoca al hablar de los síntomas que se producen después de una LCT. En realidad, una LCT es la lesión, no los síntomas.
Una LCT es básicamente lo mismo que una conmoción cerebral. Una LCT puede ser leve, moderada o grave. Estos términos indican la naturaleza de la lesión en sí. No le indican los síntomas que puede tener o la gravedad de los mismos.
Una LCT puede ocurrir incluso cuando no hay contacto directo con la cabeza. Por ejemplo, cuando una persona sufre un latigazo cervical, el cerebro puede ser sacudido dentro del cráneo. Este daño puede provocar una hemorragia entre el cerebro y el cráneo. Pueden formarse hematomas donde el cerebro golpea el cráneo. Al igual que los hematomas en otras partes del cuerpo, en el caso de las lesiones leves se curan con el tiempo.
Efectos psicológicos de las lesiones cerebrales
El traumatismo craneoencefálico (TCE) está causado por un golpe o una sacudida en la cabeza que altera el funcionamiento del cerebro. Las principales causas de las lesiones cerebrales traumáticas son las caídas, los golpes contra objetos y los accidentes de tráfico. Las LCT van desde las leves (una breve alteración de la conciencia) hasta las graves (inconsciencia prolongada o amnesia). Aunque la mayoría de los traumatismos craneoencefálicos que se producen cada año son leves -conocidos comúnmente como conmociones cerebrales-, muchos son graves y en ocasiones provocan una discapacidad permanente o la muerte. En 2013, se produjeron aproximadamente 2,8 millones de visitas a urgencias, hospitalizaciones y muertes relacionadas con las LCT en Estados Unidos.
Además de la carga emocional de las LCT, se estima que la carga económica de las LCT en los Estados Unidos es de aproximadamente 76.500 millones de dólares. Los programas y servicios que apoyan a los pacientes con LCT se financian a través de varias fuentes federales y estatales. Por ejemplo, las exenciones de Medicaid para los Servicios Basados en el Hogar y la Comunidad (HCBS) están activas en 47 estados y en el Distrito de Columbia y financian servicios rentables para aquellos que corren el riesgo de ser institucionalizados debido a una condición médica. Al menos 22 estados utilizan una exención de HCBS para ampliar las prestaciones y los servicios a determinados pacientes con LCT.
Cómo afrontar una lesión cerebral traumática
El término “conmoción cerebral” es sinónimo de lesión cerebral traumática leve (LCTM). Las conmociones cerebrales son bastante comunes. Por ejemplo, sólo en el fútbol americano, se calcula que un 10% de los jugadores universitarios y un 20% de los de secundaria en Estados Unidos sufren lesiones cerebrales cada temporada.
Una conmoción cerebral se produce con una lesión en la cabeza debida a un contacto que provoca fuerzas de aceleración o desaceleración y puede o no implicar una pérdida de conciencia (LOC). Sin embargo, la pérdida de conocimiento (si está presente) y su duración son fundamentales, ya que se utiliza para determinar la gravedad de la lesión.
Los síntomas y signos de una conmoción cerebral pueden evolucionar a lo largo de varios minutos u horas, por lo que una persona que sufre un golpe fuerte puede parecer inicialmente alerta y con la mente despejada inmediatamente después de la lesión, sólo para experimentar un deterioro en un momento posterior. Por esta razón, es esencial que las personas de las que se sospecha que tienen una conmoción cerebral sean observadas cuidadosamente durante las siguientes 12-24 horas tras el alta, para asegurarse de que su estado no se deteriora. Normalmente, esta responsabilidad recae en la familia y los amigos. Es muy importante que la persona que se recupera de una conmoción cerebral no se quede sola durante el día siguiente a la lesión.
Lesión cerebral falta de emoción
Algunas personas pueden experimentar emociones muy rápida e intensamente pero con un efecto muy poco duradero. Por ejemplo, pueden enfadarse con facilidad pero se les pasa rápidamente. O puede parecer que están “en una montaña rusa emocional” en la que un momento están felices, al siguiente tristes y luego enfadados. Esto se llama labilidad emocional.
La ansiedad es una sensación de miedo o nerviosismo que no guarda proporción con la situación. Las personas con lesiones cerebrales pueden sentirse ansiosas sin saber exactamente por qué. O pueden preocuparse y ponerse ansiosos por cometer demasiados errores, o “fracasar” en una tarea, o si sienten que se les critica. Muchas situaciones pueden ser más difíciles de manejar después de una lesión cerebral y causar ansiedad, como estar en multitudes, tener prisa o adaptarse a cambios repentinos de plan.
Algunas personas pueden tener una aparición repentina de ansiedad que puede ser abrumadora (“ataques de pánico”). La ansiedad puede estar relacionada con una situación muy estresante -a veces la situación que causó la lesión- que se “reproduce” en la mente de la persona una y otra vez e interfiere con el sueño (“trastorno de estrés postraumático”). Dado que cada forma de ansiedad requiere un tratamiento diferente, la ansiedad siempre debe ser diagnosticada por un profesional de la salud mental o un médico.