Mareo crónico
Sentirse mareado puede ser fácilmente uno de los síntomas más perturbadores de la ansiedad. Es posible que se sienta aturdido o “mareado”. Puede sentir que necesita sentarse o tumbarse y, en algunos casos, cambiar de posición no detiene los síntomas. Para otros, el mareo puede ir acompañado de otros síntomas que pueden hacerle creer que su vida corre peligro.
Los mareos pueden ser un síntoma muy grave de otros problemas, como presión arterial baja, anemia, levantarse demasiado rápido o enfermedades más graves como la esclerosis múltiple. Si es la primera vez que experimenta un mareo -especialmente si el mareo es severo- es una buena idea visitar a su proveedor de atención primaria.
Los mareos inducidos por la ansiedad no suelen durar mucho, aunque pueden fluctuar con bastante rapidez en medio de un momento de ansiedad intensa. Si los mareos le impiden estar de pie o duran más de unos minutos sin resolverse, lo mejor es que se ponga en contacto con su médico de cabecera, porque puede que no estén causados simplemente por la ansiedad.
Ansiedad constante
La ansiedad es una parte normal de la vida, y los mareos son un síntoma común. La mayoría de las personas han experimentado mareos inducidos por la ansiedad en algún momento, pero algunas personas sufren ataques intermitentes o crónicos de ansiedad y mareos. La ansiedad persistente con mareos suele estar relacionada con un trastorno de ansiedad.
Los mareos también pueden provocar ansiedad, especialmente cuando se producen con regularidad e interfieren con el funcionamiento normal. Muchos casos de mareos son desencadenados por movimientos específicos, pero algunas personas tienen mareos inexplicables. En cualquiera de los dos casos, las personas pueden sentirse muy ansiosas al marearse.
Es importante destacar que la ansiedad y el mareo pueden reforzarse mutuamente. Por ejemplo, si está ansioso por marearse, su riesgo de marearse aumenta. Cuando se marea, aumenta su nivel de ansiedad. Con el tiempo, este ciclo puede llegar a ser debilitante y aumenta el riesgo de desarrollar nuevos trastornos psiquiátricos y empeorar los existentes, por lo que es importante aprender a controlar la ansiedad y los mareos.
Las personas que experimentan ansiedad recurrente o crónica pueden padecer un trastorno de ansiedad. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), alrededor del 20% de los adultos cumplen los criterios de un trastorno de ansiedad, con un ligero aumento en las mujeres (~23%). Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, entre ellos:
Ansiedad, mareo
Los trastornos de ansiedad y pánico pueden producir una amplia gama de síntomas físicos angustiosos. Muchas personas no son conscientes de que sus síntomas están causados por la ansiedad, lo que puede agravar el problema, ya que muchas personas se preocupan de que sus síntomas estén causados por una enfermedad subyacente, lo que provoca más ansiedad. Este círculo vicioso puede romperse aprendiendo sobre la ansiedad y siendo capaz de reconocer los síntomas físicos. Estos son los 10 síntomas físicos más comunes de la ansiedad.
La fatiga es uno de los síntomas más comunes asociados a la ansiedad, el trastorno de pánico, el estrés crónico, la depresión y otros trastornos mentales. La ansiedad crónica deja al cuerpo y a la mente en un estado constante de tensión y alto estado de alerta. La mente está constantemente escudriñando el entorno externo e interno en busca de amenazas, lo que provoca malestar emocional y tensión física. Este estado de alerta constante conduce al agotamiento mental y físico, que a menudo persiste incluso después de un largo sueño.
La ansiedad es una respuesta natural al peligro y es necesaria para que el ser humano sobreviva. Los niveles elevados de ansiedad desencadenan cambios en el cuerpo que ayudan a prepararse para hacer frente a las amenazas y al peligro, lo que también se conoce como la respuesta de lucha o huida. Sin embargo, si usted vive con ansiedad crónica, su cuerpo y su mente a menudo son incapaces de diferenciar entre los peligros reales y los imaginarios, lo que significa que la respuesta de lucha o huida puede estar continuamente activa. Uno de los primeros cambios que se producen durante la respuesta de lucha o huida es un aumento del ritmo cardíaco.
Lo que ayuda contra los mareos
Los síntomas como el mareo son experimentados por muchas personas a menudo en espacios abiertos. Suelen quejarse de que empiezan a sentirse mareados en lugares públicos como las tiendas de comestibles y suelen estar intrigados por la causa de este problema. Hay muchas razones diferentes por las que nos sentimos mareados, pero las más comunes son la ansiedad, los trastornos sanguíneos, el estrés y ciertas afecciones cardíacas. Aunque sólo un médico puede diagnosticar la causa principal del mareo del paciente, en la mayoría de los casos éste sufre la sensación de desequilibrio en un lugar público debido a la ansiedad.
La ansiedad es un problema grave de salud mental y tiene la capacidad de dictar la vida del paciente. La constante sensación de agobio y mareo puede obstaculizar las perspectivas del paciente de llevar una vida plena. La gente alberga la idea errónea de que los pacientes que sufren ansiedad tienen el control absoluto de su situación, pero esto es lo más alejado de la realidad.
Incluso si un paciente se encuentra en un entorno cómodo y está rodeado de seres queridos, puede sufrir un ataque de ansiedad. Esto se debe a que la cognición del paciente está conectada de tal manera que estos ataques pueden desencadenarse en cualquier lugar y en cualquier momento. Sin embargo, estos ataques son más propensos a producirse en lugares públicos como centros comerciales, tiendas de comestibles o grandes reuniones públicas.