Avances en odontología
Si es usted como mucha gente, experimenta cierto grado de inquietud ante la perspectiva de una visita al dentista. Puede ser inquietante que alguien explore una zona personal de su cuerpo, como la boca, las encías y los dientes.
Y, para algunas personas, este nerviosismo va más allá de ser ligeramente inquietante. Las personas que experimentan formas agresivas de ansiedad dental pueden sentir tanto pánico al pensar en visitar al dentista que lo evitan hasta el punto de que los problemas leves se convierten en graves.
Aunque la mayoría de las personas, según la Alberta Dental Association & College, no saben lo que busca el dentista cuando realiza un examen dental, las visitas rutinarias al dentista pueden ayudarle a evitar muchas de las complicaciones que podrían ser más temibles y que un buen cuidado de la salud oral puede prevenir.
La ansiedad dental es una condición en la que se sufre una incomodidad extrema, nerviosismo, miedo e incluso pánico ante la idea de ir al dentista. En los casos más extremos, se manifiesta con síntomas muy reales.
El miedo que le impide ir al dentista durante mucho tiempo puede provocar otras afecciones bucodentales y de salud en general. Según el gobierno canadiense, una mala salud bucodental se relaciona con una serie de afecciones importantes, como:
Miedo dental
También conocida como fobia dental, esta forma de ansiedad puede provocar náuseas, dificultad para respirar, ataques de pánico e incluso desmayos. Eso sin tener en cuenta el impacto negativo que tiene para la salud el hecho de no acudir al dentista.
La fobia dental puede resultar muy aislante para la persona afectada. Es una condición que avergüenza a las personas, especialmente si ya tienen problemas dentales. A menudo, les resulta difícil hablar de ello con alguien, porque les preocupa que les juzguen por haber esperado tanto tiempo.
Afortunadamente, la mayoría de las personas que deciden enfrentarse a su ansiedad han mejorado sus experiencias. En lugar de la imagen poco comprensiva que puede haber conjurado sobre los dentistas, descubrirá que no sólo nos preocupamos por sus inquietudes, sino que ya estamos familiarizados con el concepto de muchos otros pacientes. De hecho, es una parte estándar de la formación dental para aprender a tratar a los pacientes con fobia dental.
La ansiedad ante los procedimientos dentales es mucho más grave que la ansiedad generalizada. Deja a los pacientes aterrorizados y con pánico. En el caso de la fobia dental, los pacientes suelen saber que sus preocupaciones son irracionales, pero siguen atrapados por el miedo y el dolor.
Terapia cognitivo-conductual
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La dentofobia (odontofobia), o miedo a los dentistas, es una fobia común entre personas de todas las edades. A veces está relacionada con la iatrofobia, o el miedo a los médicos, así como con la tripanofobia, o el miedo a las agujas. La dentofobia puede ser leve o grave, y puede acabar provocando problemas de salud graves.
Ya sea debido a la genética o al comportamiento, la salud dental varía mucho de una persona a otra. Algunas personas son capaces de aguantar durante años entre las visitas al dentista con poco o ningún impacto en sus dientes o encías. Otras son propensas a sufrir caries y enfermedades de las encías, independientemente de la frecuencia con la que se cepillen los dientes y utilicen el hilo dental. Si no eres uno de esos pocos afortunados, la dentofobia puede tener consecuencias reales en tu vida.
La caries se agrava con el tiempo. Pequeñas caries que antes se podían empastar fácilmente pueden dar lugar a dientes rotos y podridos, que requieren un tratamiento de conductos costoso e invasivo y trabajos de reconstrucción. Este conocimiento puede, a su vez, hacer que sea menos probable que busque tratamiento, creando un círculo vicioso.
Causas de la ansiedad dental
Para muchas personas, ir al dentista es una experiencia desagradable pero manejable. Para otras, el mero hecho de pensar en ir al dentista les provoca una gran ansiedad, lo que les lleva a retrasar o evitar el tratamiento dental. Desgraciadamente, este comportamiento puede convertirse en un círculo vicioso de dolor dental, problemas de salud, peor ansiedad y procedimientos dentales más complejos y costosos.
Es muy común que la gente tenga miedo de ir al dentista. Cuando el miedo al dentista es grave y lleva a las personas a retrasar o cancelar el tratamiento, estas personas pueden cumplir los criterios de la fobia dental u odontofobia, que se incluye en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición, como un tipo de fobia. Hay muchas razones y factores desencadenantes de la ansiedad dental. Para algunos, han tenido una experiencia traumática previa; para otros, tienen un miedo extremo a las agujas. Dado que el origen del miedo puede variar de un paciente a otro, es fundamental que identifique sus miedos y lo comparta con su dentista u otro profesional sanitario.