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Diferencia fobia y miedo

junio 17, 2022
Diferencia fobia y miedo

Causas de las fobias

Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.

El miedo es una parte normal y saludable de la vida. De hecho, el miedo desempeña un papel importante para evitar que entremos en situaciones perjudiciales y nos ayuda a decidir cuándo salir de situaciones que no son necesariamente las mejores.

Es fácil tener miedo de casi todo. El miedo se basa generalmente, aunque no siempre, en una experiencia negativa con el objeto o la circunstancia en cuestión. Por ejemplo, si te atacó un perro de pequeño, es posible que sigas teniendo miedo a los perros en la actualidad. A veces el miedo se aprende de otra persona, como un niño que tiene miedo a las arañas por las reacciones de su madre.

Sea cual sea el objeto del miedo, es posible que te sientas angustiado o incómodo cuando te enfrentes a ese objeto. Si tiene miedo a volar, por ejemplo, puede ponerse nervioso o ansioso cuando sube a un avión. Es posible que se automedique, tal vez tomando una bebida antes del vuelo, pero podrá controlar los síntomas y seguir con su vida. Puede que prefiera viajar en coche o en tren, pero volará cuando sea necesario o práctico.

Miedo irracional

La Asociación Americana de Psicología define el miedo como una reacción racional ante un acontecimiento u objeto potencialmente peligroso. El miedo, por ejemplo, puede impulsarle a ponerse a cubierto durante una fuerte tormenta o a huir de un animal peligroso.

  Lista de fobias que existen

La Asociación Americana de Ansiedad y Depresión calcula que 19 millones de estadounidenses padecen una fobia. Aunque puede aparecer en la primera infancia, la mayoría de las fobias se manifiestan entre los 15 y los 20 años. Algunos ejemplos son:



Mientras que los miedos ayudan a las personas a responder de forma adecuada y cautelosa ante el peligro, las fobias pueden interferir en la capacidad de las personas para vivir sus vidas. Cuando los adultos o adolescentes con una fobia se encuentran con el miedo, pueden experimentar reacciones que van desde la aceleración de los latidos del corazón hasta el pánico paralizante. En consecuencia, pueden hacer todo lo posible por evitar el desencadenante de la fobia. Por ejemplo, las personas con fobia a hablar en público pueden rechazar un ascenso simplemente porque no quieren hacer una presentación.

Fobia a las palabras largas

El miedo es una reacción humana normal. De hecho, es un importante instinto de supervivencia que puede protegernos del peligro y prepararnos para afrontarlo. Incluso los bebés están dotados de los instintos necesarios para percibir el peligro y responder a él. El miedo es una reacción mental y física aguda provocada repentinamente por un acontecimiento peligroso o una experiencia desconocida. El cuerpo se prepara para el modo de huida o lucha para protegernos de lo que está ocurriendo, y el miedo desaparece cuando se acaba.

Aunque es normal, e incluso útil, experimentar miedo en situaciones de peligro, la distinción entre miedo y fobia suele implicar un alto nivel de ansiedad. Es decir, su hijo empieza a anticipar, incluso a imaginar o a exagerar enormemente una amenaza, sin que ésta se produzca realmente. De nuevo, muchos de nosotros experimentamos un nivel natural de ansiedad de vez en cuando. Una dosis saludable de ansiedad puede motivarnos a hacerlo mejor o a preparar nuestra mente y nuestro cuerpo para un encuentro estresante. Sin embargo, un exceso de ansiedad puede tener el efecto contrario. El pánico puede llegar a ser paralizante e impedir que tu hijo haga las cosas bien.

  Tratamiento psicologico de la fobia social pdf

Fobia a la pérdida

La montaña rusa vacila durante una fracción de segundo en la cima de su empinada pista tras una larga y lenta subida. Sabe lo que está a punto de ocurrir, y ya no hay forma de evitarlo. Es el momento de agarrarse a la barandilla, con las palmas de las manos sudadas y el corazón acelerado, y prepararse para el salvaje descenso.

El miedo es una de las emociones humanas más básicas. Está programado en el sistema nervioso y funciona como un instinto. Desde que somos bebés, estamos equipados con los instintos de supervivencia necesarios para responder con miedo cuando percibimos un peligro o nos sentimos inseguros.

El miedo nos ayuda a protegernos. Nos hace estar alerta ante el peligro y nos prepara para afrontarlo. Sentir miedo es muy natural -y útil- en algunas situaciones. El miedo puede ser como una advertencia, una señal que nos advierte de que debemos tener cuidado.

Cuando percibimos el peligro, el cerebro reacciona al instante, enviando señales que activan el sistema nervioso. Esto provoca respuestas físicas, como una aceleración de los latidos del corazón, una respiración rápida y un aumento de la presión arterial. La sangre bombea a los grupos musculares para preparar el cuerpo para la acción física (como correr o luchar). La piel suda para mantener el cuerpo fresco. Algunas personas pueden notar sensaciones en el estómago, la cabeza, el pecho, las piernas o las manos. Estas sensaciones físicas de miedo pueden ser leves o fuertes.

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