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Fobia a los ronquidos

junio 16, 2022
Fobia a los ronquidos

Sensibilidad al sonido

Se trata de algo más que una simple timidez. Para las personas con fobia social, la vida es un escenario y el resto del mundo puede ser como un público que juzga y ridiculiza. El miedo al escrutinio público o a la vergüenza puede llevar a evitar situaciones que podrían desencadenar síntomas de ansiedad social. Además, las personas con fobia social pueden ser propensas a “automedicarse” con alcohol o drogas para sentirse más cómodas en las fiestas o reuniones.

Los síntomas generales de la fobia social incluyen sensaciones físicas de ansiedad, timidez, evitación de situaciones sociales y miedo a ser juzgado o avergonzado. Algunas personas con trastorno de ansiedad social se comportan de forma no tímida, sino agresiva. Al enfrentarse a su miedo, una persona puede experimentar síntomas físicos como rubor, sudoración, manos húmedas, temblores, náuseas y tartamudeo o voz temblorosa.

Los síntomas de la fobia social pueden desencadenarse en situaciones concretas -usar un baño público, interactuar con extraños, pedir comida en un restaurante- o en la más sutil de las interacciones sociales, como establecer contacto visual.

Prueba de misofonía

Los ronquidos nocturnos no sólo molestan a la pareja, sino también a la persona que ronca, ya que pueden impedir las fases de sueño profundo reparador, dependiendo de la gravedad del trastorno respiratorio relacionado con el sueño.

El resultado es la fatiga, la tensión y el agotamiento durante las horas de vigilia. Y la peligrosa apnea del sueño (cese de la respiración) durante la noche supondrá una gran carga para el sistema circulatorio. Después de que un especialista en medicina del sueño haya diagnosticado el tipo de ronquido nocturno, en la consulta de los doctores Zimny y Zimny-Schattling de Berlín se fabrican con éxito férulas de avance de la mandíbula inferior (roncadores).

  Grupos de fobia social

La férula de avance de la mandíbula inferior evita que la lengua se colapse y bloquee la zona de la garganta, fijando la mandíbula inferior en una posición específica que, a su vez, evita los ronquidos y las posibles interrupciones de la respiración.

Test de fonofobia

Oyes a tu cónyuge respirar cerca y te enfadas al instante. Tu hijo de 6 años bosteza y eso provoca en ti una reacción de lucha o huida. Evitas los restaurantes porque no soportas el sonido de la masticación. Los sonidos que otras personas no parecen percibir te ponen los pelos de punta.  Puede que tengas misofonía.

Las personas con misofonía se ven afectadas emocionalmente por sonidos comunes, normalmente los que hacen los demás y a los que los demás no prestan atención. Los ejemplos anteriores (respirar, bostezar o masticar) crean una respuesta de lucha o huida que desencadena la ira y el deseo de escapar. La misofonía está poco estudiada y no se sabe cuán común es. Afecta a unos peor que a otros y puede llevar al aislamiento, ya que las personas que la padecen tratan de evitar estos sonidos desencadenantes. Las personas que padecen misofonía a menudo se sienten avergonzadas y no lo mencionan a los profesionales de la salud, y a menudo éstos no han oído hablar de ella. Sin embargo, la misofonía es un trastorno real que compromete seriamente el funcionamiento, la socialización y, en última instancia, la salud mental. La misofonía suele aparecer alrededor de los 12 años, y probablemente afecta a más personas de las que creemos.

Miedo a los ruidos fuertes

Los ronquidos se producen cuando el aire no puede circular libremente por la nariz y la boca durante el sueño. Al dormir, la lengua y los músculos del cuello se relajan, cerrando parcialmente las vías respiratorias superiores; este estrechamiento provoca una vibración que se escucha como un ronquido.

  Fobia a las personas de color

El estrechamiento de las vías respiratorias puede deberse a multitud de factores, como la inflamación de las amígdalas, el exceso de peso alrededor del cuello, la anatomía (como la estructura de la mandíbula, la nariz, la lengua, la garganta y el paladar), la posición para dormir (tumbado de espaldas), los problemas nasales y sinusales, e incluso el alcohol.

Los ronquidos no sólo afectan al sueño de tu pareja, sino que también pueden afectar a la calidad de tu propio sueño. Los ronquidos intensos también pueden ser un signo de enfermedades graves, como la apnea obstructiva del sueño (AOS). La AOS se caracteriza por las “apneas” (cuando la respiración se detiene por completo) durante un periodo que varía entre unos segundos y un minuto. La AOS se ha relacionado con complicaciones cardiovasculares y es un factor de riesgo de hipertensión (presión arterial alta) y resistencia a la insulina. Se asocia a infartos de miocardio, arritmias cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Por no hablar de la sensación constante de cansancio e irritabilidad debido a la falta de sueño de calidad.

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