Perder peso a causa de la ansiedad
Es bien sabido que la salud de una persona, incluido su peso, puede contribuir a la ansiedad o agravarla. De hecho, la inactividad es uno de los errores más comunes de quienes viven con síntomas de ansiedad. El ejercicio reduce la tensión muscular, libera neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, quema la hormona del estrés y ayuda a que el cuerpo funcione correctamente, todo lo cual es importante para mantener niveles bajos de ansiedad o evitarla por completo. Quienes no hacen ejercicio son más propensos a desarrollar ansiedad. Las estadísticas han demostrado que muchas personas con ansiedad tienen problemas de control de peso.
Lo que quizás no sepas es que muchos de los que viven con ansiedad también parecen tener pérdida de peso. La pérdida de peso no es necesariamente un “síntoma de ansiedad”, pero parece haber un número significativo de personas que pierden peso con la ansiedad.
La pérdida de peso se considera generalmente como algo bueno, pero es importante que se pierda peso de forma segura. Si estás perdiendo peso sin una dieta saludable o sin hacer ejercicio, entonces estás sometiendo a tu cuerpo a un gran estrés. La pérdida de peso inexplicable puede indicar otro problema de salud, además de la ansiedad o en lugar de ella.
Comer mucho pero perder peso
¿Esas épocas de tu vida en las que te apetece tirarte de los pelos porque hay muchas cosas que hacer? Son los peores. Y no ayuda que los momentos de tensión sean también los momentos en los que nada parece encajar bien. Esto nos lleva a preguntarnos si el estrés puede provocar un aumento de peso: El estrés realmente provoca un aumento de peso… Sí, si parece que tu peso fluctúa cuando estás estresado, no está en tu cabeza. El estrés y el aumento de peso están relacionados, y no sólo porque no puedas mantener tu típica rutina saludable cuando lo estás pasando. Por suerte, hay formas de evitar el aumento de peso relacionado con el estrés. Aquí, los médicos explican exactamente cómo el estrés puede conducir al aumento de peso, y las mejores cosas que puede hacer para controlar su estrés cuando está pasando por momentos difíciles.Entonces, ¿puede el estrés realmente causar aumento de peso? Sí. Cuando estás estresado, tu cuerpo entra en modo de lucha o huida, lo que hace que libere la hormona adrenalina para ayudarte a luchar contra la amenaza percibida por la que te sientes ansioso. Para acumular energía para hacer frente a esta amenaza, el cuerpo también libera glucosa, o azúcar, en el torrente sanguíneo. Cuando la adrenalina desaparece y los niveles de azúcar en sangre descienden, la hormona cortisol entra en acción para proporcionarle más energía para seguir haciendo frente a la amenaza.
La ansiedad puede hacer perder peso
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El estrés puede afectar significativamente a su capacidad para mantener un peso saludable. También puede impedirle perder peso. Tanto si es el resultado de unos niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, los comportamientos poco saludables inducidos por el estrés o una combinación de ambos, la relación entre el estrés y el aumento de peso es evidente.
Los investigadores saben desde hace tiempo que el aumento de la hormona del estrés, el cortisol, puede provocar un aumento de peso. Cada vez que estás estresado, tus glándulas suprarrenales liberan adrenalina y cortisol, y como resultado, la glucosa (tu principal fuente de energía) se libera en el torrente sanguíneo. Todo esto se hace para darte la energía que necesitas para escapar de una situación de riesgo (también conocida como respuesta de lucha o huida).
Pérdida de peso inexplicable
La ansiedad es una reacción normal a los factores de estrés que experimentamos habitualmente. Sin embargo, para algunas personas, su ansiedad puede estar presente en cantidades tan excesivas que puede afectar en gran medida a su capacidad para completar las actividades cotidianas y funcionar adecuadamente en otras áreas de la vida. Hay muchos tipos diferentes de trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y el trastorno obsesivo-compulsivo, todos los cuales presentan una variedad de síntomas diferentes. Aunque cada trastorno de ansiedad es diferente a su manera, la característica principal es un estado persistente de miedo o preocupación en situaciones en las que otras personas no se sentirían normalmente amenazadas. Para algunos individuos, su ansiedad puede incluir pensamientos continuos e indeseados o comportamientos repetitivos. Otros pueden experimentar una serie de síntomas físicos, como palpitaciones, dificultad para respirar o facilidad para asustarse.
Con el tiempo, si un trastorno de ansiedad no se trata, los síntomas pueden tener un impacto duradero en la salud física y mental de una persona. Algunas personas pueden desarrollar otros problemas de salud mental, como depresión o fobia social. En un intento de hacer frente a los síntomas debilitantes de la ansiedad, algunas personas que la padecen pueden empezar a abusar de las drogas y/o el alcohol, lo que puede conducir al desarrollo de un trastorno por consumo de sustancias. Además, los que luchan contra la ansiedad pueden encontrar cada vez más difícil mantener un empleo o unas relaciones interpersonales sanas con los demás. Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento que pueden ayudar a una persona con ansiedad a aprender a controlar sus síntomas y a llevar una vida más feliz.