Abolladura en la cabeza por los auriculares
No todo el sudor es igual: Hay una diferencia entre el sudor normal y el sudor por estrés. Las gotas de sudor que se acumulan en la frente, las gotas que caen por la espalda… son reacciones normales cuando se hace ejercicio al aire libre en un día caluroso o se está en una situación de estrés.
El sudor es la forma que tiene nuestro cuerpo de refrescarse. Sin embargo, la sudoración por el calor y la sudoración por el estrés son químicamente diferentes. Siga leyendo para conocer los dos tipos de sudor y cómo evitar la pérdida excesiva de líquidos.
1. El sudor regular. Cuando el cuerpo está caliente, el sudor es liberado por las glándulas sudoríparas ecrinas, que se abren en la superficie de la piel y cubren la mayor parte del cuerpo. Este sudor se compone de agua, sal y potasio, y se asienta en la parte superior de la piel. Cuando esta humedad se evapora, el cuerpo se enfría.
2. El sudor por estrés. Cuando el cuerpo reacciona a una emoción, como la ansiedad, el estrés o la excitación, las glándulas apocrinas liberan sudor. Estas glándulas producen un sudor más lechoso compuesto por ácidos grasos y proteínas. Las glándulas apocrinas se encuentran cerca de las densas bolsas de folículos pilosos bajo los brazos, alrededor de la ingle y en el cuero cabelludo. Aunque este tipo de sudor es inicialmente inodoro, no se evapora tan rápidamente y puede desarrollar un olor cuando se combina con bacterias en la piel.
Efectos psicológicos de matar a alguien
Existe una estrecha conexión entre la mente y el cuerpo. Por ejemplo, en el momento en que creemos que podemos estar en peligro, el mecanismo de supervivencia del cuerpo se pone en marcha liberando hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que aumentan la capacidad del cuerpo para hacer frente a una amenaza: luchar, huir o congelarse.
Esta respuesta se conoce comúnmente como la respuesta al estrés, la respuesta de lucha o huida, la respuesta de emergencia o la respuesta de lucha, huida o congelación (algunas personas se congelan cuando tienen miedo como un “ciervo atrapado en los faros”)[1][2].
Un aumento de la frecuencia cardíaca, un aumento de la respiración y la tensión muscular del pecho, o una combinación de los mismos, también pueden causar una sensación de “aleteo en el pecho”. Muchas personas experimentan “aleteo en el pecho” debido a las palpitaciones del corazón causadas por la liberación repentina de hormonas del estrés.
Yo (Jim Folk) solía tener sensaciones de calor en el estómago todo el tiempo cuando luchaba contra el trastorno de ansiedad. Aunque estas sensaciones pueden resultar extrañas e inusuales, son una parte normal de la respuesta del cuerpo al miedo y a la respuesta al estrés que lo acompaña. Por tanto, no tienen por qué ser motivo de preocupación.
Lesión en la cabeza
En este blog de formación continua veterinaria de VETgirl, mostramos el aspecto de un perro con temblores craneales idiopáticos. Si bien esto no es muy común, puede ser bastante aterrador para un dueño de la mascota para observar.
Los Temblores Idiopáticos de la Cabeza han sido reportados en varias razas de perros incluyendo el Labrador retriever, el doberman pinscher, el boxer y el bulldog inglés. Con estos temblores, se observan tres movimientos clásicos: de rotación (“bobble head”), de arriba abajo (“yes”) y de lado a lado (“no”). Suelen durar entre 1 y 3 minutos, y pueden detenerse de forma aguda sin que haya una fase post-ictal.
Normalmente, los perros están alerta y responden durante estos episodios cortos de temblores y a menudo pueden detenerse distrayendo, alimentando o hablando con el paciente. Se cree que el estrés y la excitación pueden exacerbar los temblores de la cabeza.
No se conoce la causa de los temblores de cabeza idiopáticos, y se consideran idiopáticos. La mayoría de los neurólogos no creen que se trate de una verdadera convulsión, sino más bien de una discinesia paroxística. Lo ideal es realizar una evaluación neurológica completa y un estudio (por ejemplo, punción del LCR, resonancia magnética, análisis de sangre) para descartar otras causas. En el caso de los temblores de cabeza idiopáticos, todos los hallazgos suelen ser normales.
Traumatismo del autor
Esta información va dirigida a cualquier persona que haya sufrido un traumatismo craneoencefálico leve (también conocido como conmoción cerebral o traumatismo craneoencefálico leve) y a sus familiares y amigos. La información ayudará tanto a las personas que se encuentran en las primeras fases de recuperación como a las que experimentan problemas continuos.
La conmoción cerebral también suele denominarse traumatismo craneoencefálico leve, traumatismo craneoencefálico leve o traumatismo craneoencefálico leve. Independientemente de la terminología utilizada, la aparición de un traumatismo craneoencefálico en estos casos hace que el cerebro se agite de un lado a otro dentro del cráneo, causando daños leves.
Las conmociones cerebrales suelen producirse por caídas, choques de carretera, agresiones y accidentes deportivos. Aunque la mayoría de los traumatismos craneoencefálicos leves no provocan daños a largo plazo en el cerebro, pueden causar una alteración temporal de la función cerebral que puede durar al menos varias semanas.
Los traumatismos craneoencefálicos leves pueden dejar a las personas con una serie de síntomas de conmoción cerebral, como mareos, náuseas, confusión o incapacidad para procesar o retener información, sensibilidad a la luz y distorsión de la visión.
Aunque para la mayoría de las personas los síntomas de la conmoción cerebral se resuelven por sí solos en unos pocos días o semanas, algunas personas pueden encontrar que persisten durante mucho más tiempo. El síndrome post-conmoción cerebral es el nombre que recibe la gama de síntomas que siguen apareciendo después de un traumatismo craneal leve o una conmoción cerebral.