Sensación de “alfileres y agujas
Existen diversas teorías sobre las causas del dolor de espalda relacionado con el estrés. Es importante destacar que el principio fundamental de todas esas teorías es que los factores psicológicos y emocionales provocan algún tipo de cambio físico que da lugar al dolor de espalda.
En la mayoría de las teorías sobre el dolor de espalda relacionado con el estrés, el ciclo del dolor continúa y se agrava a medida que el dolor lleva al paciente a volverse tímido y ansioso respecto a las actividades diarias. El ciclo del dolor se caracteriza por:
En la formulación de la TMS del Dr. Sarno, el dolor de espalda no se atribuye a factores mecánicos o físicos, sino que se debe a los sentimientos, la personalidad y las cuestiones inconscientes del paciente. Las emociones clave incluyen la ira y la rabia inconscientes. Además, describe a las personas propensas a padecer TMS como similares a la personalidad tipo A, con características como:
La teoría del Dr. Sarno es que estas características de personalidad interactúan con situaciones vitales estresantes para causar el dolor de espalda. Señala que el origen de la tensión psicológica y emocional no siempre es evidente.
Ansiedad por la tensión muscular
Los trastornos de ansiedad y pánico pueden producir una amplia gama de síntomas físicos angustiosos. Muchas personas no son conscientes de que sus síntomas son causados por la ansiedad, lo que puede empeorar el problema, ya que muchas personas se preocupan de que sus síntomas sean causados por una enfermedad subyacente, lo que conduce a una mayor ansiedad. Este círculo vicioso puede romperse aprendiendo sobre la ansiedad y siendo capaz de reconocer los síntomas físicos. Estos son los 10 síntomas físicos más comunes de la ansiedad.
La fatiga es uno de los síntomas más comunes asociados a la ansiedad, el trastorno de pánico, el estrés crónico, la depresión y otros trastornos mentales. La ansiedad crónica deja al cuerpo y a la mente en un estado constante de tensión y alto estado de alerta. La mente está constantemente escudriñando el entorno externo e interno en busca de amenazas, lo que provoca malestar emocional y tensión física. Este estado de alerta constante conduce al agotamiento mental y físico, que a menudo persiste incluso después de un largo sueño.
La ansiedad es una respuesta natural al peligro y es necesaria para que el ser humano sobreviva. Los niveles elevados de ansiedad desencadenan cambios en el cuerpo que ayudan a prepararse para hacer frente a las amenazas y al peligro, lo que también se conoce como la respuesta de lucha o huida. Sin embargo, si usted vive con ansiedad crónica, su cuerpo y su mente a menudo son incapaces de diferenciar entre los peligros reales y los imaginarios, lo que significa que la respuesta de lucha o huida puede estar continuamente activa. Uno de los primeros cambios que se producen durante la respuesta de lucha o huida es un aumento del ritmo cardíaco.
Hormigueo por ansiedad en las manos
Cuando pensamos en los síntomas de la ansiedad, a menudo pensamos en una condición de salud mental que induce sentimientos de preocupación, inquietud, miedo y nerviosismo. Pero, aunque estamos en lo cierto al suponer que se trata de un problema que comienza en el cerebro, en realidad es un estado tan físico como mental, y puede desencadenar también síntomas físicos de ansiedad. “La ansiedad es la sensación que se tiene cuando se piensa que va a ocurrir algo desagradable en el futuro. Otras palabras como “aprensión”, “incertidumbre”, “nerviosismo” y “nerviosismo” también describen bien los sentimientos relacionados con la ansiedad”, explica Nicky Lidbetter, directora general de Anxiety UK, en su guía Understanding Anxiety.
Resulta útil comprender la amplia gama de síntomas físicos de ansiedad que puede sentir una persona con un trastorno de ansiedad o de pánico, tanto durante un ataque de pánico como en el día a día. Saber que muchas de las sensaciones físicas son síntomas de ansiedad puede tranquilizar a una persona ansiosa y recordarle que estas sensaciones físicas, aunque sean fáciles de malinterpretar, no están en su cabeza, sino que son muy reales y tienen explicaciones científicas plausibles. “La ansiedad es completamente normal y es algo que todos los seres humanos experimentan de vez en cuando”, dice Nicky. Por lo tanto, entender la ciencia que hay detrás de los síntomas físicos de la ansiedad y por qué nuestro cuerpo reacciona de la manera en que lo hace, puede ayudarnos a desmenuzar la ansiedad, a romper nuestra percepción de que es un dictador todopoderoso, a conocer nuestro cuerpo y, en definitiva, a recuperar el control.Síntomas físicos de la ansiedad: Una explicación fisiológica para cada uno
Síntomas físicos de la ansiedad
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