¿Cómo manejas mejor el estrés y la presión?
Hay ayuda disponible. Los programas de bienestar y gestión del estrés en el lugar de trabajo pueden ayudar a reducir el grado y el impacto del estrés y a restaurar los recursos psicológicos agotados de un empleado (Tetrick y Winslow, 2015).
Antes de continuar, hemos pensado que te gustaría descargar gratuitamente nuestros tres ejercicios de prevención del estrés y el agotamiento (PDF). Estos ejercicios con base científica te dotarán a ti y a tus clientes de herramientas para gestionar mejor el estrés y encontrar un equilibrio más saludable en tu vida.
La relación entre el lugar de trabajo y nuestras respuestas psicológicas, cognitivas y fisiológicas al estrés es compleja, y se ve afectada por “un amplio conjunto de demandas ocupacionales y laborales, así como por los factores de estrés ambientales” (Quick & Henderson, 2016, p. 2).
La gestión del estrés en el lugar de trabajo (WSM) ha sido significativamente influenciada por la teoría de la gestión preventiva del estrés, introducida en 1979, que propone que no son los estímulos los que deciden el grado de estrés experimentado por el individuo, sino la respuesta del individuo a esos estresores (Hargrove, Quick, Nelson, & Quick, 2011).
Cómo reducir el estrés
Tu trabajo es una fuente probable de estrés, pero no eres impotente ante los efectos del estrés laboral. Afrontar eficazmente el estrés laboral puede beneficiar tanto a tu vida profesional como personal. Aquí tienes una ayuda para tomar las riendas.
Tu personalidad, tus experiencias y otras características únicas influyen en tu forma de responder y afrontar el estrés. Las situaciones y los acontecimientos que resultan angustiosos para tus compañeros pueden no molestarte lo más mínimo. O puede que seas especialmente sensible a ciertos factores de estrés que no parecen molestar a otras personas.
Durante una o dos semanas, anota las situaciones, acontecimientos y personas que te provocan una respuesta física, mental o emocional negativa. Incluya una breve descripción de cada situación, respondiendo a preguntas como:
A continuación, evalúe su inventario de estrés. Puede que encuentres causas obvias de estrés, como la amenaza de perder tu trabajo, la incertidumbre sobre el futuro o los obstáculos con un proyecto concreto. Puede que sientas que no tienes el control de las decisiones en tu trabajo o que te hayan dado expectativas poco claras. También puedes notar causas sutiles pero persistentes de estrés, como un largo viaje al trabajo o un espacio de trabajo incómodo. O tal vez trabajes desde casa y te sientas estresado tratando de integrar el trabajo y la vida, como las necesidades personales y familiares, mientras trabajas. Tal vez el aprendizaje de nuevas tecnologías para la comunicación o el trabajo en lugares desconocidos estén aumentando su estrés.
Motivos de estrés en el trabajo
Desde días repletos de reuniones y plazos inminentes hasta correos electrónicos incesantes y una carga de trabajo a menudo irreal, los empleados tienden a trabajar a todas horas, hasta el fin de semana, y se levantan el lunes por la mañana para volver a empezar el ciclo.
Por supuesto, a algunos les encanta el ajetreo. Otros simplemente aman lo que hacen. Pero, se mire como se mire, los empleados tienen que lidiar con mucho estrés. No importa lo buenos que sean en su trabajo o lo mucho que les guste el caos: los periodos de estrés no controlados y prolongados pueden provocar agotamiento, negatividad y empleados improductivos.
La tensión, la preocupación y la ansiedad incontroladas en el trabajo pueden causar estragos en la calidad de vida y la salud general de un empleado, que puede sufrir resfriados y gripes inducidos por el estrés e incluso afecciones más graves, como enfermedades cardíacas y síndrome metabólico.
Aunque hay que seguir investigando, los estudios actuales sugieren que existe un vínculo bioquímico entre el estrés y las enfermedades mentales. El estrés laboral a largo plazo (crónico) puede tener un impacto negativo en el empleado a nivel emocional, cognitivo y de comportamiento, con cambios mentales como:
Estudio sobre el estrés en el trabajo
El estrés se ha definido de diferentes maneras a lo largo de los años. Al principio, se concebía como una presión del entorno, luego como una tensión dentro de la persona. En la actualidad, la definición generalmente aceptada es la de interacción entre la situación y el individuo. Es el estado psicológico y físico que resulta cuando los recursos del individuo no son suficientes para hacer frente a las demandas y presiones de la situación. Así, el estrés es más probable en algunas situaciones que en otras y en algunos individuos que en otros. El estrés puede socavar la consecución de objetivos, tanto para los individuos como para las organizaciones (cuadro 1).Ver este cuadro:
El estrés se experimenta cuando alguno de estos mecanismos no funciona correctamente o cuando nos resulta difícil pasar adecuadamente de uno a otro. Esto constituye la base de los enfoques individuales de la gestión del estrés (figura 2). La figura 2 muestra que la percepción, o la valoración, de la situación es la clave para que ésta cause o no estrés. Esta es la base del modelo transaccional del estrés2 , según el cual la capacidad de una persona para prevenir o reducir el estrés viene determinada por su valoración de (a) la amenaza dentro de una situación (valoración primaria), y (b) la valoración de sus habilidades de afrontamiento para hacer frente a esa amenaza (valoración secundaria). Estas valoraciones han sido moldeadas por experiencias pasadas de afrontamiento del estrés y, a su vez, influyen en el comportamiento y las valoraciones futuras. Así pues, el proceso de valoración, comportamiento y estrés es continuo, y la gestión del estrés puede ser el resultado de cambiar la forma de valorar la situación (técnicas cognitivas) o de responder a ella (técnicas conductuales o cognitivas).