Gestión selectiva de la temperatura
ResumenEl Consejo Europeo de Reanimación (ERC) y la Sociedad Europea de Medicina Intensiva (ESICM) han colaborado en la elaboración de estas directrices de cuidados tras la reanimación para adultos, que se basan en el Consenso Internacional de 2020 sobre la Ciencia de la Reanimación Cardiopulmonar con Recomendaciones de Tratamiento. Los temas tratados incluyen el síndrome postparada cardíaca, el diagnóstico de la causa de la parada cardíaca, el control de la oxigenación y la ventilación, la reperfusión coronaria, la monitorización y el manejo hemodinámico, el control de las convulsiones, el control de la temperatura, el manejo general de los cuidados intensivos, el pronóstico, el resultado a largo plazo, la rehabilitación y la donación de órganos.
Fig. 4Algoritmo de la estrategia de pronóstico. EEG electroencefalografía, NSE enolasa específica de la neurona, SSEP potencial evocado somatosensorial, ROSC retorno de la circulación espontánea. 1. Los principales factores de confusión pueden ser la sedación, el bloqueo neuromuscular, la hipotermia, la hipotensión grave, la hipoglucemia, la sepsis y las alteraciones metabólicas y respiratorias. 2. Utilizar un pupilómetro automático, cuando esté disponible, para evaluar el reflejo luminoso pupilar. 3. Fondo suprimido ± descargas periódicas o supresión de ráfagas, según el ACNS. 4. El aumento de los valores de NSE entre las 24 h y las 48 h o entre las 24/48 h y las 72 h confirma aún más un probable mal resultado. 5. Se define como una mioclonía continua y generalizada que persiste durante 30 minutos o más. *Precaución en caso de signos discordantes que indiquen un resultado potencialmente bueno (véase el texto para más detalles)Imagen a tamaño completo
Hipotermia terapéutica
Esta gran interrogación retrospectiva del Registro Internacional de Paradas Cardíacas tenía como objetivo evaluar los resultados de los supervivientes de paradas cardíacas con mioclonía que reciben cuidados modernos tras la reanimación. (1)
De los 2532 pacientes estudiados que sufrieron una parada cardíaca entre 2002-2012, el 88% se sometió a hipotermia terapéutica y el 18% presentó mioclonía (471 pacientes). Se observó un buen resultado (definido como categoría de rendimiento cerebral 1-2 al alta hospitalaria) en el 9% de los pacientes con mioclonía. Como era de esperar, los pacientes con mioclonía con buenos resultados, en contraposición a los malos, eran más jóvenes (53,7 años frente a 62,7 años), tenían más FV/TV como ritmo de presentación (81% frente a 46%), un tiempo de isquemia más corto (18,9 frente a 26,4 minutos), menos actividad epileptiforme en el EEG (2% y 15%) y, curiosamente, recibieron más bloqueo neuromuscular (93,5% frente a 72%). Los autores también proporcionan la prevalencia de otras anomalías en el EEG en los pacientes con mioclonía con diferentes resultados neurológicos, algo que bien puede ayudar en el pronóstico.
Tratamiento de la lesión cerebral anóxica mioclónica
Chris es intensivista y especialista en ECMO en la UCI Alfred de Melbourne. También es profesor clínico adjunto en la Universidad de Monash. Es cofundador de la Red de Educadores Clínicos de Australia y Nueva Zelanda (ANZCEN) y dirige el programa de incubación de educadores clínicos de ANZCEN. Forma parte de la Junta Directiva de la Fundación de Cuidados Intensivos y es examinador de la primera parte del Colegio de Medicina Intensiva. Es un educador clínico reconocido internacionalmente con una pasión por ayudar a los clínicos a aprender y por mejorar el rendimiento clínico de individuos y colectivos.
Tras finalizar su carrera de medicina en la Universidad de Auckland, continuó su formación de posgrado en Nueva Zelanda, así como en el Territorio del Norte de Australia, Perth y Melbourne. Ha completado la formación de becario tanto en medicina de cuidados intensivos como en medicina de urgencias, así como la formación de posgrado en bioquímica, toxicología clínica, epidemiología clínica y educación profesional sanitaria.
Tratamiento de la hipotermia en la UCI
Modelo multivariable de predicción del mal resultado neurológicoEl mejor modelo multivariable para predecir el mal resultado neurológico en el momento del alta hospitalaria incluía nueve variables independientes (Tabla 2). El modelo final mostraba las siguientes características: una prueba de Hosmer-Lemeshow: chi-cuadrado = 13,6, p = 0,093; R [2] máxima escalada = 0,659; y AUC = 0,929. Basado en un análisis de sensibilidad de 882 sujetos para los que se disponía de datos para las variables, el modelo final también funcionó bien (prueba de Hosmer-Lemeshow: chi-cuadrado = 13,6, p = 0,714; R [2] máxima reescalada = 0,655; y AUC = 0,933).Tabla 2 Modelo predictivo multivariable para los malos resultados neurológicos en el momento del alta hospitalariaTabla completa
Eventos adversos asociados a un mal resultado neurológicoLas frecuencias de los EA relacionados con el TTM (relacionados con el enfriamiento y el recalentamiento), y otros EA durante el periodo de cuidados críticos avanzados y los tratamientos concomitantes durante el TTM y el periodo de cuidados críticos avanzados, junto con las correspondientes odds ratio para un mal resultado neurológico, se presentan en la Tabla 3. La tabla 4 muestra los factores asociados a los EA seleccionados según el análisis univariante.Tabla 3 Acontecimientos adversos y tratamientos concomitantes con las correspondientes odds ratio para los malos resultados neurológicos en el momento del alta hospitalariaTabla completa