Alimenta tu salud mental | Drew Ramsey | TEDxCharlottesville
Aunque hayas oído la expresión “somos lo que comemos”, es fácil subestimar la conexión directa entre nuestra alimentación y nuestra salud, ya sea física o mental. Y aunque ninguna dieta por sí sola puede sustituir a un asesoramiento y una atención sanitaria adecuados, sigue siendo importante tener en cuenta la dieta y buscar una variedad de alimentos que puedan beneficiar al cuerpo y a la mente.
Esto se debe a que la combinación de una amplia variedad de alimentos beneficiosos y ricos en nutrientes en su dieta puede mejorar su eficacia general. Piensa en un equipo lleno de jugadores con talento: cada uno por sí solo puede marcar la diferencia desempeñando una función, pero la combinación de varios juntos puede ser imparable.
En 2020, otro grupo de investigadores examinó el efecto del consumo de legumbres y frutos secos en relación con la depresión, la ansiedad y el malestar psicológico en adultos de 18 a 55 años. Sus resultados concluyeron que el consumo regular de frutos secos/legumbres se asociaba a un riesgo 66% menor de ansiedad en los hombres.2
Al analizar la dieta desde una perspectiva más amplia, un estudio centrado en los efectos de la nutrición de los adolescentes examinó los resultados de 56 estudios. Sus resultados mostraron que varios alimentos saludables, como los frutos secos, las legumbres, el aceite de oliva y el pescado, se asociaban a un menor riesgo de depresión y podían mejorar sus síntomas.3
Dieta saludable frente a los nutracéuticos en la depresión | Prof Berk
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Uno de los aspectos más olvidados de la salud mental es la nutrición. La alimentación desempeña un papel importante en nuestra salud física, así como en nuestra salud mental y emocional. Cuando se está luchando contra la depresión, puede resultar un poco abrumador pensar en comer los alimentos adecuados. Sin embargo, algunos de estos pequeños cambios en su dieta pueden ayudar a disminuir sus síntomas y tener un efecto positivo en su vida diaria.
Sean cuales sean sus preferencias dietéticas, hay una gran variedad de opciones que pueden proporcionar beneficios para mejorar el estado de ánimo. Esto no quiere decir que tenga que revisar sus hábitos alimenticios y consumir únicamente estos alimentos, pero ser consciente de qué alimentos afectan a su estado de ánimo puede ayudarle a controlar mejor los síntomas de la depresión.
Comer una dieta mediterránea podría prevenir la depresión
Si sufres de depresión, seguro que sabes lo importante que es disponer de todos los recursos posibles para superar este trastorno de forma eficaz. Una alimentación sana puede convertirse en la mejor terapia natural para mejorar tu estado de ánimo y tus sentimientos. Y es que una buena dieta puede ser un fuerte apoyo para ayudarte a combatir la ansiedad y la depresión, dos de los problemas de salud más comunes en nuestra sociedad.
De hecho, el cerebro necesita una serie de nutrientes esenciales para funcionar correctamente. Estos también pueden influir positivamente en trastornos emocionales como la depresión. Se trata de la vitamina D, E, B9, B1 y B12, los ácidos grasos Omega 3, la fibra y minerales como el magnesio y el calcio.
La serotonina es un neurotransmisor que todos tenemos en nuestro cuerpo, y su falta puede provocar trastornos emocionales como la depresión o la ansiedad. Para asegurarnos de que producimos suficiente, necesitamos ingerir triptófano. Este aminoácido procede de alimentos como el queso, los huevos o pescados como el salmón.
Una dosis diaria de frutos secos, especialmente de nueces, es esencial para aportar al organismo la dosis de ácidos grasos monoinsaturados necesaria para un correcto funcionamiento del sistema cardiovascular. Además, los frutos secos estimulan el buen humor, como decíamos más arriba. Incluso son buenas para la concentración y si necesitas un empujón extra de energía. También son muy útiles durante la astenia primaveral.
Cómo vencer la depresión a través de la dieta | Dr. Drew Ramsey
Los investigadores encontraron una asociación consistente entre el consumo de frutos secos, en particular las nueces, y una menor cantidad y frecuencia de síntomas depresivos en una muestra representativa de la población estadounidense durante un período de 10 años.
Los investigadores evaluaron las puntuaciones de la depresión basándose en las respuestas del Cuestionario de Salud del Paciente-9 (PHQ-9) comunicadas por los participantes. Se preguntó a los participantes sobre su ingesta de alimentos en el transcurso de 24 horas y sobre los síntomas de depresión en las últimas dos semanas. A continuación, los participantes se agruparon según informaran de que comían nueces con mucha seguridad, comían nueces con otros frutos secos, comían otros frutos secos o no comían frutos secos.
Las puntuaciones globales de depresión fueron un 45% más bajas entre los participantes que declararon consumir nueces que los que no las comieron (puntuaciones medias de depresión: 1,8 frente a 3,3). Arab y sus colegas observaron esta asociación en todo el espectro de puntuaciones de depresión, tanto en forma de diferencias en los niveles medios de depresión como en el porcentaje de personas definidas como clínica o levemente deprimidas.
Tras ajustar por covariables, la asociación entre las puntuaciones de depresión más bajas y el consumo de nueces fue más fuerte entre las mujeres (32%; P < 0,0001) que entre los hombres (21%; P = 0,05), según los resultados. Los datos también mostraron que, según el cuestionario PHQ-9, los consumidores de nueces estaban más interesados en hacer cosas (P = 0,003), sentían menos desesperanza (P = 0,02) y tenían más energía (P = 0,05) que los que no comían nueces. Los investigadores descubrieron que los que no consumían nueces eran más propensos a tener problemas de concentración (P = 0,02), a sentir que hablaban despacio (P = 0,03) y a sentir que estaban mejor muertos (P = 0,002).