Tipos de musicoterapia
La Dra. Elizabeth Coombes no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Por supuesto, un cierto grado de ansiedad o preocupación puede ser una situación normal para los jóvenes, sobre todo cuando se cambian de colegio o en época de exámenes. Pero para algunos, la ansiedad puede afectar a todos los aspectos de su vida cotidiana.
Un método eficaz de apoyo a esta ansiedad es la musicoterapia, en la que la música se convierte en la principal herramienta que utiliza el terapeuta para conectar y trabajar con el paciente. Este tipo de terapia ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de niños y jóvenes con trastornos de ansiedad.
Al fin y al cabo, a muchos jóvenes les gusta escuchar música, y las elecciones musicales que hacen pueden estar estrechamente ligadas a su sentido del yo y de la identidad. En momentos de estrés y preocupación, las investigaciones indican que los jóvenes tienen un sentido innato del tipo de música que necesitan escuchar.
Pruebas de la musicoterapia
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La musicoterapia es un enfoque terapéutico que utiliza las propiedades naturales de la música para levantar el ánimo y ayudar a las personas a mejorar su salud mental y su bienestar general. Es una intervención orientada a objetivos que puede implicar:
Esta forma de tratamiento puede ser útil para las personas con depresión y ansiedad, y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud física. Cualquiera puede participar en la musicoterapia; no es necesario tener conocimientos musicales para experimentar sus efectos beneficiosos.
La musicoterapia puede ser un proceso activo, en el que los clientes participan en la creación de la música, o pasivo, que consiste en escuchar o responder a la música. Algunos terapeutas pueden utilizar un enfoque combinado que implica interacciones activas y pasivas con la música.
Musicoterapia para la depresión
Los síntomas de ansiedad y depresión, acompañados de una baja autoestima, están aumentando en los estudiantes universitarios taiwaneses. Es esencial que la escuela les ayude a alcanzar la salud mental. Por lo tanto, el propósito de este estudio fue examinar los efectos de la musicoterapia en la ansiedad, la depresión y la autoestima de los estudiantes universitarios. Veinticuatro estudiantes de grado de la Universidad de I-Shou que mostraban mayor ansiedad y depresión con menor autoestima fueron asignados aleatoriamente a los grupos experimental y de control. El grupo experimental recibió 20 horas de musicoterapia, mientras que el grupo de control no recibió ningún tratamiento. Se utilizaron análisis cuantitativos y cualitativos para evaluar los cambios de los participantes. Los resultados indicaron que el grupo experimental demostró una reducción de la ansiedad inmediatamente después de la musicoterapia y tras un seguimiento de dos meses, pero sólo redujo la depresión tras el seguimiento. Además, el grupo experimental expresó que experimentó más cambios positivos, incluyendo más placer, relajación y confianza, y menos emociones negativas.
Musicoterapia en casa
En mis años como musicoterapeuta, he oído a muchas personas describir la música como una fuerza mágica y misteriosa que, de alguna manera, influye en nuestros cerebros, cuerpos y emociones. He escuchado hermosas historias sobre cómo la música ayuda a los niños a aprender o devuelve a un adulto con demencia a un estado coherente, aunque sólo sea por un momento. “Une a la gente”, “es universal”, y algunos incluso dicen: “alimenta el alma”. En este punto, siempre sonrío y respondo: “¿Quieres saber por qué?”.
Todo es humo y espejos. Detrás de los poderes curativos místicos de la música hay razones científicas que explican por qué ejerce tal influencia sobre nuestras mentes. La música es en realidad una combinación de muchos elementos diferentes, como el tono, el tempo y la dinámica. Cuanto más rápida, lenta o ruidosa sea la música, mayor será su impacto en nuestro cerebro. Cuando estos elementos se combinan, se producen cambios drásticos en la fisiología y el comportamiento. Los efectos de la música han sido documentados por los científicos durante años, y a pesar de sus misterios, una cosa es cierta: escuchar música activa todo nuestro cerebro, creando el potencial para que usemos la música para mejorar nuestra forma de pensar, comportarnos y sentir.