3 horas de música curativa
Añade esta música relajante y tranquilizadora de la nueva era a tu lista de reproducción de música y permítete un tiempo para bajar el ritmo; reduce el estrés y la ansiedad con esta música relajante y tranquilizadora. Ideal para la música de fondo en una clínica.
El “Séptimo Cielo” es ideal para la meditación, el yoga, el mindfulness, la curación por reiki, el masaje, la reflexología y otras técnicas de relajación. Es muy eficaz para inducir el sueño y puede utilizarse para ayudar al cerebro a entrar en un estado de meditación. El ritmo lento y la estructura musical favorecen la disminución del ritmo cardíaco y de la respiración. Esta música tranquilizadora es aún más eficaz si se puede escuchar con los auriculares puestos. Utiliza “Seventh Heaven” para ayudarte a combatir la negatividad y una amplia gama de síntomas y sensaciones incómodas.
Tanto si sufres de ansiedad generalizada paralizante, problemas de pareja, ataques de pánico, depresión, fatiga suprarrenal, TEPT, agorafobia o un trastorno energético, puedes recuperar el control de tu bienestar físico y emocional; sé amable contigo mismo. Dale un respiro a tu sistema nervioso simpático… ¡tu glándula suprarrenal, tu hipotálamo y tu amígdala te lo agradecerán! Esta música fue compuesta y producida específicamente para empáticos, personas altamente sensibles y aquellos con una alta inteligencia emocional, para ayudar a encontrar la fuerza interior para luchar a través de situaciones difíciles y traumáticas.
Música contra el estrés
La música y la estimulación auditiva del ritmo (ABS) en el rango de frecuencias theta (4-7 Hz) son tratamientos de la ansiedad basados en el sonido que se han investigado de forma independiente en estudios anteriores. Aquí se examinó el potencial de reducción de la ansiedad de la música tranquila combinada con la ABS theta en una amplia muestra de participantes.
Se realizó un ensayo controlado aleatorio de etiqueta abierta con participantes que tomaban ansiolíticos (n = 163). Los participantes fueron asignados aleatoriamente mediante el algoritmo del aleatorizador Qualtrics, a una única sesión de tratamiento basado en sonidos en uno de los cuatro brazos paralelos: combinado (música y ABS; n = 39), sólo música (n = 36), sólo ABS (n = 41), o ruido rosa (control; n = 47). Se recogieron medidas de ansiedad somática y cognitiva antes y después de la intervención, así como medidas de ansiedad rasgo, de personalidad y de preferencias musicales. El estudio se completó en línea mediante una aplicación personalizada.
En función de las puntuaciones de ansiedad rasgo, los participantes fueron separados en subgrupos de ansiedad rasgo moderada y alta. Entre los participantes con ansiedad rasgo moderada, se observaron reducciones en la ansiedad somática que fueron mayores en las condiciones combinadas y de música sola que en la condición de ruido rosa; y reducciones en la ansiedad de estado cognitivo que fueron mayores en la condición combinada que en las condiciones de música sola, ABS sola y ruido rosa. Aunque también se observaron reducciones de la ansiedad somática y cognitiva en los participantes con un rasgo de ansiedad elevado, las condiciones no estaban bien diferenciadas.
Música de meditación
Uno de los primeros estudios que intentó medir la eficacia de la música para modular la excitación fisiológica en una situación de estrés fue el realizado por Thayer y Levenson (1983). En su estudio, se probaron los efectos de dos piezas musicales en el aumento o la disminución del grado de estrés provocado por la visualización de un vídeo. Se comprobó que las respuestas de conductancia cutánea (SCR) de los participantes aumentaban cuando sonaba música de terror y disminuían con la música de documentales, en comparación con una condición de silencio. Sus resultados sugieren que la música puede ser un medio eficaz para modular el estrés percibido asociado al visionado de un vídeo. En línea con esto, Eifert et al. (1988) investigaron el impacto de la música valorada positivamente en el condicionamiento evaluativo, es decir, cómo puede llegar a gustarnos algo que nos disgusta, a través de una asociación. El estudio se llevó a cabo con personas que tienen fobia a los animales, y reveló que la música preferida incluida en una sesión de exposición in vivo podía invocar una respuesta afectiva positiva que aumentaba la eficacia del tratamiento. Un posible mecanismo para explicar estos resultados podría ser que cuando la música entra en un conflicto directo con las condiciones estresantes negativas, la excitación podría desplazarse (Yamamoto et al., 2007).
Música curativa
Los fármacos suelen ser el tratamiento clásico para tratar la ansiedad. La terapia cognitiva también es un enfoque habitual. Los que tienen una inclinación holística suelen recurrir a la meditación, el yoga, los masajes y otras técnicas de relajación. La musicoterapia también se ha utilizado con cierto éxito. Pero ahora los neurocientíficos del Reino Unido han dado con una sola canción que produce una reducción espectacular del 65% en la ansiedad general…
Una encuesta de 2013 descubrió que el 57 por ciento de las estudiantes universitarias estadounidenses informaron de episodios de “ansiedad abrumadora.” Y en el Reino Unido, la organización benéfica YouthNet descubrió que un tercio de las mujeres jóvenes -y uno de cada diez hombres jóvenes- sufren ataques de pánico.
Marjorie Wallace, directora general de la organización benéfica Sane, cree que la Generación Y (los nacidos en las décadas de 1980 y 1990) es la edad de la desesperación. “Crecer siempre ha sido difícil, pero ¿esta sensación de desesperación? Eso es nuevo”, dice.
Entonces, ¿qué está pasando? El auge de la tecnología, la crianza excesivamente protectora y la escolarización “de fábrica” son algunas de las razones que los psicólogos sugieren para nuestra angustia generacional. Otra de las razones que mencionaron en múltiples ocasiones mis compañeros y los psicólogos con los que hablé es el lujo (por ingrato que parezca) de tener demasiadas opciones.