Cómo explicar la ansiedad
¿Tienes ansiedad? ¿Ha intentado superarla por todos los medios, pero siempre vuelve a aparecer? ¿Quizá creía que la había superado, pero los síntomas vuelven a aparecer con fuerza? Sean cuales sean sus circunstancias, la ciencia puede ayudarle a vencer la ansiedad para siempre.
La ansiedad puede manifestarse en forma de miedo, inquietud, incapacidad para concentrarse en el trabajo o los estudios, dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido por la noche, o facilidad para irritarse. En situaciones sociales, puede dificultar la conversación con los demás; puede sentir que le juzgan constantemente, o tener síntomas como tartamudeo, sudoración, rubor o malestar estomacal.
Puede aparecer de repente como un ataque de pánico, cuando los picos repentinos de ansiedad te hacen sentir que estás a punto de tener un ataque al corazón, volverte loco o perder el control. O puede estar presente todo el tiempo, como en el caso del trastorno de ansiedad generalizada, cuando la preocupación difusa y omnipresente le consume y mira el futuro con temor.
La mayoría de la gente la experimenta en algún momento, pero si la ansiedad empieza a interferir en su vida, su sueño, su capacidad para entablar relaciones o su productividad en el trabajo o los estudios, es posible que sufra un trastorno de ansiedad. Las investigaciones demuestran que, si no se trata, la ansiedad puede conducir a la depresión, la muerte prematura y el suicidio. Y aunque efectivamente puede provocar estas graves consecuencias para la salud, la medicación que se prescribe para tratar la ansiedad no suele funcionar a largo plazo. Los síntomas suelen reaparecer y se vuelve al punto de partida.
Aceptar la ansiedad
“La ansiedad es un estado mental-emocional incómodo sobre el futuro”, dice Buttimer. “Queremos previsibilidad y control sobre lo que va a ocurrir en el futuro; la ansiedad se centra excesivamente en los ‘y si'”.
La ansiedad es una parte normal de la vida, pero podrías tener un trastorno de ansiedad si la experimentas con frecuencia, empieza a afectar a tus actividades diarias, es difícil de controlar o parece desproporcionada para una situación.
“Un profesional de la salud mental puede enseñarte técnicas para ayudarte a poner las cosas en perspectiva”, explica Buttimer. “Pueden ofrecerte una visión más objetiva de los acontecimientos de tu vida y ayudarte a distinguir entre la ansiedad normal y las fases extremas de ansiedad”.
Cuando la ansiedad se apodera de ti
ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.
Ansiedad cómo superar
La ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Muchas personas se preocupan por cosas como la salud, el dinero o los problemas familiares. Pero los trastornos de ansiedad implican algo más que una preocupación o un miedo temporal. Para las personas que padecen un trastorno de ansiedad, la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir en las actividades diarias, como el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) suele implicar una sensación persistente de ansiedad o temor, que puede interferir en la vida diaria. No es lo mismo que preocuparse ocasionalmente por cosas o experimentar ansiedad debido a acontecimientos vitales estresantes. Las personas que padecen un trastorno de ansiedad generalizada experimentan una ansiedad frecuente durante meses, si no años.
Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes e inesperados. Los ataques de pánico son periodos repentinos de miedo intenso, malestar o sensación de pérdida de control, incluso cuando no hay un peligro o desencadenante claro. No todas las personas que experimentan un ataque de pánico desarrollan un trastorno de pánico.
Las personas con trastorno de pánico a menudo se preocupan por el momento en que se producirá el próximo ataque e intentan activamente prevenir futuros ataques evitando lugares, situaciones o comportamientos que asocian con los ataques de pánico. Los ataques de pánico pueden ocurrir tan frecuentemente como varias veces al día o tan raramente como unas pocas veces al año.