Síntomas musculares de la ansiedad
La fatiga es la sensación de estar cansado todo el tiempo, incluso después de haber descansado. La mayoría de las veces la fatiga es la forma que tiene el cuerpo de decir que hay que hacer algunos cambios en el estilo de vida. Sin embargo, a veces puede ser un signo de una enfermedad subyacente.
La fatiga es la sensación de estar cansado todo el tiempo. Es diferente de la sensación de somnolencia que se tiene a la hora de acostarse o del cansancio después de hacer ejercicio o de trasnochar. La fatiga puede ser física (en el cuerpo) o psicológica (en la mente).
Si el cansancio es su principal síntoma, y si hace suficiente ejercicio y duerme lo suficiente, lleva una dieta equilibrada y tiene un estilo de vida poco estresante y sigue experimentando fatiga, acuda a su médico para que le haga un chequeo. Consulte también nuestra página sobre el síndrome de fatiga crónica.
Reducir el estrés, la ingesta de cafeína y alcohol, hacer más ejercicio y dormir, y dar a tu cuerpo alimentos saludables para alimentarlo, aumentará tu energía y reducirá la fatiga. Lea más sobre el autocuidado de la fatiga.
La Dra. Sharon Leitch es médico generalista y profesora titular del Departamento de Medicina General y Salud Rural de la Universidad de Otago. Su área de investigación es la seguridad del paciente en la atención primaria y el uso seguro de los medicamentos.
No hay energía para hacer nada
El agotamiento por ansiedad puede ser como nada que hayamos experimentado. Nuestra cabeza está nublada; nuestros pensamientos no terminan nunca de concretarse. Buscar una respuesta a una pregunta, o intentar recordar cómo hacer algo que hacemos a diario, como preparar una taza de té, puede ser como vadear mentalmente una melaza. Los ojos nos escuecen y tratan de cerrarse. Podemos tener un dolor de cabeza punzante. Nos duelen todos los músculos, incluso los que no sabíamos que teníamos. Nuestra respiración puede ser dificultosa y respirar profundamente puede resultar pesado y casi doloroso. Cada una de nuestras extremidades se siente como si nuestro torrente sanguíneo hubiera sido sustituido por plomo. Todo nos duele. Estar de pie, sentarse, acostarse… todo parece demasiado duro. Todo parece que nuestro cuerpo necesita más apoyo. El sonido, la luz, los olores, los sabores y las cosas que tocamos pueden parecer demasiado, casi como si nos atacaran. El mundo puede parecer borroso o peludo, sobre todo en los bordes.
A pesar de todo esto, muchos de nosotros seguiremos intentando hacer todo lo que creemos que se espera de nosotros. Puede que nos sintamos frustrados con nosotros mismos por no ser capaces de hacer las cosas al mismo nivel que seríamos capaces de lograr si no estuviéramos tan cansados. Esta frustración suele verse exacerbada por nuestra incapacidad para entender por qué estamos tan cansados. A menudo sentimos que deberíamos “aguantar” y “estar mejor”.
Fatiga del centro de ansiedad
La ansiedad es naturalmente agotadora porque provoca altibajos en los niveles de energía, lo que puede hacer que te sientas increíblemente agotado. Algunas personas se sienten cansadas durante todo el día, mientras que otras sólo se sienten cansadas después de un ataque de ansiedad. Otras sienten una fatiga extrema, y se dan cuenta de que necesitan hacer siestas frecuentes para regenerarse o sienten que no pueden concentrarse en la vida.
La razón principal tiene que ver con el bajón que se siente después de que se agote la adrenalina. El nombre oficial de este fenómeno es fatiga suprarrenal. La ansiedad es como estar en alerta máxima. El cuerpo se prepara para luchar o huir, por lo que se inunda de energía para poder responder a una amenaza. Luego, cuando esa adrenalina sigue su curso, tu cuerpo sufre un choque que puede dejarte agotado.
Parte de ese cansancio es totalmente mental, simplemente porque tu cerebro -como un músculo- puede quedarse sin fuerzas. La ansiedad está vinculada a pensamientos continuos y estresantes y a un cerebro hiperactivo. Pone a prueba tus capacidades cognitivas, lo que provoca un agotamiento de tu capacidad de pensar y reaccionar. También aumenta tu carga emocional (debido a los pensamientos angustiosos), lo que significa que acabas agotado emocional y mentalmente. Así que no es de extrañar que todos esos pensamientos hagan que tu cuerpo se canse hasta el punto de querer que descanses.
Fatiga suprarrenal
El cansancio es probablemente el síntoma físico más común que puede provocar la ansiedad, y también puede ser uno de los más perjudiciales para la salud a largo plazo. El cansancio puede obstaculizar tu forma de vivir, impedirte hacer las cosas que te gustan y dibujar tu trabajo diario. El cansancio causado por la ansiedad puede ser tan leve como necesitar una siesta extra, hasta mantenerte en la cama todo el día.
El síntoma de ansiedad del cansancio puede empeorar la salud mental. En algunos casos, el cansancio provocado por la ansiedad puede ser un círculo vicioso: la ansiedad provoca el cansancio, y el cansancio provoca la ansiedad. Pero hay soluciones para este cansancio emocional, como los ejercicios de afrontamiento o incluso la terapia para la ansiedad con un servicio de búsqueda de terapeutas que te ayude a encontrar la pareja perfecta.
La ansiedad es la reacción de la mente y el cuerpo ante situaciones estresantes, peligrosas o desconocidas. Puede provocar esa conocida sensación de malestar, angustia o temor que a veces se siente antes de un acontecimiento importante. En realidad, un cierto nivel de ansiedad es bueno. Nos ayuda a mantenernos alerta y a ser conscientes de nuestro entorno, pero en el caso de las personas que sufren un trastorno de ansiedad, estos sentimientos pueden alcanzar una intensidad y una frecuencia que van más allá de mantenernos a salvo. A veces puede interferir en la vida cotidiana o incluso hacer que te preguntes cómo saber si las náuseas se deben a la ansiedad.