Investigación sobre la herencia de la ansiedad
Los trastornos de ansiedad son el tipo de enfermedad mental más común. Según la Asociación Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), en un año determinado el 19% de los estadounidenses sufre un trastorno de ansiedad. Los científicos han debatido durante mucho tiempo la importancia de la naturaleza frente a la crianza en términos de desarrollo humano y enfermedad. Ahora sabemos que la genética desempeña un papel importante en el desarrollo de la ansiedad. En particular, los investigadores han descubierto que los genes del cromosoma 9 están asociados a la ansiedad. Pero las experiencias del entorno -incluida la educación familiar y los principales acontecimientos de la vida- también son factores importantes. Esto es lo que hay que saber sobre cómo los genes y las experiencias vitales contribuyen a la ansiedad.
Ataque de ansiedad
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación excesiva e incontrolable por una serie de acontecimientos. Suele ir acompañado de síntomas físicos como dolores de cabeza, tensión muscular, inquietud, palpitaciones y malestar estomacal. Los niños y adolescentes con TAG pueden preocuparse excesivamente por su rendimiento y competencia en la escuela o en los eventos deportivos, por la seguridad personal y la de los miembros de la familia, o por los desastres naturales y los acontecimientos futuros.
La diferencia entre los sentimientos normales de ansiedad y la presencia del trastorno de ansiedad generalizada es que los niños con TAG se preocupan con más frecuencia e intensidad que otros niños en las mismas circunstancias. Los niños con TAG tienden a preocuparse por las mismas cosas que sus compañeros no ansiosos, pero lo hacen en exceso. Estas preocupaciones y los síntomas asociados a ellas provocan un malestar significativo y perjudican el funcionamiento diario. Los niños con TAG suelen ser excesivamente autocríticos y evitan las actividades en las que creen que no pueden desempeñarse perfectamente. También tienden a buscar la tranquilidad de sus cuidadores, profesores y otras personas sobre su rendimiento, aunque esta tranquilidad sólo les proporciona un alivio fugaz de sus preocupaciones.
Síntomas de ansiedad
Ya se sabía que el trastorno de ansiedad social suele afectar a más de una persona de una misma familia. Pero la investigación de la estudiante de doctorado Janna Marie Bas-Hoogendam ha demostrado ahora que existen características cerebrales genéticas asociadas a la ansiedad social. La ceremonia de doctorado tendrá lugar el 14 de enero.
En términos sencillos, el trastorno de ansiedad social (TAS) es una timidez extrema. Casi todos nos sentimos tímidos en algún momento de nuestra vida: si tenemos que hacer una presentación ante un público o asistir a una entrevista de trabajo, por ejemplo. Lo llamamos nervios, pero lo que subyace es el miedo a meter la pata y ser juzgado por los demás. Aislamiento
Alrededor del 10% de la población sufre ansiedad social hasta tal punto, y en tantas situaciones, que las personas se retiran de las situaciones sociales. Intentan evitar el contacto con los demás para evitar que la gente desarrolle pensamientos críticos o negativos sobre ellos. Una mujer puede ir de compras a otro pueblo porque teme encontrarse con alguien conocido”, dice la neurocientífica Janna Bas-Hoogendam. O un hombre puede rechazar un ascenso en el trabajo porque tendría que comunicarse con más gente”. Vulnerabilidad genética
La ansiedad es hereditaria nhs
Los trastornos de ansiedad son el tipo de enfermedad mental más común. Según la Asociación Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), en un año determinado el 19% de los estadounidenses sufre un trastorno de ansiedad. Los científicos han debatido durante mucho tiempo la importancia de la naturaleza frente a la crianza en términos de desarrollo humano y enfermedad. Ahora sabemos que la genética desempeña un papel importante en el desarrollo de la ansiedad. En particular, los investigadores han descubierto que los genes del cromosoma 9 están asociados a la ansiedad. Pero las experiencias del entorno -incluida la educación familiar y los principales acontecimientos de la vida- también son factores importantes. Esto es lo que hay que saber sobre cómo los genes y las experiencias vitales contribuyen a la ansiedad.