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Ejercicios para combatir la ansiedad

octubre 4, 2022
Ejercicios para combatir la ansiedad

Síntomas del trastorno de ansiedad

Aunque más de 550.000 personas corren en maratones cada año, no es necesario correr tanto para recibir los beneficios positivos de esta forma de ejercicio. Correr es una forma estupenda de romper con la rutina diaria mientras te centras en ti mismo.

A veces, las preocupaciones cotidianas de la vida pueden crear un estrés adicional. Estos factores estresantes pueden aumentar el nivel de ansiedad de una persona y provocar una depresión. Cuando corres durante al menos 30 minutos, esto te obliga a hacer otra cosa además de centrarte en lo que te estresa.

Una rutina de yoga combina la meditación con ejercicios básicos para ayudarte a mejorar tu salud mental y física. Otro aspecto único del yoga es que puedes elegir hacerlo solo o en grupo.

Practicar yoga con otras personas puede ayudarle a ser responsable de su programa de ejercicios. También puede rodearte de otras personas con ideas afines que pueden estar sufriendo algunos de los mismos síntomas de ansiedad y depresión que tú sientes.

Estar en el bosque te ayuda a separarte del ajetreo de tu vida y te sitúa en un entorno tranquilo y sereno. Dependiendo del lugar en el que vivas, el senderismo puede ser un reto debido al aumento de la altitud y a otros elementos meteorológicos.

¿Qué ejercicio es mejor para la ansiedad?

Las investigaciones demuestran que el ejercicio aeróbico es especialmente útil. Un simple paseo en bicicleta, una clase de baile o incluso un paseo a paso ligero pueden ser una herramienta poderosa para quienes sufren de ansiedad crónica.

¿Se puede curar la ansiedad con ejercicio?

Según algunos estudios, el ejercicio regular funciona tan bien como la medicación para que algunas personas reduzcan los síntomas de ansiedad y depresión, y los efectos pueden ser duraderos. Una sesión de ejercicio vigoroso puede ayudar a aliviar los síntomas durante horas, y un programa regular puede reducirlos significativamente con el tiempo.

  Como hacer frente a un ataque de ansiedad

Ejercicio físico de la ansiedad

Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.

Amy Morin, LCSW, es la editora en jefe de Verywell Mind. También es psicoterapeuta, autora del bestseller “13 Things Mentally Strong People Don’t Do” (13 cosas que no hacen las personas mentalmente fuertes) y presentadora del podcast The Verywell Mind.

La respiración es una necesidad de la vida que suele ocurrir sin pensarlo mucho. Cuando se respira, las células sanguíneas reciben oxígeno y liberan dióxido de carbono. El dióxido de carbono es un producto de desecho que se devuelve al cuerpo y se exhala.

La forma de inspirar y el modo de hacerlo depende del tipo de ejercicio respiratorio que se utilice. Muchos ejercicios de respiración implican inspirar lentamente por la nariz y exhalar por la boca, pero otros pueden indicarle que inspire y exhale por la nariz.

Deporte y ansiedad

Es muy probable que usted, o alguien que conozca, se enfrente a la ansiedad. Uno de cada cinco estadounidenses mayores de 18 años, y uno de cada tres adolescentes de entre 13 y 18 años, declararon haber sufrido un trastorno de ansiedad crónico durante el último año. Y cuando hablo con estudiantes universitarios, no se sorprenden en absoluto de que la friolera del 63% de los estudiantes haya sentido una tremenda ansiedad durante su primer año, según un informe de la National College Health Association.

  Formas de relajar la ansiedad

El precio de la ansiedad puede ser alto: aumenta el riesgo de que una persona sufra otros trastornos psiquiátricos como la depresión, y puede contribuir a la diabetes y a los problemas cardiovasculares. Un estudio aleccionador muestra que las personas con ansiedad tienden a ser más sedentarias y a realizar formas menos intensas de actividad física, si es que hacen alguna. Es irónico, porque atarse las zapatillas y salir a moverse puede ser la mejor solución no médica que tenemos para prevenir y tratar la ansiedad.

Como psiquiatra que estudia los efectos del ejercicio en el cerebro, no sólo he visto la ciencia, sino que he sido testigo de primera mano de cómo la actividad física afecta a mis pacientes. Las investigaciones demuestran que el ejercicio aeróbico es especialmente útil. Un simple paseo en bicicleta, una clase de baile o incluso una caminata rápida pueden ser una herramienta poderosa para quienes sufren de ansiedad crónica. Este tipo de actividades también ayudan a las personas que se sienten demasiado nerviosas y ansiosas ante un examen próximo, una gran presentación o una reunión importante.

Cómo lidiar con la ansiedad

“Sabemos que las viejas divisiones entre cuerpo y mente son falsas”, afirma el doctor Ben Michaelis, psicólogo clínico evolutivo y autor de Your Next Big Thing: 10 Small Steps to Get Moving and Get Happy. “Cuando te cuidas, estás ayudando a todo el sistema”.

Estar activo tiene probablemente efectos tanto físicos como mentales que mejoran el estado de ánimo, según una revisión de 2021 en Frontiers in Psychiatry.¹ Hay pruebas de que el ejercicio induce cambios en una parte del cerebro que regula la respuesta del cuerpo al estrés. Mientras que el ejercicio inicialmente eleva los niveles de las hormonas del estrés como el cortisol y la epinefrina, los niveles de esas hormonas disminuyen después de la actividad física, lo que puede conducir a sentimientos de disminución del estrés.²

  Miedo a sufrir infarto por ansiedad

Un pequeño estudio, publicado en 2015 en la revista Cognitive Behaviour Therapy, examinó los efectos de una sola sesión de ejercicio aeróbico en personas con distintos niveles de ansiedad. Los investigadores asignaron aleatoriamente a las personas a un grupo de aeróbic que hizo 30 minutos de ejercicio o a un grupo de control que realizó ejercicios de estiramiento y midieron sus niveles de ansiedad antes e inmediatamente después del ejercicio, así como tres y siete días después. Como se predijo, las personas del grupo de ejercicio aeróbico mostraron reducciones a corto plazo en la sensibilidad a la ansiedad, mientras que el grupo de control no lo hizo.⁷

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