Tratamiento de la ansiedad
Aunque es normal ponerse nervioso ante un acontecimiento importante o un cambio en la vida, unos 40 millones de estadounidenses padecen un trastorno de ansiedad, que es algo más que una preocupación o un miedo ocasional. Los trastornos de ansiedad pueden abarcar desde el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), que consiste en una preocupación intensa que no se puede controlar, hasta el trastorno de pánico, que consiste en episodios repentinos de miedo, junto con palpitaciones del corazón, temblores, sacudidas o sudoración.
Para quienes padecen un trastorno de ansiedad, es importante buscar estrategias que ayuden a controlar o reducir la ansiedad a largo plazo, como la terapia conversacional o la medicación. Pero todo el mundo puede beneficiarse de otras formas de reducir el estrés y la ansiedad con cambios en el estilo de vida, como llevar una dieta equilibrada, limitar el alcohol y la cafeína y dedicar tiempo a uno mismo.
La ansiedad es un estado mental orientado al futuro. Así que, en lugar de preocuparse por lo que va a pasar, “vuelve al presente”, dice la doctora Tamar Chansky, psicóloga y autora de Libérate de la ansiedad. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué está ocurriendo ahora mismo? ¿Estoy a salvo? ¿Hay algo que deba hacer ahora mismo? Si no es así, concierta una “cita” para volver a ver tus preocupaciones más tarde en el día, para que esos escenarios lejanos no te desvíen del camino, dice.
¿Puedo controlar la ansiedad por mí mismo?
La ansiedad es una bestia, pero es posible ganar la batalla sin medicación. A veces, superar la preocupación y el nerviosismo es simplemente cuestión de modificar tu comportamiento, tus pensamientos y tu estilo de vida. Puedes empezar con un enfoque sin medicamentos y luego hablar con un médico si tus síntomas no mejoran o empeoran.
¿Qué desencadena la ansiedad?
Las experiencias difíciles en la infancia, la adolescencia o la edad adulta son un desencadenante común de los problemas de ansiedad. Pasar por estrés y traumas cuando se es muy joven puede tener un impacto especialmente grande. Las experiencias que pueden desencadenar problemas de ansiedad incluyen cosas como: abuso físico o emocional.
¿Qué le ocurre a tu cerebro con la ansiedad?
La ansiedad debilita las conexiones entre la amígdala y el córtex prefrontal (CPF). Cuando la amígdala alerta al cerebro del peligro, el córtex prefrontal debería entrar en acción y ayudarte a dar una respuesta racional y lógica.
Cómo lidiar con el estrés
Si sufre de ansiedad, sepa que no está solo; alrededor de 40 millones de adultos en los Estados Unidos, o el 18% de la población, se ven afectados por la ansiedad cada año[1]Datos y estadísticas . Asociación Americana de Ansiedad y Depresión. Consultado el 14/10/2021. .
También debes saber que la ansiedad es tratable. Es posible aliviar la ansiedad por ti mismo, con mecanismos de afrontamiento probados y verdaderos. Estas habilidades pueden ayudarle a manejar la ansiedad no sólo en el momento, sino también con el tiempo, con la práctica (aunque no deben sustituir el tratamiento adecuado de un profesional de la salud mental).
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La ansiedad es una sensación de angustia, tensión y preocupación combinadas, y puede afectar a su cuerpo físicamente mediante el aumento de la presión arterial y otros síntomas. Mientras que la ansiedad ocasional es común e incluso esperada mientras navegamos por las tensiones de la vida, para aquellos con un trastorno de ansiedad, el miedo y la preocupación no se disipan y pueden interferir con su capacidad para llevar a cabo las actividades diarias.
Cómo afrontar los ataques de ansiedad
La ansiedad pone en marcha la respuesta de estrés del cuerpo (también llamada lucha o huida). Esta oleada instantánea de hormonas del estrés es una respuesta de supervivencia. Te prepara para reaccionar rápidamente y protegerte si lo necesitas. Si tienes miedo o no estás seguro de estar a salvo, la ansiedad te impulsa a ser precavido.
Aprender a afrontar la ansiedad requiere tiempo, paciencia y práctica. Sobre todo, hay que estar dispuesto a enfrentarse a las situaciones que provocan ansiedad. Empieza con un pequeño paso. Cuanto más practiques, mejor será tu capacidad para reducir la ansiedad.
Y si tu ansiedad es extrema o difícil de sobrellevar, o si te sientes ansioso por un problema con el que necesitas ayuda, díselo a uno de tus padres o a otro adulto en el que confíes. Con la atención y el apoyo adecuados, puedes sentirte menos ansioso y más seguro de ti mismo.
Autoayuda para la ansiedad
La recuperación es posible con un tratamiento adecuado, como la terapia de exposición, el entrenamiento de la atención y una serie de técnicas de gestión de la ansiedad que pueden ayudarle a controlar sus síntomas. Puedes aprender las siguientes estrategias por ti mismo (utilizando libros o haciendo cursos, por ejemplo) o puedes consultar con un profesional capacitado. Manejo de la ansiedad Algunas de las opciones de manejo de los trastornos de ansiedad son: Aprender sobre la ansiedad El viejo adagio “el conocimiento es poder” se aplica aquí: aprender todo sobre la ansiedad es fundamental para la recuperación. Por ejemplo, la educación incluye el examen de la fisiología de la respuesta de “huir o luchar”, que es la forma que tiene el cuerpo de enfrentarse a un peligro inminente. En el caso de las personas con trastornos de ansiedad, esta respuesta se desencadena de forma inadecuada ante situaciones que generalmente son inofensivas. La educación es una forma importante de promover el control de los síntomas. Mindfulness Cuando se siente ansiedad, una persona puede pasar una cantidad significativa de tiempo atrapada en pensamientos que provocan ansiedad. La atención plena nos guía para devolver nuestra atención al momento presente y desengancharnos de los pensamientos que pueden ser inútiles.