Qué es la depresión
La ansiedad es una afección definida como una preocupación excesiva y persistente por un acontecimiento inminente, como la muerte o la enfermedad, o incluso por acontecimientos menores, como llegar tarde a una cita u otros resultados inciertos. Los síntomas incluyen fatiga, hipervigilancia, inquietud e irritabilidad, y suelen ser crónicos.
Los ataques de pánico, por su parte, son breves estallidos de miedo intenso que suelen ir acompañados de un aumento de la frecuencia cardíaca, un breve dolor en el pecho o falta de aliento. Suelen durar menos de 30 minutos y pueden producirse una o varias veces, a veces sin motivo. Estos episodios pueden llevar a los pacientes a urgencias, ya que a veces se confunden con un ataque al corazón.
Warren: La ansiedad es básicamente lo que experimentamos cuando nos preocupamos por algún acontecimiento futuro, anticipando un mal resultado que podría ocurrir. Suele ir acompañada de tensión muscular y una sensación general de malestar. Y suele aparecer gradualmente.
Un ataque de pánico es diferente. Se asocia con un inicio muy abrupto de miedo intenso debido a una sensación de amenaza que se produce en ese momento, la respuesta de lucha o huida que estamos programados para enfrentarnos a un peligro inmediato. Se activa esa alarma.
¿Es la ansiedad un sentimiento emocional?
La Asociación Americana de Psicología (APA) define la ansiedad como “una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, pensamientos de preocupación y cambios físicos como el aumento de la presión arterial”.
¿Es la ansiedad un estrés emocional?
Hay una fina línea entre el estrés y la ansiedad. Ambos son respuestas emocionales, pero el estrés suele estar causado por un desencadenante externo. El desencadenante puede ser a corto plazo, como un plazo de entrega en el trabajo o una pelea con un ser querido, o a largo plazo, como la imposibilidad de trabajar, la discriminación o una enfermedad crónica.
¿Qué causa los sentimientos de ansiedad?
Un acontecimiento importante o una acumulación de pequeñas situaciones vitales estresantes pueden desencadenar una ansiedad excesiva; por ejemplo, una muerte en la familia, el estrés laboral o la preocupación constante por las finanzas. Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a los trastornos de ansiedad que otras. Otros trastornos mentales.
Trastorno de ansiedad
La ansiedad es una emoción que se caracteriza por un estado desagradable de agitación interior y que incluye sentimientos de temor ante acontecimientos previstos[1][2]. Suele ir acompañada de comportamientos nerviosos como ir de un lado a otro, quejas somáticas y rumiación[3].
La ansiedad es una sensación de inquietud y preocupación, normalmente generalizada y desenfocada como reacción exagerada a una situación que sólo se percibe subjetivamente como amenazante[4]. Suele ir acompañada de tensión muscular,[5] inquietud, fatiga, incapacidad para recuperar el aliento, opresión en la región abdominal, náuseas y problemas de concentración. La ansiedad está estrechamente relacionada con el miedo,[6] que es una respuesta a una amenaza inmediata real o percibida (respuesta de lucha o huida); la ansiedad implica la expectativa de una amenaza futura, incluido el temor[5] Las personas que se enfrentan a la ansiedad pueden retirarse de situaciones que les han provocado ansiedad en el pasado[7].
Aunque la ansiedad es una respuesta típica del ser humano, cuando es excesiva o persiste más allá de los periodos apropiados para el desarrollo, puede diagnosticarse como un trastorno de ansiedad[8] Existen múltiples formas de trastorno de ansiedad (como el trastorno de ansiedad generalizado y el trastorno obsesivo compulsivo) con definiciones clínicas específicas. [9] Parte de la definición de un trastorno de ansiedad, que lo distingue de la ansiedad cotidiana, es que es persistente y suele durar 6 meses o más, aunque el criterio de duración pretende ser una guía general que permite cierto grado de flexibilidad y a veces es de menor duración en los niños[5].
Estrés
ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.
Depresión
El estrés emocional implica la experiencia de un afecto negativo, como la ansiedad, en el contexto de una respuesta fisiológica al estrés que incluye cambios cardiovasculares y hormonales. El estrés emocional suele producirse cuando un individuo percibe que no dispone de los recursos personales adecuados para hacer frente a las demandas situacionales de forma eficaz (Lazarus, 1966).
Las primeras concepciones del estrés caracterizaban sus propiedades físicas, centrándose en la alteración de la homeostasis en un organismo (Selye, 1956). El concepto de estrés evolucionó posteriormente para incluir un mayor énfasis en la influencia de los factores psicológicos en el proceso de estrés. El término “estrés emocional” refleja el hecho de que el proceso de estrés en los seres humanos implica un componente afectivo sustancial.