Estrés emocional y problemas estomacales
Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Los trastornos gastrointestinales (GI) suelen incluir síntomas de dolor de estómago, acidez, diarrea, estreñimiento, náuseas y vómitos. Aunque hay muchas causas posibles de los problemas gastrointestinales, cuando no se encuentra una explicación médica, suelen denominarse “síntomas gastrointestinales funcionales”.
Muchos estudios han demostrado una correlación entre la ansiedad, la depresión y los síntomas gastrointestinales funcionales. En general, los resultados de los estudios han demostrado que las personas que tienen al menos un síntoma gastrointestinal son más propensas a padecer un trastorno de ansiedad o depresión que las que no tienen ningún síntoma gastrointestinal.
Las quejas físicas inexplicables en su conjunto -incluyendo fatiga, dolor de cabeza, malestar estomacal, náuseas, diarrea, estreñimiento, mareos y dolores musculoesqueléticos- son más frecuentes en las personas con un trastorno de ansiedad y/o depresión.
¿Por qué tengo ansiedad en el estómago?
Un intestino con problemas puede enviar señales al cerebro, al igual que un cerebro con problemas puede enviar señales al intestino. Por lo tanto, el malestar estomacal o intestinal de una persona puede ser la causa o el producto de la ansiedad, el estrés o la depresión. Esto se debe a que el cerebro y el sistema gastrointestinal (GI) están íntimamente conectados.
¿Cómo se siente la ansiedad en el estómago?
Malestar estomacal
El estrés y la ansiedad pueden hacerte sentir como si tuvieras nudos en el vientre. Algunas personas sienten náuseas e incluso vómitos. Si esto ocurre constantemente, puedes desarrollar problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable (SII) o llagas en el revestimiento del estómago llamadas úlceras.
¿Qué alimentos reducen la ansiedad?
Se cree que los carbohidratos aumentan la cantidad de serotonina en el cerebro, que tiene un efecto calmante. Consume alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como los cereales integrales; por ejemplo, la avena, la quinoa, los panes integrales y los cereales integrales.
Remedios naturales para el estómago nervioso
Soluciones: Cuatro hierbas para calmar tu estómago nervioso by Aisling Badger February 02, 2021 amargas salud digestiva Todos conocemos la sensación; nos sentimos un poco mareados o hinchados, hay un nudo apretado en la boca del estómago o esas mariposas nerviosas. A veces, nuestro cuerpo rechaza lo que acabamos de comer, otras veces, el nerviosismo y la respuesta del cuerpo al estrés ocasional pueden manifestarse como síntomas en nuestro intestino, ya que todo en nuestro cuerpo está interconectado.
Cuando se experimentan respuestas psicológicas, como una respuesta ocasional al estrés, puede influir en la función principal del sistema digestivo y provocar molestias abdominales. Nuestro intestino es como un segundo cerebro que produce su propio conjunto de mensajeros químicos en el proceso digestivo. Cuando la digestión se interrumpe, se disparan las alarmas del sistema nervioso que exacerban los síntomas de nuestro estrés o la respuesta de “lucha o huida”. Si estás ocupado y agotado, es importante reconocer esta relación única entre el intestino y nuestro cerebro, ya que puede ofrecer una visión y una guía para tu salud y bienestar general.
Dolor de estómago superior por ansiedad
La conexión entre el intestino y el cerebro no es una broma; puede relacionar la ansiedad con los problemas de estómago y viceversa. ¿Ha tenido alguna vez una experiencia que le haya hecho sentir “tripas”? ¿Ciertas situaciones le hacen “sentir náuseas”? ¿Ha sentido alguna vez “mariposas” en el estómago? Utilizamos estas expresiones por una razón. El tracto gastrointestinal es sensible a las emociones. La ira, la ansiedad, la tristeza, la euforia… todos estos sentimientos (y otros) pueden desencadenar síntomas en el intestino.
El cerebro tiene un efecto directo sobre el estómago y los intestinos. Por ejemplo, el mero hecho de pensar en comer puede liberar los jugos del estómago antes de que llegue la comida. Esta conexión va en ambos sentidos. Un intestino con problemas puede enviar señales al cerebro, al igual que un cerebro con problemas puede enviar señales al intestino. Por lo tanto, el malestar estomacal o intestinal de una persona puede ser la causa o el producto de la ansiedad, el estrés o la depresión. Esto se debe a que el cerebro y el sistema gastrointestinal (GI) están íntimamente conectados.
Esto es especialmente cierto en los casos en que una persona experimenta un malestar gastrointestinal sin una causa física evidente. En el caso de estos trastornos gastrointestinales funcionales, es difícil tratar de curar un intestino afligido sin tener en cuenta el papel del estrés y las emociones.
Alimentos para el estómago nervioso
¿Has sentido alguna vez mariposas en el estómago cuando estás ansioso o preocupado por algo? Si es así, ya sabes cómo puede afectar el estrés a tu sistema digestivo. El estrés y la ansiedad pueden hacer que sientas que tienes nudos en el vientre. De hecho, si esto sigue ocurriendo puedes desarrollar problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable (SII).
Los problemas estomacales son uno de los síntomas más comunes del estrés y la ansiedad. Los investigadores han identificado una poderosa conexión entre el intestino y el cerebro. Esto vincula la ansiedad con los problemas estomacales y viceversa. Sí, la conexión va en ambos sentidos. Esto sucede porque el intestino está lleno de nervios como el cerebro. Y el cerebro comparte muchas de estas conexiones nerviosas con el intestino. Así que cuando te preocupas, el estrés tiene un efecto en tu sistema digestivo al disminuir la producción de anticuerpos y afectar negativamente a la flora intestinal.
Una vez que se padece alguna de estas afecciones, la propia afección puede convertirse en una fuente de ansiedad o estrés que puede afectar a la calidad de vida. Por eso es importante tomar medidas para tener el control durante las situaciones de estrés y encontrar formas de mantener la calma.