Tratamiento de la ansiedad estomacal
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Los trastornos gastrointestinales (GI) suelen incluir síntomas de dolor de estómago, acidez, diarrea, estreñimiento, náuseas y vómitos. Aunque hay muchas causas posibles de los problemas gastrointestinales, cuando no se encuentra una explicación médica, suelen denominarse “síntomas gastrointestinales funcionales”.
Muchos estudios han demostrado una correlación entre la ansiedad, la depresión y los síntomas gastrointestinales funcionales. En general, los resultados de los estudios han demostrado que las personas que tienen al menos un síntoma gastrointestinal son más propensas a padecer un trastorno de ansiedad o depresión que las que no tienen ningún síntoma gastrointestinal.
Las quejas físicas inexplicables en su conjunto -incluyendo fatiga, dolor de cabeza, malestar estomacal, náuseas, diarrea, estreñimiento, mareos y dolores musculoesqueléticos- son más frecuentes en las personas con un trastorno de ansiedad y/o depresión.
Síndrome del estómago nervioso
La conexión entre el intestino y el cerebro no es una broma; puede relacionar la ansiedad con los problemas estomacales y viceversa. ¿Ha tenido alguna vez una experiencia que le haya hecho sentir “tripas”? ¿Ciertas situaciones le hacen “sentir náuseas”? ¿Ha sentido alguna vez “mariposas” en el estómago? Utilizamos estas expresiones por una razón. El tracto gastrointestinal es sensible a las emociones. La ira, la ansiedad, la tristeza, la euforia… todos estos sentimientos (y otros) pueden desencadenar síntomas en el intestino.
El cerebro tiene un efecto directo sobre el estómago y los intestinos. Por ejemplo, el mero hecho de pensar en comer puede liberar los jugos del estómago antes de que llegue la comida. Esta conexión va en ambas direcciones. Un intestino con problemas puede enviar señales al cerebro, al igual que un cerebro con problemas puede enviar señales al intestino. Por lo tanto, el malestar estomacal o intestinal de una persona puede ser la causa o el producto de la ansiedad, el estrés o la depresión. Esto se debe a que el cerebro y el sistema gastrointestinal (GI) están íntimamente conectados.
Esto es especialmente cierto en los casos en que una persona experimenta un malestar gastrointestinal sin una causa física evidente. En el caso de estos trastornos gastrointestinales funcionales, es difícil tratar de curar un intestino afligido sin tener en cuenta el papel del estrés y las emociones.
Ansiedad de mariposas en el estómago
La conexión entre el intestino y el cerebro no es ninguna broma; puede relacionar la ansiedad con los problemas de estómago y viceversa. ¿Ha tenido alguna vez una experiencia que le haya hecho sentir “tripas”? ¿Ciertas situaciones le hacen “sentir náuseas”? ¿Ha sentido alguna vez “mariposas” en el estómago? Utilizamos estas expresiones por una razón. El tracto gastrointestinal es sensible a las emociones. La ira, la ansiedad, la tristeza, la euforia… todos estos sentimientos (y otros) pueden desencadenar síntomas en el intestino.
El cerebro tiene un efecto directo sobre el estómago y los intestinos. Por ejemplo, el mero hecho de pensar en comer puede liberar los jugos del estómago antes de que llegue la comida. Esta conexión va en ambas direcciones. Un intestino con problemas puede enviar señales al cerebro, al igual que un cerebro con problemas puede enviar señales al intestino. Por lo tanto, el malestar estomacal o intestinal de una persona puede ser la causa o el producto de la ansiedad, el estrés o la depresión. Esto se debe a que el cerebro y el sistema gastrointestinal (GI) están íntimamente conectados.
Esto es especialmente cierto en los casos en que una persona experimenta un malestar gastrointestinal sin una causa física evidente. En el caso de estos trastornos gastrointestinales funcionales, es difícil tratar de curar un intestino afligido sin tener en cuenta el papel del estrés y las emociones.
Estómago nervioso nhs
Las personas que padecen malestar estomacal a causa de la ansiedad probablemente le dirán que éste es uno de sus síntomas más perjudiciales. Llega en momentos inoportunos, es incómodo y tiene la tendencia a hacer que te sientas mal de una manera que te distrae increíblemente y perjudica tus actividades cotidianas.
El malestar estomacal es una de las razones por las que la ansiedad puede ser difícil de diferenciar de muchas enfermedades comunes o de la indigestión, ya que el malestar estomacal puede sentirse similar a este tipo de condiciones. Sólo un médico puede descartar que se trate de una enfermedad, por lo que es importante buscar la orientación de su médico antes de asumir que sus problemas estomacales se deben a la ansiedad. Pero si se deben a la ansiedad, hay formas de reducirla.
Dado que la ansiedad puede provocar malestar estomacal, las personas que sufren de ansiedad regular y persistente a menudo descubren que su estómago les molesta constantemente. Pueden sentir que necesitan estar siempre cerca de un baño, o pueden tener dificultades para comer o sentirse cómodos durante las actividades.
Sin embargo, no es sólo porque el estómago esté molesto. La ansiedad hace que la mente se concentre en los problemas que más le molestan, y por eso, cuando el estómago le molesta debido a la ansiedad, ésta hará que ese efecto se amplifique.