No hay energía para hacer nada
Este síntoma puede variar en intensidad de leve, a moderado, a severo. También puede aparecer en oleadas en las que se siente más fuerte a veces que en otras. A veces, puede ser tan fuerte que parece abrumador.
El cuerpo es una máquina increíble que no sólo se maneja por sí mismo en su mayor parte a pesar de las condiciones internas y externas siempre cambiantes, sino que también tiene un “modo de preparación de emergencia mejorado” cuando necesitamos un “impulso de atención y energía” al ser desafiados por un factor de estrés.
En un contexto médico o biológico: el estrés es un factor físico, mental o emocional que provoca tensión corporal o mental. El estrés puede ser externo (del entorno, de situaciones sociales, etc.) o interno (enfermedad, de un procedimiento médico, comportamiento, etc.). El estrés puede iniciar la respuesta de “lucha o huida”, una compleja reacción de los sistemas neurológico y endocrinológico[2].
Cuando se está estresado, la respuesta al estrés produce el “modo de preparación de emergencia mejorada”. La respuesta al estrés hace que el cuerpo segregue hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que mejoran la capacidad del cuerpo para hacer frente al estrés.
Recuperarse de un ataque de ansiedad
El agotamiento por ansiedad puede ser como nada que hayamos experimentado. Nuestra cabeza está nublada; nuestros pensamientos nunca terminan de completarse. Buscar una respuesta a una pregunta, o intentar recordar cómo hacer algo que hacemos a diario, como preparar una taza de té, puede parecer un vadeo mental en la melaza. Los ojos nos escuecen y tratan de cerrarse. Podemos tener un dolor de cabeza punzante. Nos duelen todos los músculos, incluso los que no sabíamos que teníamos. Nuestra respiración puede ser dificultosa y respirar profundamente puede resultar pesado y casi doloroso. Cada una de nuestras extremidades se siente como si nuestro torrente sanguíneo hubiera sido sustituido por plomo. Todo nos duele. Estar de pie, sentarse, acostarse… todo parece demasiado duro. Todo parece que nuestro cuerpo necesita más apoyo. El sonido, la luz, los olores, los sabores y las cosas que tocamos pueden parecer demasiado, casi como si nos atacaran. El mundo puede parecer borroso o peludo, sobre todo en los bordes.
A pesar de todo esto, muchos de nosotros seguiremos intentando hacer todo lo que creemos que se espera de nosotros. Puede que nos sintamos frustrados con nosotros mismos por no ser capaces de hacer las cosas al mismo nivel que seríamos capaces de lograr si no estuviéramos tan cansados. Esta frustración suele verse exacerbada por nuestra incapacidad para entender por qué estamos tan cansados. A menudo sentimos que deberíamos “aguantar” y “estar mejor”.
Síntomas musculares de ansiedad
El cansancio es probablemente el síntoma físico más común que puede provocar la ansiedad, y también puede ser uno de los más perjudiciales para la salud a largo plazo. El cansancio puede obstaculizar su forma de vida, impedirle hacer las cosas que le gustan y dibujar su trabajo diario. El cansancio causado por la ansiedad puede ser tan leve como necesitar una siesta extra, hasta mantenerte en la cama todo el día.
El síntoma de ansiedad del cansancio puede empeorar la salud mental. En algunos casos, el cansancio provocado por la ansiedad puede ser un círculo vicioso: la ansiedad provoca el cansancio, y el cansancio provoca la ansiedad. Pero hay soluciones para este cansancio emocional, como los ejercicios de afrontamiento o incluso la terapia para la ansiedad con un servicio de búsqueda de terapeutas que te ayude a encontrar la pareja perfecta.
La ansiedad es la reacción de la mente y el cuerpo ante situaciones estresantes, peligrosas o desconocidas. Puede provocar esa conocida sensación de malestar, angustia o temor que a veces se siente antes de un acontecimiento importante. En realidad, un cierto nivel de ansiedad es bueno. Nos ayuda a mantenernos alerta y a ser conscientes de nuestro entorno, pero en el caso de las personas que sufren un trastorno de ansiedad, estos sentimientos pueden alcanzar una intensidad y una frecuencia que van más allá de mantenernos a salvo. A veces puede interferir en la vida cotidiana o incluso hacer que te preguntes cómo saber si las náuseas se deben a la ansiedad.
Ansiedad por el sueño
La somnolencia diurna excesiva (sin causa conocida) puede ser un signo de un trastorno del sueño.La depresión, la ansiedad, el estrés y el aburrimiento pueden contribuir a la somnolencia excesiva. Sin embargo, estos trastornos suelen provocar más bien fatiga y apatía.Causas
Puede aliviar la somnolencia tratando la causa del problema. En primer lugar, determine si su somnolencia se debe a la depresión, la ansiedad, el aburrimiento o el estrés. Si no está seguro, hable con su médico. Si la somnolencia se debe a los medicamentos, hable con su médico para que le cambie o deje de tomarlos. Pero NO deje de tomar ni cambie su medicamento sin antes hablar con su proveedor.No conduzca cuando esté somnoliento.Qué esperar en su visita al consultorio
Su proveedor lo examinará para determinar la causa de su somnolencia. Le preguntará sobre sus patrones de sueño y su salud. El tratamiento depende de la causa de su somnolencia.Nombres alternativos
Actualizado por: David C. Dugdale, III, MD, Profesor de Medicina, División de Medicina General, Departamento de Medicina, Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. También revisado por David Zieve, MD, MHA, Director Médico, Brenda Conaway, Directora Editorial, y el equipo editorial de A.D.A.M.