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Ansiedad al estar solo

octubre 5, 2022
Ansiedad al estar solo

Ansiedad de separación

Muchas personas pueden sufrir ataques de soledad a corto plazo en algún momento de su vida. Este tipo de sentimientos suelen ser breves y no se consideran crónicos. Sin embargo, cuando los sentimientos de soledad y aislamiento empeoran y continúan a largo plazo, puede haber signos y síntomas más serios a tener en cuenta y medidas que puede tomar para ayudar a lidiar con la soledad crónica.

La soledad crónica se produce cuando los sentimientos de soledad y el incómodo aislamiento social se prolongan durante un largo periodo de tiempo. Se caracteriza por una sensación constante e implacable de estar solo, separado o dividido de los demás, y una incapacidad para conectar a un nivel más profundo. También puede ir acompañada de sentimientos profundamente arraigados de duda sobre sí mismo, baja autoestima o ansiedad social.1

La soledad continua puede afectar incluso a la persona más aparentemente extrovertida. Ser el “alma de la fiesta” no excluye necesariamente que alguien se sienta crónicamente solo. Este tipo de soledad crónica, o de larga duración, puede acabar afectando a todos los ámbitos de la vida.

Monofobia

Tomarse tiempo para descansar y recuperarse es importante. Sin embargo, el aislamiento, la soledad y el simple hecho de no conversar con otras personas puede tener un impacto emocional profundamente negativo, de una manera que pocas personas se dan cuenta. Este artículo explorará cómo el exceso de tiempo a solas puede llegar a ser problemático y por qué garantizar cierta interacción social es esencial para controlar la ansiedad.

Sentirse solo y aislarse del mundo puede ser tanto una causa como un síntoma de ansiedad. Algunas personas experimentan ansiedad porque se sienten increíblemente aisladas. Otras sienten que necesitan estar solas para reducir su ansiedad.

  Rescue ansiedad

El apoyo social es psicológicamente poderoso. Estudios científicos reales de nivel universitario han descubierto que la mayoría de los seres humanos son criaturas intensamente sociales y que si no se sienten apoyados socialmente corren más riesgo no sólo de sufrir ansiedad/estrés, sino también problemas de salud física. El sentimiento de apoyo puede ser más importante que el número real de amigos o el tiempo que se pase con ellos, y esto puede variar de una persona a otra.

Por qué no puedo estar solo

Michelle C. Brooten-Brooks es una terapeuta matrimonial y familiar licenciada, reportera de salud y escritora médica con más de veinte años de experiencia en periodismo. Sus artículos y reportajes sobre salud han aparecido en numerosos periódicos de todo el país.

Los artículos de Verywell Health son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud. Estos revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.

La monofobia, a veces llamada autofobia, eremofobia o aislafobia, es el miedo a estar solo. La monofobia se produce cuando una persona tiene tanto miedo a estar sola o abandonada que le provoca una ansiedad extrema que supera con creces la amenaza o experiencia real. El miedo es tan intenso que afecta al funcionamiento diario.

Algunos profesionales de la salud mental pueden considerar la monofobia como una fobia situacional, que es un tipo de fobia específica (un miedo intenso e irracional a un objeto o situación que supone poco peligro real).

Autofobia

Cuando vivimos con ansiedad social, se hace muy difícil socializar. Podemos sentirnos muy aislados y solos. La soledad es perjudicial para nuestra salud en general. Sentirse conectado y tener un sentido de pertenencia son necesidades que todos tenemos. Cuando tenemos ansiedad social y nos sentimos solos, ambas cosas pueden parecer opuestas, con necesidades y sentimientos contradictorios.

  Paralisis facial por ansiedad

La ansiedad social puede ser agotadora, abrumadora y aterradora. Cuando socializamos, nuestro cuerpo puede entrar en modo de “lucha o huida”, nos sentimos al límite y nuestros pensamientos pueden volverse ruidosos y caóticos. Nuestros sentidos se intensifican y podemos sentirnos abrumados por los sonidos, el ruido, los olores y las multitudes.    Es posible que nuestra respiración se vuelva más superficial y que algunos experimentemos dolor en el pecho y mareos.

Una idea errónea sobre la ansiedad social es que somos antisociales o que “odiamos a la gente”. Esto no suele ser así. Normalmente no somos antisociales, sino que nos sentimos increíblemente ansiosos cuando estamos cerca de otras personas. Esto significa que las interacciones sociales pueden ser fenomenalmente agotadoras.

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