Cómo afecta la depresión posparto a los bebés – Explore UCalgary
La depresión es uno de los trastornos de salud mental más comunes, especialmente durante los años de maternidad de las mujeres.1,2 La depresión materna está relacionada con los resultados de los niños ya en el nacimiento y en los períodos de desarrollo posteriores. En consecuencia, la depresión materna es un factor de riesgo importante y relativamente común durante la primera infancia. Un objetivo urgente de la investigación es comprender las trayectorias y los procesos de desarrollo que subyacen a las relaciones entre la depresión materna y el desarrollo de los niños.
Se ha demostrado que la depresión materna contribuye a la aparición de múltiples problemas de desarrollo en la primera infancia, como el deterioro del funcionamiento cognitivo, social y académico.3-6 Los hijos de madres deprimidas tienen al menos dos o tres veces más probabilidades de desarrollar problemas de adaptación, incluidos los trastornos del estado de ánimo.3 Incluso en la infancia, los hijos de madres deprimidas son más quisquillosos, menos receptivos a las expresiones faciales y vocales, más inactivos y tienen elevadas hormonas del estrés en comparación con los bebés de madres no deprimidas.7,8 Por consiguiente, el estudio del desarrollo infantil en el contexto de la depresión materna es una gran preocupación de la sociedad y ha sido una importante dirección de investigación para los investigadores del desarrollo de la primera infancia durante las últimas décadas.
Depresión posparto
La depresión materna, que incluye la depresión antes, durante y después del embarazo, puede tener graves consecuencias para las madres y sus hijos, especialmente los bebés y niños pequeños. Los riesgos incluyen el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer y los retrasos cognitivos y de desarrollo. La depresión posparto está relacionada con los cambios hormonales y químicos que se producen en el cuerpo de la madre tras el parto y puede verse agravada por una serie de factores, como los factores de estrés económico y la falta de acceso a tratamientos y servicios.
Los efectos negativos de la depresión materna sobre la madre y el niño están bien investigados y son claros. La investigación científica confirma que los bebés necesitan cuidadores comprometidos, atentos y cariñosos para prosperar, y cuando las madres no pueden comprometerse de forma cariñosa y cariñosa, la salud y el desarrollo de sus hijos se resienten.
La ciencia apunta claramente a la necesidad de identificar y tratar a tiempo la depresión materna. Aunque las minorías raciales o étnicas tienen menos probabilidades de sufrir depresión, las que la padecen experimentan peores resultados de salud y tienen menos probabilidades de recibir atención y tratamiento.
Depresión posparto
La depresión es una enfermedad que afecta a la forma de pensar, actuar y sentir de las personas. Alrededor del 6% de las mujeres sufren depresión en algún momento de su vida. Esta cifra aumenta hasta un 10% (1 de cada 10) en el caso de las mujeres embarazadas.
Las mujeres corren más riesgo de sufrir depresión durante el embarazo y durante las semanas y meses posteriores al parto. Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden afectar a las sustancias químicas del cerebro y provocar depresión y ansiedad. A veces, las mujeres embarazadas no se dan cuenta de que están deprimidas. Pueden pensar que tienen los síntomas del embarazo o la “tristeza del bebé”, que muchas mujeres experimentan justo después del parto.
La buena noticia es que la depresión puede tratarse. Lea los signos que se enumeran a continuación y hable con su médico si tiene alguno de ellos. Informe a su pareja y a los miembros de su familia de los signos para que también estén al tanto.
Si la depresión durante el embarazo no se trata, puede derivar en una depresión posparto. La depresión posparto es una enfermedad grave que puede durar meses después del parto. Puede afectar a tu salud y a tu vínculo con el bebé.
Baby Talk | ¿Cómo afecta la depresión posparto a los bebés?
En todo el país, la depresión afecta a entre el 10 y el 25 por ciento de las mujeres embarazadas durante el periodo perinatal, que se define como el periodo comprendido entre los tres meses anteriores al embarazo y el año posterior al parto. Foto: ThinkstockMientras su madre la sostenía a distancia, Sofía, de 7 días, no dejaba de llorar. La sala de exploración del sur de Los Ángeles estaba fría y la niña tenía hambre. La madre de Sofía, Rocío, no abrazaba a su hija y no quería amamantarla.Rocío -cuyo nombre, junto con el de Sofía, se ha cambiado para proteger su privacidad- tiene seis hijos mayores. Hablando a través de un intérprete de español, Rocío dijo que ya tenía que volver a trabajar como comerciante autónoma: su familia necesitaba el dinero. Me dijo que estaba triste pero que no importaba.
<p>Mientras su madre la sostenía a distancia, Sofía, de 7 días, no dejaba de llorar. Mi sala de examen en el sur de Los Ángeles estaba fría y la niña tenía hambre. La madre de Sofía, Rocío, no abrazaba a su hija y no quería amamantarla.</p> <p>
<p>Rocio -cuyo nombre, junto con el de Sofía, ha sido cambiado para proteger su privacidad- tiene seis hijos mayores. Hablando a través de un intérprete de español, Rocío dijo que ya tenía que volver a trabajar como comerciante independiente: su familia necesitaba el dinero. Me dijo que estaba triste pero que no importaba.</p> <p>