Salud del sistema nervioso
Para mantenerse despierto en la tercera edad, siga los seis pilares de la salud cerebral que se describen a continuación. Incorporar estos consejos puede mejorar la salud de los neurotransmisores y producir dopamina, serotonina y norepinefrina, lo que a su vez puede conducir a una vida más larga y saludable.
Estados Unidos tiene una de las tasas más altas de enfermedades autoinmunes del mundo, y se cree que el consumo habitual de alimentos procesados es uno de los factores. Sin embargo, una dieta basada en frutas, verduras, cereales integrales, grasas saludables y proteínas de calidad puede ser beneficiosa para la salud cerebral: “La nutrición es muy importante para la salud cerebral”, explica el Dr. Vaysbrot. “Imagina que lo que te metes en la boca forma parte de ti y sé consciente de lo que le haces a tu cuerpo”.
El sueño es reparador. Mientras duermes, tu cerebro no está inactivo; está almacenando recuerdos y eliminando amiloides, un producto de desecho de los procesos metabólicos que, en grandes cantidades, se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer: Elimine los dispositivos y las distracciones de su espacio para dormir, limite el ejercicio a dos horas de la hora de acostarse, evite las comidas copiosas y el exceso de agua antes de acostarse y, si todo lo demás falla, elija melatonina orgánica, té Sleepytime u otros productos naturales en lugar de otros somníferos.
Sistema nervioso hiperactivo
Los cambios en el cuerpo y el cerebro son normales con la edad. Sin embargo, hay algunas cosas que puede hacer para ralentizar el deterioro de la memoria y reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otras demencias.
El ejercicio tiene muchos beneficios conocidos, y la actividad física regular también beneficia al cerebro. Múltiples estudios de investigación demuestran que las personas físicamente activas son menos propensas a experimentar un declive en su función mental y tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Estos beneficios son el resultado de un mayor flujo sanguíneo al cerebro durante el ejercicio. También tiende a contrarrestar parte de la reducción natural de las conexiones cerebrales que se produce durante el envejecimiento, invirtiendo algunos de los problemas.
El sueño desempeña un papel importante en la salud del cerebro. Algunas teorías afirman que el sueño ayuda a eliminar las proteínas anormales del cerebro y a consolidar los recuerdos, lo que potencia la memoria y la salud cerebral en general.
Intente dormir entre siete y ocho horas seguidas cada noche, no un sueño fragmentado de dos o tres horas. El sueño consecutivo da a tu cerebro el tiempo necesario para consolidar y almacenar tus recuerdos de forma eficaz. La apnea del sueño perjudica la salud de tu cerebro y podría ser la causa de que te cueste dormir horas consecutivas. Hable con su equipo médico si usted o un ser querido sospecha que padece apnea del sueño.
Curación del sistema nervioso
Desde el estrés laboral hasta las obligaciones familiares, pasando por la actualidad, nuestro sistema nervioso soporta el peso de todo ello sin recibir el nivel adecuado de amor y atención. Tenemos que empezar a considerar la salud de nuestro sistema nervioso como una prioridad diaria.
Si eres como yo, doblas la colada mientras tienes un ojo puesto en el reloj, en tus hijos/perros/gatos y otro en el artículo que estás leyendo. Planificas tu día mientras escuchas la radio o el podcast que quieres encajar en tu mundo y te desplazas al trabajo. Luego planificas tu fin de semana mientras caminas hacia tu escritorio/estera de yoga.
Además, recibimos mensajes constantes para que seamos productivos, mantengamos nuestra rutina de ejercicios y nos mantengamos socialmente activos y comprometidos. Todo ello mientras mantenemos nuestra práctica de meditación y nos alimentamos con las dietas más sanas y nutritivas.
Todos tenemos un límite, y no es difícil alcanzarlo con todo lo que ocurre en el mundo. No deberíamos intentar forzarnos a funcionar en vacío sin esperar algunas consecuencias a largo plazo, bastante graves. Nuestro cuerpo, cerebro, corazón y sistema nervioso sólo pueden funcionar con el estrés como combustible durante un tiempo sin decir NO.
Sistema nervioso
14 abr 2016,11:02am EDT|Este artículo tiene más de 6 años.El cerebro es, con diferencia, nuestro órgano más valioso; los demás también son buenos, pero todos palidecen en comparación con el poderoso cerebro. Dado que el cerebro trabaja con tanta intensidad las 24 horas del día (incluso mientras dormimos), consume una cantidad extraordinaria de energía y necesita cierto apoyo nutricional para mantenerse en funcionamiento. En otras palabras, necesita mucho mantenimiento. Pero puede haber ideas equivocadas sobre lo que mantiene sano al cerebro; por ejemplo, hay pocas pruebas de que los suplementos de omega-3 o los batidos verdes hagan algo más que una buena nutrición general. Entonces, ¿qué nos dice la ciencia que puede ayudar a nuestro cerebro? Esto es lo que sabemos hasta ahora.
La actividad física está claramente relacionada con la salud cerebral y la función cognitiva. Las personas que hacen ejercicio parecen tener un mayor volumen cerebral, mejores habilidades de pensamiento y memoria e incluso un menor riesgo de demencia. Un estudio reciente publicado en la revista Neurology descubrió que las personas mayores que practican ejercicio físico intenso obtienen puntuaciones en pruebas cognitivas que las sitúan en el equivalente a 10 años más jóvenes. No está totalmente claro a qué se debe esto, pero es probable que se deba al aumento del flujo sanguíneo al cerebro que se produce con la actividad física. También se cree que el ejercicio ayuda a generar nuevas neuronas en el hipocampo, la zona del cerebro donde “viven” el aprendizaje y la memoria, y que se sabe que pierde volumen con la edad, la depresión y la enfermedad de Alzheimer. La única excepción a la regla del ejercicio son los deportes de impacto, como el fútbol, que se ha demostrado una y otra vez que están relacionados con el daño cerebral y la demencia, ya que incluso los impactos de bajo nivel pueden acumularse con el tiempo. Lo mismo ocurre con los cabezazos en el fútbol.