Qué hacer después de un ataque de pánico
Todos hemos sentido ansiedad -el nerviosismo antes de una cita, un examen, una competición, una presentación-, pero ¿qué es exactamente? La ansiedad es la forma que tiene nuestro cuerpo de prepararse para afrontar un reto. Nuestro corazón bombea más sangre y oxígeno para que estemos preparados para la acción. Estamos alerta y realizamos las tareas físicas y emocionales con mayor eficacia. (Véase también Ansiedad ante los exámenes para obtener consejos sobre cómo afrontarlos).
Es normal sentirse ansioso cuando nuestra seguridad, salud o felicidad se ven amenazadas; sin embargo, a veces la ansiedad puede llegar a ser abrumadora y perturbadora e incluso puede ocurrir sin ninguna razón identificable. Los ataques excesivos y duraderos de preocupación pueden reflejar un trastorno de ansiedad.
Cualquier persona puede experimentar estos síntomas en momentos de estrés. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad pueden experimentarlos en ausencia de estrés, con síntomas más graves y/o con la aparición de varios síntomas juntos.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación y tensión crónicas y exageradas, mucho más que la ansiedad típica que la mayoría de la gente experimenta en su vida diaria. Las personas pueden tener temblores, espasmos, tensión muscular, náuseas, irritabilidad, falta de concentración, depresión, fatiga, dolores de cabeza, mareos, falta de aire o sofocos.
¿Puede ser hospitalizado por un ataque de ansiedad?
Una emergencia de ansiedad o un ataque de pánico extremo puede requerir una visita a urgencias si el enfermo no consigue controlarlo. Los casos extremos de hiperventilación pueden provocar taquicardia, una situación en la que el corazón late tan rápido que es incapaz de bombear correctamente la sangre a todo el cuerpo.
¿Qué harán si vas a urgencias por ansiedad?
Si acude a urgencias, es posible que le hagan un electrocardiograma, análisis de sangre y una radiografía de tórax para asegurarse de que no está sufriendo un infarto u otro problema grave. El médico también puede darte un medicamento para ayudarte a relajarte. Habla con tu médico o con un terapeuta si tienes ataques de pánico a menudo.
Qué causa los ataques de pánico
En algún momento de su vida, lo más probable es que todo el mundo experimente ansiedad. No sólo es habitual, sino que puede afectar drásticamente a su vida cotidiana. Desde los factores de estrés diarios hasta las crisis vitales más importantes, cualquier cosa puede desencadenar un ataque de ansiedad o de pánico. En casos extremos, puede ser necesaria la atención médica, pero ¿qué ocurre cuando se acude a urgencias con ansiedad? En esta entrada del blog, exploraremos qué es la ansiedad y si justifica un viaje a la sala de emergencias.
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo como reacción al estrés. Hay muchos factores desencadenantes de la ansiedad y a menudo se asocian a la anticipación de circunstancias estresantes como una entrevista. Sin embargo, la ansiedad puede variar mucho en intensidad. En casos extremos, la ansiedad puede provocar sensaciones molestas y dar lugar a otras complicaciones. Las personas que sufren trastornos de ansiedad crónicos pueden ver afectado su día a día y a menudo necesitan medicación. La ansiedad a menudo se pasa por alto y se malinterpreta, pero es una condición mental grave que afecta a millones de personas. He aquí los principales tipos de trastornos de ansiedad:
Ataque de pánico
El trastorno de pánico es el término utilizado para describir cuando los ataques de pánico son recurrentes e incapacitantes. El trastorno de pánico puede caracterizarse por: Durante un ataque de pánico, usted se siente repentinamente abrumado por las sensaciones físicas descritas anteriormente. Los ataques de pánico alcanzan su punto álgido en unos 10 minutos y suelen durar hasta media hora, dejándole con una sensación de cansancio o agotamiento. Pueden ocurrir varias veces al día o sólo una vez cada cierto tiempo. Incluso pueden ocurrir mientras las personas están dormidas, despertándolas durante el ataque. Muchas personas experimentan un ataque de pánico una o dos veces en su vida; esto es común y no es un trastorno de pánico.
Los ataques de pánico son sorprendentemente comunes. Hasta el 40% de la población experimentará un ataque de pánico en algún momento de su vida.1 Algunos de los signos y síntomas comunes de un ataque de pánico son:
Las personas que sufren un ataque de pánico también pueden experimentar una “desrealización”, es decir, una sensación de que usted o el mundo que le rodea no son reales. Se cree que este síntoma está asociado a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo durante la respuesta de ansiedad.
Ayuda para ataques de pánico
Sin tratamiento, los ataques de pánico frecuentes y prolongados pueden ser gravemente incapacitantes. La persona puede optar por evitar una amplia gama de situaciones (como salir de casa o estar solo) por miedo a experimentar un ataque. Algunas personas pueden desarrollar trastornos de pánico Para muchas personas, las sensaciones de pánico se producen sólo ocasionalmente durante períodos de estrés o enfermedad. Se dice que una persona que experimenta ataques de pánico recurrentes padece un trastorno de pánico, que es un tipo de trastorno de ansiedad. Por lo general, tienen ataques de pánico recurrentes e inesperados y temores persistentes de que se repitan los ataques. Síntomas Los síntomas de un ataque de pánico pueden incluir: La respuesta de “huida o lucha” Cuando el cuerpo se enfrenta a un peligro inmediato, el cerebro ordena al sistema nervioso autónomo que active la respuesta de “huida o lucha”. El cuerpo se inunda de una serie de sustancias químicas, incluida la adrenalina, que desencadenan cambios fisiológicos. Por ejemplo, el ritmo cardíaco y la respiración se aceleran y la sangre se desplaza a los músculos para prepararse para el combate físico o la huida.