Desrealización
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Muchos de nosotros hemos tenido el pensamiento “siento que estoy perdiendo la cabeza” en un momento u otro. Este pensamiento puede surgir en momentos de mayor estrés, pero también puede ser una manifestación de una condición de salud mental, como la ansiedad, el trastorno de pánico o la despersonalización. A veces, el propio pensamiento puede inducir aún más estrés o ansiedad. Sentir que se está perdiendo la cabeza es una idea muy aterradora.
La buena noticia es que si eres lo suficientemente consciente de ti mismo como para tener este pensamiento, no es probable que realmente estés perdiendo la cabeza. Dicho esto, enfrentarse a este tipo de pensamiento, y a los sentimientos que lo acompañan, puede ser muy difícil. Si sientes que estás “perdiendo la cabeza”, hay cosas que puedes hacer para afrontarlo y empezar a sentirte de nuevo como tú mismo.
Clínica de la calma
A menudo, la discusión sobre los síntomas de la ansiedad se centra en las preocupaciones, los síntomas físicos o lo difícil que es controlar la ansiedad. Pero rara vez se habla de uno de los síntomas más angustiosos: el miedo a volverse loco.
Muchas personas con ansiedad temen realmente que su cerebro no funcione correctamente, que no funcione bien, o que estén perdiendo la cabeza. Esta es una experiencia muy real para muchas personas que luchan contra la ansiedad y los ataques de pánico, y una de las partes más difíciles de afrontar de la ansiedad.
“Loco” es una palabra que conlleva mucho estigma, y los psicólogos tratan de evitar su uso. Loco también significa cosas diferentes para cada persona. Alguien puede pensar que estás “loco” porque te vistes de forma graciosa, porque eres valiente o porque eres propenso a tener arrebatos extraños.
Pero en este artículo, definiremos la locura como la idea de que estás perdiendo el contacto con la realidad, y esperamos que sea reconfortante saber que no, “volverse loco” no es algo que ocurra a menudo o fácilmente. De hecho, la mayoría de las personas que pierden el contacto con la realidad por cualquier motivo (daño cerebral, esquizofrenia u otro problema) no tienen ni idea de que está ocurriendo. El mero hecho de que puedas preguntarte si te estás volviendo loco implica que es muy probable que no lo estés.
Cuando la ansiedad se apodera de ti
ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.
¿Me estoy volviendo loco?
¿Te has encontrado tan abrumado que te preguntas: “¿Está bien mi salud mental?”. Cuando te enfrentas a niveles crecientes de preocupación, estrés o te sientes abrumado, los temores sobre tu salud mental pueden llegar a ser muy reales y angustiosos. A veces, la diferencia entre los problemas emocionales y la enfermedad mental no está muy clara. Por ejemplo, si suele sentirse ansioso por los próximos plazos, ¿significa que tiene un trastorno de ansiedad? O si se siente deprimido o de mal humor por las exigencias abrumadoras, ¿significa que está deprimido? Estas pueden ser respuestas típicas o esperadas ante los obstáculos. Una persona puede experimentar problemas de salud mental y no ser diagnosticada con una enfermedad mental.
Si te encuentras temeroso o excesivamente preocupado por tu salud mental, analizar cómo te sientes y qué está pasando en tu vida puede ayudarte. ¿Te sientes ansioso? ¿Se siente deprimido? ¿Está abrumado por las exigencias y los compromisos? ¿Está experimentando problemas en sus relaciones? ¿Está preocupado por un ser querido? ¿Tiene miedo de los acontecimientos mundiales? ¿Duerme, hace ejercicio y se alimenta lo suficiente? ¿Está abusando de las drogas, el alcohol u otras sustancias? ¿Tiene pensamientos intrusivos que le angustian? Estos son sólo algunos ejemplos de preguntas que puede hacerse.